Por Freddy Morado
1963 – Décima promoción de maestros - 2013
Escuela Normal Nacional Mixta República de Costa Rica de Esquel
Con la fatiga que nos imprime el tiempo y la mochila cargada
de recuerdos, anécdotas e historias, llego a este día de mi vida con la mente
fresca y el recuerdo de todos y cada uno de mis compañeros de secundario que
aquel 31 de mayo de 1963, con la alegría y la satisfacción del deber
cumplido, recibimos de manos de nuestra
directora el tan ansiado título de Maestro Normal Nacional que nos permitiría
abrirnos camino en la vida y, a partir de ahí, transformarnos en mujeres y
hombres de bien, útiles a una sociedad que se venia complicada y conflictiva,
en aquellos primeros años de la década del ’60.
La “Escuela Normal Nacional Mixta República de Costa Rica ”
de Esquel egresaba, ese día, a la 10ª Promoción de Maestros. Era una época
donde las condiciones no eran las de hoy y la necesidad laboral de aquellos
adolescentes de 17 / 18 años se veía comprometida, razón por la cual ese título
de Maestro nos permitía ir a enseñar en aquellas escuelas del interior
provincial pero a la vez también a
aprender. Si, por qué no, aprender a vivir la vida.
Y aquí me pongo nostálgico y tal vez, hasta se me pianta un
lagrimón – como dice el tango – cuando comienzo a recordar esos años con los profesores de entonces, a quienes
recuerdo con mucho cariño por todo lo que nos dieron y también a todos los compañeros que pasaron por las aulas de la Escuela Normal que,
si bien algunos llegaron y otros quedaron en el camino, todos supieron
conformar esa gran familia que era esa única Escuela de la zona capaz de
brindarnos un poquito mas de saber cuando salíamos del Primario. No había otra
cosa, por eso se aumentaba nuestra satisfacción al poder pertenecer a un nivel
de enseñanza superior a la de la Escuela Primaria que era, en ese entonces,
necesario terminar para salir a ganarse el peso. Algunos pocos, los que
podíamos y queríamos seguir estudiando, teníamos a “La Normal” como refugio para
intentar algo más, el resto salía a trabajar ni bien terminaba sexto grado.
Y en esta sumatoria de recuerdos no puedo dejar de pensar en
la figura de algunos profesores/as que
supieron dejar mucho en cada uno de nosotros, partiendo de sus conocimientos
hasta llegar a alguna anécdota que servirá para recordarlos siempre.
Esa lista, sin duda,
la encabeza la
Directora del establecimiento, la Sra. Angélica G. M.
de Gallegos, que su sola presencia en el patio inspiraba respeto y obediencia,
lo mismo que Omar Carranza tratando de imponer su conducta “militar” en cada
uno de sus actos, pero “buen tipo” según el concepto de sus alumnos. Pero “tipos
piolas “como el Dr. Rehermann y el Dr. Renato Prada creo que no encontraré en
mi recorrida mental del momento. Bravo era el Dr. Enrique Korn (p). Cómo
costaba aprobar Botánica de 1ª y Anatomía de 4ª. Guillermo Sosa es uno de mis
profesores de quién guardo mis mejores recuerdos. No olvidaré nunca cuando la Dirección le encarga un
discurso para recordar el 12 de Octubre,” Día de la Raza” y se despacha con un 12
de Octubre como “último día de libertad” Los profesores sorprendidos con sus
palabras no entendían nada y el alumnado
aplaudiendo como nunca lo habían hecho en uno de esos actos de discursos
insulsos y de compromiso. La “vieja” Puig como cariñosamente le decíamos por
que era mayor que nosotros, pero en realidad no tenía más de 30, es otra
profesora que supo ganarse mi aprecio y cariño de alumno de 17. Mis compañeros
de entonces se acordarán de ella
seguramente. Amílcar Castro , “profe renegao” si los hubo. Nunca una sonrisa,
principalmente para las chicas. Parecía que algo le molestaba del sexo opuesto.
No las quería, pero con él aprendimos Historia. Isolina Siri y la Sra de Landi, buena gente y
buenas docentes y así puedo seguir acordándome de Amin Corball, del Ing.
Obdulio Ricci, de la Sra
de González Gass o la Sra
de Carranza, todas buenas personas y mejores docentes que nos dieron todo para
que lleguemos a ser lo que fuimos. Y en el recuerdo no puedo olvidarme del Sr. Suárez,
Secretario de la Escuela,
que sin ser docente era alguien que fue parte integral del Establecimiento. Lo
administrativo pasaba por él. Buen “tipo” con los alumnos.
Y me emociono y lagrimeo cuando me acuerdo de mis
compañeros, principalmente de los que no están: Nilo, Jorge, Sergio, Ana,
Mario, y todos aquellos que partieron tempranamente para dejar en su camino su
don de “Maestro de Escuela” por donde les haya tocado pasar en ese tránsito
hacia el mas allá. Seguro que fueron y serán buenas personas. ¿Qué más hace
falta en la vida?.
Por todo esto y mucho más, quiero saludar a todos los que
conformamos la 10ª Promoción de Maestros de Esquel en este día tan especial: el de los 50 años
de Maestro. ¡¡ Salud Compañeros !! Un
abrazo enorme.
Freddi Morado
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