Por Luis Llevilao
Este es el proyecto de ordenanza que la colega ABLA DIVA Carvallo a presentado en ABRIL DE 2005 y aún no tratado.
VISTO: La necesidad de adherir a la Ley Provincial Nº 4.969 de prevención de la drogodependencia en el ámbito del territorio chubutense.
CONSIDERANDO:
Que el incremento de las adicciones en nuestro país, en nuestra provincia del Chubut y en nuestra ciudad, es sin duda un fenómeno relacionado con situaciones derivadas de la crisis, con los elevados índices de desocupación, marginalidad y pobreza, con la inmovilidad social y la espiral regresiva que vive la sociedad argentina desde hace décadas, traducido en la subjetividad de las personas en depresiones, sensación de asfixia y falta de estímulos y horizontes, pérdida de valores y de parámetros de contención, baja percepción de motivaciones tradicionales como el sentido del esfuerzo o los vínculos familiares y una debilitación general del sentido de la vida.
Que el avance de la enfermedad en países desarrollados y en sociedades de economías más sólidas permite pensar que la drogadicción es el resultado de situaciones culturales y existenciales profundamente complejas que expresan, dramáticamente, uno de los aspectos más perversos de la sociedad de consumo.
Que la caída de los grandes paradigmas y discursos narrativos de la modernidad, la fe en el progreso y la ciencia, la paz universal, la revolución social, la masa amorfa de creyentes que viven en un mundo ateo, enfrentados drásticamente con la catástrofe socioeconómica, la máquina bélica y la amenaza de destrucción del planeta, son contextos que integran conflictivamente el imaginario social, envolviendo a la sociedad en una sensación de alarma o de riesgo que se reproduce en todos los niveles y espacios de su entramado.
Que además de reconocer estas estructuras de la subjetividad, toda forma de lucha contra el generalizado avance de las adicciones, sobre todo en su faz preventiva, enfrenta un poderoso y masivo sistema de referencias publicitarias que estimula falsas representaciones, vinculando las expectativas de éxito y realización personal a los volúmenes de consumo de bebidas alcohólicas o de tabaco.
Que el conocimiento que poseemos los vecinos sobre el consumo de alcohol y drogas ilícitas entre una franja poblacional numerosa permite apreciar la magnitud del problema.
Que esa población entre 14 años y mayores de 60 abusan del alcohol; en el mismo segmento consumen drogas ilegales y un porcentaje consumió alguna vez en la vida drogas.
Que “en alcohol, a medida que disminuye la edad se empareja totalmente la relación hombre-mujer. El abuso significa beber en una sola oportunidad, dos litros de cerveza; un litro de vino o un cuarto de bebida destilada”.
Que “el grueso de la droga ilegal que se consume en Esquel es la marihuana y luego la cocaína, lejos después la inyectable y es poca. La clase alta consume más alcohol que las otras pero es en las clases bajas donde se da el grueso del abuso”.
Que en la cerveza el promedio es mayor entre los jóvenes y se ha quintuplicado durante la última década y menores entre 14 y 15 años consumen alcohol con regularidad. En el transcurso del corriente año (2006) han ingresado al Hospital Zonal de Esquel niños de 9 años en estado de coma alcohólico
Que en Esquel de una población de 1.200 jóvenes que consumen cerveza en boliches bailables y de entretenimiento, por cada 10, 8 llegan a la madrugada alcoholizados como por cada 10, 5 llegan drogados habitualmente con marihuana y en menor escala cocaína.
