Por Conrado Ferre
Desde hace un par de años está circulando por la web una producción gratuita de película en Flash (un programa de animación digital). Meatrix, el nombre del corto, advierte sobre los riesgos de la cría intensiva de animales. Lo que se presenta en las góndolas con el bucólico nombre de “productos de granja” o frases similares, disfraza, en realidad, un método de crianza cuya crueldad hacia los animales es el menor de sus males, si tenemos en cuenta que el resto afecta directa y fatalmente la salud de las personas. Y, ya lo sabemos, quienes están involucrados no son los agricultores que todos conocemos, ni tampoco tiene nada que ver el almacenero de la esquina. No. Otra vez, son los grandes grupos económicos cuya ambición no respeta absolutamente nada mientras los gerentes puedan cambiar su 4 x 4 una vez al mes o mantener impecable la mansión de Canarias, el rancho en Colorado o el loft de Park Avenue.
El corto parodia la primera película de la saga Matrix, con la que comparte, sin embargo, su posición ideológica, que se relaciona con los riesgos, o directamente con los engaños, de lo que se presenta ante las sociedades como “progreso”, un tema que ha estado en debate desde hace unos días en este portal. Está producido y distribuido por un movimiento internacional que coordina organizaciones campesinas de medianos y pequeños agricultores, de trabajadores agrícolas, mujeres y comunidades indígenas de Asia, África, América y Europa. Para quienes quieran verlo, éste es el link a la película:
Desde hace un par de años está circulando por la web una producción gratuita de película en Flash (un programa de animación digital). Meatrix, el nombre del corto, advierte sobre los riesgos de la cría intensiva de animales. Lo que se presenta en las góndolas con el bucólico nombre de “productos de granja” o frases similares, disfraza, en realidad, un método de crianza cuya crueldad hacia los animales es el menor de sus males, si tenemos en cuenta que el resto afecta directa y fatalmente la salud de las personas. Y, ya lo sabemos, quienes están involucrados no son los agricultores que todos conocemos, ni tampoco tiene nada que ver el almacenero de la esquina. No. Otra vez, son los grandes grupos económicos cuya ambición no respeta absolutamente nada mientras los gerentes puedan cambiar su 4 x 4 una vez al mes o mantener impecable la mansión de Canarias, el rancho en Colorado o el loft de Park Avenue.
El corto parodia la primera película de la saga Matrix, con la que comparte, sin embargo, su posición ideológica, que se relaciona con los riesgos, o directamente con los engaños, de lo que se presenta ante las sociedades como “progreso”, un tema que ha estado en debate desde hace unos días en este portal. Está producido y distribuido por un movimiento internacional que coordina organizaciones campesinas de medianos y pequeños agricultores, de trabajadores agrícolas, mujeres y comunidades indígenas de Asia, África, América y Europa. Para quienes quieran verlo, éste es el link a la película:
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