Por Prensa Fiscalía Esquel
Foto: Andrés Campos
A sala llena entre familiares y amigos de Nicolás, se llevó a cabo la
primera jornada del juicio por el homicidio ocurrido hace casi diez meses. La
autoría de la puñalada mortal no será discutida por las partes. El debate está
centrado en la calificación jurídica. Mientras que para la Fiscalía se trata de un
homicidio simple (rayano con la alevosía), para la querella fue cometido sin
lugar a dudas con alevosía. En tanto que para la defensa el imputado actuó en
legítima defensa de su hermano, o bien con exceso en el ejercicio de esa
defensa legítima. El papá de Nicolás fue
el primer testigo en declarar, al final de su relato pidió justicia para su
hijo y habló del daño que esta muerte provocó en su familia, conmoviendo a
todos los presentes.
La fiscal Fernanda Révori presentó el caso de la Fiscalía, diciendo al
comienzo de su relato que la víctima de este hecho era un joven de 15 años, un
adolescente que apenas comenzaba a proyectar su vida, que estudiaba, que vivió
con sus padres y sus hermanos en un barrio de Esquel hasta marzo de 2012 y que
luego se mudó a Comodoro Rivadavia junto a su familia, ya que su padre
(Comisario) había sido trasladado allí. El último fin de semana de abril,
aprovechando que era un fin de semana largo por el primero de mayo, viajó junto
a su familia a Esquel, a visitar a los amigos del barrio que tanto extrañaba.
Aprovecharía este viaje para pasar en esta ciudad su cumpleaños número 16, el 2
de mayo.
Lamentablemente ese sábado 28 de abril de 2012 cuando estaba frente a la
casa de un amigo suyo en el Barrio 44 Viviendas, fue agredido a golpes de puño
por un adolescente de 15 años y su hermano recién llegado del campo. Este
último le aplicó una puñalada que le provocó la muerte.
El adolescente participó en el primer tramo de los hechos pero no fue
imputado por ser menor de edad.
La historia con desenlace fatal se había iniciado hacía casi un año.
Existía un conflicto entre Nicolás, un amigo y el menor agresor, motivado entre
otras cuestiones que Nicolás era hijo de un Comisario. Como Nicolás era
callado, no reaccionaba, su amigo salía en su defensa y así se iniciaban los
conflictos. El adolescente agresor tenía en su historia de vida muchas
dificultades, algunas físicas, graves problemas de conducta, de relación con
sus pares, con docentes y problemas barriales, por estos motivos debieron
intervenir diferentes instituciones en más de una oportunidad. Esta situación
era plenamente conocida por toda su familia, incluido su hermano.
El agresor había efectuado amenazas, y por si esas amenazas se
concretaban Nicolás y dos de sus amigos se habían preparado escondiendo un
trozo de caño de gas y un cuchillo. Sin embargo el ataque fue tan sorpresivo
que no alcanzaron a echar mano a estos elementos de defensa.
El menor y Gonzalo Fabián Payalef, se presentaron en una morada del
Barrio 44 Viviendas, y al ser atendidos por los dueños de casa el menor les
manifestó que venía a pedirles que hablen con su hijo porque si no se dejaba de
molestar les pegaría un tiro con un rifle, que sacaría el 22 que tenía en su
casa y que ya había disparado a otro. Los padres trataron de calmarlo.
Alertados por otro chico del barrio, el joven hacia el que fueron dirigidas las
amenazas junto a Nicolás y otro adolescente, fueron a la casa. El agresor le
dijo que con él no era "la cosa" sino que el problema era con Nico.
Payalef les dijo que "no se hagan los locos" porque él tenía un
cuchillo, haciendo ademanes de portarlo en su cintura, luego se levantó la ropa
mostrándoselos. Comenzaron a agredirse, el dueño de casa se interpuso e ingresó
a su hijo al terreno de la vivienda. Mientras tanto el joven agresor comenzó a
propinar golpes de puño a Nicolás Soto y este a defenderse de la misma manera.
Nicolás se cayó o se agachó y fue entonces cuando el acusado Gonzalo Payalef,
utilizando el cuchillo lo sorprendió desde atrás aplicándole una puñalada que
lo lesionó de tal modo que le provocó la muerte.
La familia de Nicolás Soto se presentó como querellante, representados
por Daniel Sandoval. El abogado expuso su relato del hecho, similar al ofrecido
por el Ministerio Público Fiscal, aunque entendiendo que la prueba bastará para
demostrar que Nicolás cayó indefenso y esta situación fue aprovechada por el
imputado para asesinarlo con alevosía.
A su turno el defensor Bruno Deias dijo que coincide con el contexto de
conflicto previo existente y que ni la comunidad ni el Estado supieron
abordarlo adecuadamente, terminando este en una muerte absurda.
"Vamos a demostrar que la secuencia en que ocurrieron los hechos es
una secuencia más compleja que la descripta por las partes acusadoras, ya que
la dada por las partes es una visión parcial", apuntó Deias. Esa secuencia
y la interpretación jurídica que habrá de darse a los mismos son el nudo
gordiano de este juicio. El defensor público intentará demostrar que Payalef
actuó bajo la causal de legítima defensa de terceros (el menor) y los jueces
tendrán que definir si esta circunstancia se dio y en tal caso, si el modo en
que actuó fue acorde a ella o con exceso.
Cinco testigos declararon por la mañana en tanto que otros cuatro
testimonios se aguardaban para la tarde. Alrededor de diez testigos ofrecerán
su conocimiento de estos hechos el martes. Para graficar los sucesos la Fiscalía construyó una
maqueta a escala del lugar en que se produjo el crimen y muñecos que permiten
reproducir la secuencia de aquella noche según el relato de los testigos.
El tribunal está compuesto por los Dres. José Colabelli, Anabel Rodríguez
y Martín O' Connor.
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