Que en un local nocturno de Esquel con la asistencia de 800 personas, en una noche consumen, 10 botellas de vodka; 6 botellas de gancia; 9 de Fernet; 2 de gin; 24 de Pronto sheik; 24 de Dr. Lemon y 72 botellas de cerveza corona, aún cuando existe “la cultura” de tomar cantidad de cerveza y vino antes de concurrir al boliche por dos razones: a) el precio es más accesible si consumen en forma particular y, b) el horario de ingreso a los locales nocturnos, una franja numerosa, lo efectúan alrededor de la 3.30 a.m. Cabe señalar que también llevan petacas con bebidas alcohólicas que consumen dentro del local. (*)
Que más allá de los números, conviene repasar qué encierran esos datos: “El alcoholismo -afirma Claudio Mate, subsecretario de Atención de las Adicciones (Bs.As.)- es una enfermedad crónica, que lejos de representar un camino directo al Olimpo y al éxito que se muestra en las pantallas de televisión, constituye en la vida real la atmósfera típica del fracaso. En contraste flagrante con los modelos publicitarios que se dirigen focalmente a los jóvenes, la intoxicación frecuente con bebidas alcohólicas resulta destructiva de los vínculos afectivos e interfiere con la capacidad de socialización y trabajo”.
Que como ocurre con la marihuana el consumo excesivo de alcohol genera una destrucción progresiva y grave de facultades mentales básicas, pensamiento confuso, lento y prolongado. Además, a estos efectos se agrega la alarmante participación del alcoholismo en accidentes, principal causa de muerte en menores de 35 años.
Que en cuanto a las drogas ilícitas, la marihuana, la más frecuente de las sustancias psicoactivas prohibidas, contiene componentes que producen efectos tanto físicos como mentales. Las propiedades nocivas de la cannabys se encuentran fundamentalmente en la resina de la planta y se atribuyen al principio llamado THC (Tetra Hidro Canabinol), cuyo consumo produce un estado de conciencia en que aparecen ideas inconexas, imprevistas y flotantes; puede igualmente alterarse la percepción espacial, de los colores y el tiempo.
Que si bien “las sociedades son soberanas para determinar cómo vivir y cómo morir”, al Estado se le plantea un delicado conflicto de límites en cuanto a las políticas de intervención y en este punto, las instituciones de la salud pública asumen la responsabilidad de prevenir e informar. Al mismo tiempo las adicciones imponen a los Estados un inesperado conflicto de límites internos de intervención. La Seguridad y la Salud Pública se disputarán responsabilidades y jurisdicción sobre el adicto a las drogas y la propia sociedad discutirá si debe reclamar un Estado represor, un Estado terapéutico o un Estado simplemente ausente.
Que dichas reflexiones son de mucho valor, dado que en el tema de adicciones, una lógica represiva o culpabilizadora, tanto en las acciones que se emprendan como en el discurso empleado, es contraproducente y parece conducir al fracaso.
Que la adicción a sustancias ilegales adquiere características de ser a la vez un delito en términos jurídicos, y desde el punto de vista sanitario “el difícil desafío de una enfermedad que evoluciona en la clandestinidad”.
Que, además de este deslinde de incumbencia, la intervención pública en adicciones reconoce en la “tolerancia social” uno de los principales obstáculos. La tolerancia social es el conjunto de actitudes indiferentes o pasivas que desarrolla una sociedad frente a los hábitos de consumo que implican perjuicios para las personas, indiferencia generada por desconocimiento o escepticismo frente a las posibilidades de cambio. Es la actitud que se observa, claramente, en la aceptación o falta de reacciones enérgicas frente a los menores que fuman o se alcoholizan.
Que es preocupante y llama la atención los escasos reflejos del conjunto social y político frente al fabuloso impacto -también social y político- que produce hoy el consumo de drogas y el abuso descontrolado de alcohol. La tolerancia social frente a este tema es alarmante y constituye el principal obstáculo que impide enfrentar, con la efectividad deseada, una enfermedad tan compleja.
Que el problema no es la droga en si sino la juventud que necesita consumir drogas. Cifrar el número de adictos es muy difícil, pero se sabe que es alto, también, el número de mujeres que consumen drogas tanto lícitas como ilícitas. Sin diferenciar entre géneros, las personas más desfavorecidas son las más vulnerables a drogas más fuertes como la cocaína donde hay dependientes.
