lunes, febrero 25, 2013

Opinión: “La educación como matanza de inocentes”, por Lino Pizzolon



Por Lino Pizzolon

Falta poco para el nuevo comienzo de clases. ¿Cómo nos plantaremos delante de nuestros alumnos? ¿Qué verán? ¿Qué tendremos de nuevo para la nueva generación que nos toca? ¿Qué se dirán nuestras miradas ya desde el primer momento el primer día? ¿Tendrán la chispa del desafío o la luz apagada del repetir y del aburrimiento?

La educación como matanza de inocentes.

En una fiesta protocolar a fin del año pasado una docente se disfrazó de cartelera ambulante de los deseos: adelante, que quiero para el 2013, atrás, que no quiero para el 2013. Fue impresionante la cantidad “no quiero ir más a la escuela”. Algo pasa. Estaban hartos.

No hay vida sin lo nuevo, lo creativo
Preparemos algo para esta primera mitad del año,
por respeto a nosotros mismos antes que nada
algo que los y nos desafíe
a no ser esclavos ilustrados del sistema
obedientes ciegos y funcionales
inventemos algo que rompa las tenazas
que aprisionan y oscurecen los espíritus

¿Una vacuna contra la estupidización masiva de la TV?:
…. tal vez la mayor contramaestra.

Educación es rebelión

Contra la mediocridad
Contra las imposiciones
Contra el pensamiento único
Contra el dogmatismo
Contra la imbecilización
Contra las burocracias
Contra la compra de voluntades
Contra la opinería banal sobre cuestiones irrelevantes
Y contra el ocultamiento y la no discusión de los problemas y las decisiones de fondo
Contra la no participación
Contra el consumismo y la ostentación
Contra la competencia y el individualismo
Contra la mercantilización de la vida ….

Esto me hace acordar de la respuesta de Bertrand Russell a una carta que le escriben alumnos de 6º grado, a propósito de uno de sus libros:
“Temo que la mayoría de los funcionarios escolares interprete la educación en términos de adoctrinamiento antes que de ilustración. Yo por mi parte opino que para que la educación sea valiosa debe ser subversiva. Esto significa que debe impugnar todo lo que damos por supuesto, que debe analizar todas las hipótesis consagradas, que debe disecar todas las vacas sagradas y que debe inculcar deseos de cuestionar y dudar. Sin estas condiciones, la sola enseñanza de sistemas para memorizar datos carece de contenido. La tentativa de imponer a los jóvenes una mediocridad convencional es infame.
El fin principal de la educación debe consistir en estimular a los jóvenes para que discutan e impugnen las ideas que se daban por seguras… El aspecto negativo de la educación reside en la renuncia a permitir que los estudiantes pongan en tela de juicio las opiniones consagradas y a las personas que ejercen el poder. Es necesario que surjan nuevas ideas, que los jóvenes tengan el mayor aliciente para disentir radicalmente de las estupideces de su época”.  (Bertrand Russel responde. Cartas selectas 1950-1968). Aprendamos juntos con ellos. Todo empieza por el primer paso…

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