Enviado por Ricardo Bustos
Intrepid abrió sus puertas para que la comunidad los inspeccione
La decisión de la empresa fue tomada como consecuencia de los fuertes rumores que se corrieron en el departamento de Calingasta sobre una posible contaminación de un inexistente laboratorio de la empresa que afectaría el agua del lugar. Rumores instalados en la población indicaban que a raíz de esta contaminación se había provocado, en cientos de pobladores, colitis.
Hablar de rumores en contra de la minería metalífera en el departamento de Calingasta no es novedad, más si se tiene en cuenta que desde la comuna se mantiene una postura crítica y hasta antagónica si se quiere a las explotaciones mineras a cielo abierto. Esto se manifiesta claramente en los constantes movimientos políticos que hizo José Adolfo Ibazeta para realizar una consulta popular en la que se ponga en discusión la puesta en marcha de los emprendimientos metalíferos que se proyectan en ese departamento. Si bien el discurso del oficialismo departamental es que se tiene que poner en discusión el impacto ambiental de estos emprendimientos, esto ha causado cierta psicosis en la población que se encuentra presionada en medio del miedo y la promesa de progreso.
En ese contexto, es que desde la Unión Vecinal de Calingasta solicitó a la empresa la posibilidad de hacer una inspección de lo que será la mina de Casposo que opera la empresa Intrepid. Consultado sobre esta situación el titular de la Unión Vecinal de Calingasta, Eduardo Grecco, manifestó que “se hablaba de contaminación y nosotros somos encargados de la provisión del agua potable de la zona”. Debe decirse que la toma de agua para proveer a los lugareños se encuentra en las inmediaciones de la zona en que se encuentra la propiedad de Intrepid.
Ante esta situación la primera decisión del dirigente comunal fue comunicarse con autoridades del hospital departamental a los efectos de confirmar o desechar los acontecimientos. Motivo por lo cual las autoridades sanitarias del departamento le confirmaron que los casos de colitis eran normales. No se había producido aumento en el número de casos que llevara a provocar una alarma en la sociedad.
A pesar de esta situación, Eduardo Grecco se comunicó con las autoridades de la empresa minera a los efectos de solicitar una visita para confirmar la veracidad o no de los rumores. “Me comuniqué con el ingeniero Eduardo Machuca a quien le pregunté si podíamos visitar el emprendimiento para ver si había un laboratorio”.
A este pedido no sólo la empresa aceptó, sino que en conjunto con un escribano certificó junto a vecinos del lugar que no se producían problemas de contaminación como consecuencia de un laboratorio dado que no existe. Sin embargo, se tomaron muestras de agua que se lacraron y enviaron para que los investigadores de la Universidad Nacional de San Juan haga un análisis que determine la calidad de las mismas. “Con esto queremos detectar si existe la presencia de algún elemento contaminante”, sentenció el dirigente.
Asimismo, agregó que en presencia del escribano junto al vice presidente de la empresa, Ricardo Cabello, y el director del Hospital, el doctor Alanis, Anabel Díaz y el operario de la bomba, Héctor Cortez recorrimos todos los lugares y habitaciones”.
Controles y seguridad
Al hacer un análisis de lo encontrado, Grecco comentó que en el recorrido encontramos “enormes medidas de seguridad e higiene total”. En ese contexto contó que “en las instalaciones encontramos muchísima comodidad para los profesionales y los empleados de la empresa. Ejemplo de ello es que tienen una motobomba instalada en el lugar por si ocurre algún incendio. Según nos dijeron en la empresa, ellos hicieron simulacros y en dos minutos ponen en funcionamiento el sistema para apagar el fuego”. Ante este panorama el dirigente explicó que “vamos a proponerle al Intendente bajar los decibeles y ponernos a dialogar de modo que haya un esclarecimiento de los temas en torno a la minería”. R.T.J.L
Intrepid abrió sus puertas para que la comunidad los inspeccione
La decisión de la empresa fue tomada como consecuencia de los fuertes rumores que se corrieron en el departamento de Calingasta sobre una posible contaminación de un inexistente laboratorio de la empresa que afectaría el agua del lugar. Rumores instalados en la población indicaban que a raíz de esta contaminación se había provocado, en cientos de pobladores, colitis.
Hablar de rumores en contra de la minería metalífera en el departamento de Calingasta no es novedad, más si se tiene en cuenta que desde la comuna se mantiene una postura crítica y hasta antagónica si se quiere a las explotaciones mineras a cielo abierto. Esto se manifiesta claramente en los constantes movimientos políticos que hizo José Adolfo Ibazeta para realizar una consulta popular en la que se ponga en discusión la puesta en marcha de los emprendimientos metalíferos que se proyectan en ese departamento. Si bien el discurso del oficialismo departamental es que se tiene que poner en discusión el impacto ambiental de estos emprendimientos, esto ha causado cierta psicosis en la población que se encuentra presionada en medio del miedo y la promesa de progreso.
En ese contexto, es que desde la Unión Vecinal de Calingasta solicitó a la empresa la posibilidad de hacer una inspección de lo que será la mina de Casposo que opera la empresa Intrepid. Consultado sobre esta situación el titular de la Unión Vecinal de Calingasta, Eduardo Grecco, manifestó que “se hablaba de contaminación y nosotros somos encargados de la provisión del agua potable de la zona”. Debe decirse que la toma de agua para proveer a los lugareños se encuentra en las inmediaciones de la zona en que se encuentra la propiedad de Intrepid.
Ante esta situación la primera decisión del dirigente comunal fue comunicarse con autoridades del hospital departamental a los efectos de confirmar o desechar los acontecimientos. Motivo por lo cual las autoridades sanitarias del departamento le confirmaron que los casos de colitis eran normales. No se había producido aumento en el número de casos que llevara a provocar una alarma en la sociedad.
A pesar de esta situación, Eduardo Grecco se comunicó con las autoridades de la empresa minera a los efectos de solicitar una visita para confirmar la veracidad o no de los rumores. “Me comuniqué con el ingeniero Eduardo Machuca a quien le pregunté si podíamos visitar el emprendimiento para ver si había un laboratorio”.
A este pedido no sólo la empresa aceptó, sino que en conjunto con un escribano certificó junto a vecinos del lugar que no se producían problemas de contaminación como consecuencia de un laboratorio dado que no existe. Sin embargo, se tomaron muestras de agua que se lacraron y enviaron para que los investigadores de la Universidad Nacional de San Juan haga un análisis que determine la calidad de las mismas. “Con esto queremos detectar si existe la presencia de algún elemento contaminante”, sentenció el dirigente.
Asimismo, agregó que en presencia del escribano junto al vice presidente de la empresa, Ricardo Cabello, y el director del Hospital, el doctor Alanis, Anabel Díaz y el operario de la bomba, Héctor Cortez recorrimos todos los lugares y habitaciones”.
Controles y seguridad
Al hacer un análisis de lo encontrado, Grecco comentó que en el recorrido encontramos “enormes medidas de seguridad e higiene total”. En ese contexto contó que “en las instalaciones encontramos muchísima comodidad para los profesionales y los empleados de la empresa. Ejemplo de ello es que tienen una motobomba instalada en el lugar por si ocurre algún incendio. Según nos dijeron en la empresa, ellos hicieron simulacros y en dos minutos ponen en funcionamiento el sistema para apagar el fuego”. Ante este panorama el dirigente explicó que “vamos a proponerle al Intendente bajar los decibeles y ponernos a dialogar de modo que haya un esclarecimiento de los temas en torno a la minería”. R.T.J.L
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