Que aunque la policía intercepte algún cargamento de marihuana o de cocaína, los volúmenes incautados sólo dan una noción de la dimensión de este mercado en nuestra ciudad. Los narcotraficantes son vendedores ilegales y siempre van por delante. Cabe aclarar que el marketing tiene la tarea de descubrir las necesidades insatisfechas, evaluar las carestías y determinar la oportunidad lucrativa. La venta tiene éxito porque al consumidor le agrada el producto, corre la voz rápidamente y no hace falta mayor promoción, así el vendedor continúa tratando de encontrar nuevos consumidores y el rendimiento del producto. Y es común que, en vez de satisfacer la demanda de los consumidores la empresa procura que la demanda se ajuste a lo que ella ha producido, llegando a alterar criminalmente el producto para mayor lucro.
POR ELLO: EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE Esquel, en uso de las atribuciones que le confiere la Ley 3098, sanciona la presente
ORDENANZA
Art. 1º: El municipio de Esquel adhiere a la Ley Provincial Nº 4.969 de prevención de la drogodependencia en todos sus Capítulos, Disposiciones, Objetivos y Prioridades.
Art. 2º: El municipio planificará en la instancia de prevención, un conjunto de acciones encaminadas a promover la salud de las personas y de su comunidad para reducir la probabilidad de aparición de problemas relacionados con el consumo de drogas..
Art. 3º: El municipio fijará objetivos, criterios y determinará prácticas y estrategias para llevar a cabo.
Art. 4º: El municipio orientará y definirá la noción de prevención ampliándola hacia la educación, enmarcando el concepto de prevención de adicciones dentro del de promoción para la salud. Nociones que deben apuntar al bienestar del conjunto de los miembros de la comunidad, ya que incumbe a todos sus integrantes.
El concepto de “promoción para la salud” formula como condiciones básicas, entre otros, una buena nutrición; adecuadas condiciones de vivienda; una buena educación, formación y desarrollo; un trabajo conveniente; ingresos dignos; una cuidadosa utilización de los recursos naturales; justicia y equidad social; paz e igualdad de oportunidades.
La responsabilidad para la promoción de la salud no sólo se encuentra en el sector de las autoridades sanitarias sino también dentro del ámbito político competente, abarcando las actividades de educación y formación.
Art.5º: Para llevar a cabo este plan, el municipio trabajará con el principio multisectorial, donde estén presentes la familia prioritariamente, la escuela, las organizaciones juveniles, las instituciones de deporte y salud, los centros comunitarios, las asociaciones y organizaciones de la comunidad, los medios de comunicación, las iglesias, la institución policial especializada de la localidad, la región y el ámbito provincial. Teniendo en cuenta una valoración en términos de salud y bienestar no sólo de informaciones, conocimientos y actitudes. Ya que ese bienestar tiene sus raíces en la concepción de la persona como elemento imprescindible en el entorno socio económico, político, cultural y ecológico de la sociedad, dentro de la dimensión ética y ésta es la que incluye a la dignidad humana y su comprensión profunda de la dignidad de las personas.
Art.6º: El municipio propiciará la asistencia y rehabilitación de los enfermos y su familia, recurriendo para ello a los organismos de competencia quienes garantizarán asistencia hospitalaria adecuada para el tratamiento de las adicciones. Propiciará convenios con instituciones privadas vinculadas con la drogodependencia, (Centros de Rehabilitación). Los gastos que demanden los tratamientos y rehabilitación serán provistos, asimismo, por el Fondo Especial habilitado a partir de la creación de la Ley Nº 4.969 de la provincia del Chubut, Capítulo VIII Del Financiamiento y organismos nacionales como SEDRONAR (Secretaría de Estado para la Lucha contra la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico) y/o organismos nacionales e internacionales, donaciones, etc.
Art. 7º: Regístrese, comuníquese al Departamento Ejecutivo y cumplido archívese.
Esquel, Febrero de 2005.
(*) Datos obtenidos en el mes de enero de 2005 en Esquel.
AblaCarballo
Este es el proyecto de ordenanza que la colega ABLA DIVA Carvallo a presentado en ABRIL DE 2005 y aún no tratado.
VISTO: La necesidad de adherir a la Ley Provincial Nº 4.969 de prevención de la drogodependencia en el ámbito del territorio chubutense.
CONSIDERANDO:
Que el incremento de las adicciones en nuestro país, en nuestra provincia del Chubut y en nuestra ciudad, es sin duda un fenómeno relacionado con situaciones derivadas de la crisis, con los elevados índices de desocupación, marginalidad y pobreza, con la inmovilidad social y la espiral regresiva que vive la sociedad argentina desde hace décadas, traducido en la subjetividad de las personas en depresiones, sensación de asfixia y falta de estímulos y horizontes, pérdida de valores y de parámetros de contención, baja percepción de motivaciones tradicionales como el sentido del esfuerzo o los vínculos familiares y una debilitación general del sentido de la vida.
Que el avance de la enfermedad en países desarrollados y en sociedades de economías más sólidas permite pensar que la drogadicción es el resultado de situaciones culturales y existenciales profundamente complejas que expresan, dramáticamente, uno de los aspectos más perversos de la sociedad de consumo.
Que la caída de los grandes paradigmas y discursos narrativos de la modernidad, la fe en el progreso y la ciencia, la paz universal, la revolución social, la masa amorfa de creyentes que viven en un mundo ateo, enfrentados drásticamente con la catástrofe socioeconómica, la máquina bélica y la amenaza de destrucción del planeta, son contextos que integran conflictivamente el imaginario social, envolviendo a la sociedad en una sensación de alarma o de riesgo que se reproduce en todos los niveles y espacios de su entramado.
Que además de reconocer estas estructuras de la subjetividad, toda forma de lucha contra el generalizado avance de las adicciones, sobre todo en su faz preventiva, enfrenta un poderoso y masivo sistema de referencias publicitarias que estimula falsas representaciones, vinculando las expectativas de éxito y realización personal a los volúmenes de consumo de bebidas alcohólicas o de tabaco.
Que el conocimiento que poseemos los vecinos sobre el consumo de alcohol y drogas ilícitas entre una franja poblacional numerosa permite apreciar la magnitud del problema.
Que esa población entre 14 años y mayores de 60 abusan del alcohol; en el mismo segmento consumen drogas ilegales y un porcentaje consumió alguna vez en la vida drogas.
Que “en alcohol, a medida que disminuye la edad se empareja totalmente la relación hombre-mujer. El abuso significa beber en una sola oportunidad, dos litros de cerveza; un litro de vino o un cuarto de bebida destilada”.
Que “el grueso de la droga ilegal que se consume en Esquel es la marihuana y luego la cocaína, lejos después la inyectable y es poca. La clase alta consume más alcohol que las otras pero es en las clases bajas donde se da el grueso del abuso”.
Que en la cerveza el promedio es mayor entre los jóvenes y se ha quintuplicado durante la última década y menores entre 14 y 15 años consumen alcohol con regularidad. En el transcurso del corriente año (2006) han ingresado al Hospital Zonal de Esquel niños de 9 años en estado de coma alcohólico
Que en Esquel de una población de 1.200 jóvenes que consumen cerveza en boliches bailables y de entretenimiento, por cada 10, 8 llegan a la madrugada alcoholizados como por cada 10, 5 llegan drogados habitualmente con marihuana y en menor escala cocaína.
Que en un local nocturno de Esquel con la asistencia de 800 personas, en una noche consumen, 10 botellas de vodka; 6 botellas de gancia; 9 de Fernet; 2 de gin; 24 de Pronto sheik; 24 de Dr. Lemon y 72 botellas de cerveza corona, aún cuando existe “la cultura” de tomar cantidad de cerveza y vino antes de concurrir al boliche por dos razones: a) el precio es más accesible si consumen en forma particular y, b) el horario de ingreso a los locales nocturnos, una franja numerosa, lo efectúan alrededor de la 3.30 a.m. Cabe señalar que también llevan petacas con bebidas alcohólicas que consumen dentro del local. (*)
Que más allá de los números, conviene repasar qué encierran esos datos: “El alcoholismo -afirma Claudio Mate, subsecretario de Atención de las Adicciones (Bs.As.)- es una enfermedad crónica, que lejos de representar un camino directo al Olimpo y al éxito que se muestra en las pantallas de televisión, constituye en la vida real la atmósfera típica del fracaso. En contraste flagrante con los modelos publicitarios que se dirigen focalmente a los jóvenes, la intoxicación frecuente con bebidas alcohólicas resulta destructiva de los vínculos afectivos e interfiere con la capacidad de socialización y trabajo”.
Que como ocurre con la marihuana el consumo excesivo de alcohol genera una destrucción progresiva y grave de facultades mentales básicas, pensamiento confuso, lento y prolongado. Además, a estos efectos se agrega la alarmante participación del alcoholismo en accidentes, principal causa de muerte en menores de 35 años.
Que en cuanto a las drogas ilícitas, la marihuana, la más frecuente de las sustancias psicoactivas prohibidas, contiene componentes que producen efectos tanto físicos como mentales. Las propiedades nocivas de la cannabys se encuentran fundamentalmente en la resina de la planta y se atribuyen al principio llamado THC (Tetra Hidro Canabinol), cuyo consumo produce un estado de conciencia en que aparecen ideas inconexas, imprevistas y flotantes; puede igualmente alterarse la percepción espacial, de los colores y el tiempo.
Que si bien “las sociedades son soberanas para determinar cómo vivir y cómo morir”, al Estado se le plantea un delicado conflicto de límites en cuanto a las políticas de intervención y en este punto, las instituciones de la salud pública asumen la responsabilidad de prevenir e informar. Al mismo tiempo las adicciones imponen a los Estados un inesperado conflicto de límites internos de intervención. La Seguridad y la Salud Pública se disputarán responsabilidades y jurisdicción sobre el adicto a las drogas y la propia sociedad discutirá si debe reclamar un Estado represor, un Estado terapéutico o un Estado simplemente ausente.
Que dichas reflexiones son de mucho valor, dado que en el tema de adicciones, una lógica represiva o culpabilizadora, tanto en las acciones que se emprendan como en el discurso empleado, es contraproducente y parece conducir al fracaso.
Que la adicción a sustancias ilegales adquiere características de ser a la vez un delito en términos jurídicos, y desde el punto de vista sanitario “el difícil desafío de una enfermedad que evoluciona en la clandestinidad”.
Que, además de este deslinde de incumbencia, la intervención pública en adicciones reconoce en la “tolerancia social” uno de los principales obstáculos. La tolerancia social es el conjunto de actitudes indiferentes o pasivas que desarrolla una sociedad frente a los hábitos de consumo que implican perjuicios para las personas, indiferencia generada por desconocimiento o escepticismo frente a las posibilidades de cambio. Es la actitud que se observa, claramente, en la aceptación o falta de reacciones enérgicas frente a los menores que fuman o se alcoholizan.
Que es preocupante y llama la atención los escasos reflejos del conjunto social y político frente al fabuloso impacto -también social y político- que produce hoy el consumo de drogas y el abuso descontrolado de alcohol. La tolerancia social frente a este tema es alarmante y constituye el principal obstáculo que impide enfrentar, con la efectividad deseada, una enfermedad tan compleja.
Que el problema no es la droga en si sino la juventud que necesita consumir drogas. Cifrar el número de adictos es muy difícil, pero se sabe que es alto, también, el número de mujeres que consumen drogas tanto lícitas como ilícitas. Sin diferenciar entre géneros, las personas más desfavorecidas son las más vulnerables a drogas más fuertes como la cocaína donde hay dependientes.
Que aunque la policía intercepte algún cargamento de marihuana o de cocaína, los volúmenes incautados sólo dan una noción de la dimensión de este mercado en nuestra ciudad. Los narcotraficantes son vendedores ilegales y siempre van por delante. Cabe aclarar que el marketing tiene la tarea de descubrir las necesidades insatisfechas, evaluar las carestías y determinar la oportunidad lucrativa. La venta tiene éxito porque al consumidor le agrada el producto, corre la voz rápidamente y no hace falta mayor promoción, así el vendedor continúa tratando de encontrar nuevos consumidores y el rendimiento del producto. Y es común que, en vez de satisfacer la demanda de los consumidores la empresa procura que la demanda se ajuste a lo que ella ha producido, llegando a alterar criminalmente el producto para mayor lucro.
POR ELLO: EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LA CIUDAD DE Esquel, en uso de las atribuciones que le confiere la Ley 3098, sanciona la presente
ORDENANZA
Art. 1º: El municipio de Esquel adhiere a la Ley Provincial Nº 4.969 de prevención de la drogodependencia en todos sus Capítulos, Disposiciones, Objetivos y Prioridades.
Art. 2º: El municipio planificará en la instancia de prevención, un conjunto de acciones encaminadas a promover la salud de las personas y de su comunidad para reducir la probabilidad de aparición de problemas relacionados con el consumo de drogas..
Art. 3º: El municipio fijará objetivos, criterios y determinará prácticas y estrategias para llevar a cabo.
Art. 4º: El municipio orientará y definirá la noción de prevención ampliándola hacia la educación, enmarcando el concepto de prevención de adicciones dentro del de promoción para la salud. Nociones que deben apuntar al bienestar del conjunto de los miembros de la comunidad, ya que incumbe a todos sus integrantes.
El concepto de “promoción para la salud” formula como condiciones básicas, entre otros, una buena nutrición; adecuadas condiciones de vivienda; una buena educación, formación y desarrollo; un trabajo conveniente; ingresos dignos; una cuidadosa utilización de los recursos naturales; justicia y equidad social; paz e igualdad de oportunidades.
La responsabilidad para la promoción de la salud no sólo se encuentra en el sector de las autoridades sanitarias sino también dentro del ámbito político competente, abarcando las actividades de educación y formación.
Art.5º: Para llevar a cabo este plan, el municipio trabajará con el principio multisectorial, donde estén presentes la familia prioritariamente, la escuela, las organizaciones juveniles, las instituciones de deporte y salud, los centros comunitarios, las asociaciones y organizaciones de la comunidad, los medios de comunicación, las iglesias, la institución policial especializada de la localidad, la región y el ámbito provincial. Teniendo en cuenta una valoración en términos de salud y bienestar no sólo de informaciones, conocimientos y actitudes. Ya que ese bienestar tiene sus raíces en la concepción de la persona como elemento imprescindible en el entorno socio económico, político, cultural y ecológico de la sociedad, dentro de la dimensión ética y ésta es la que incluye a la dignidad humana y su comprensión profunda de la dignidad de las personas.
Art.6º: El municipio propiciará la asistencia y rehabilitación de los enfermos y su familia, recurriendo para ello a los organismos de competencia quienes garantizarán asistencia hospitalaria adecuada para el tratamiento de las adicciones. Propiciará convenios con instituciones privadas vinculadas con la drogodependencia, (Centros de Rehabilitación). Los gastos que demanden los tratamientos y rehabilitación serán provistos, asimismo, por el Fondo Especial habilitado a partir de la creación de la Ley Nº 4.969 de la provincia del Chubut, Capítulo VIII Del Financiamiento y organismos nacionales como SEDRONAR (Secretaría de Estado para la Lucha contra la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico) y/o organismos nacionales e internacionales, donaciones, etc.
Art. 7º: Regístrese, comuníquese al Departamento Ejecutivo y cumplido archívese.
Esquel, Febrero de 2005.
(*) Datos obtenidos en el mes de enero de 2005 en Esquel.
AblaCarballo
DNI 4.159.560
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