Alumnos con celular: el periodismo nacional y sus extrañas prioridades

Por Milagros Barberis

Resulta paradójico pero lamentablemente ya no sorprende a nadie. El periodismo nacional -ése que se escucha, que forma opiniones, que reproduce y produce la agenda de los medios de comunicación- muy pocas veces tiene las mismas prioridades informativas que la gente común.

Un caso emblemático se produjo entre ayer y hoy, cuando Esquel volvió a ser noticia miles de kilómetros al norte de su realidad: mientras que cientos y cientos de esquelenses se movilizaron -como todos los 4- para decirle nuevamente No a la Mina, la única información que llegó a los medios de comunicación de Capital Federal y rebotó de radio en radio, fue la polémica “broma” de los alumnos salesianos que fotografiaron el trasero de sus maestras (http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-72534-2006-09-05.html).

Como periodista, reconozco que la simpática nota de los estudiantes es un plato más que tentador para cualquier redacción (chapeau para el colega Andrés Campos), pero también es cierto que –por su posibilidad de cambiar o incidir en la realidad de la gente- es indistinto que trascienda los límites de Chubut, o que el debate sobre el uso de celular en clase se resuelva en el seno de la comunidad esquelense.

Por el contrario, la lucha que llevan adelante los Vecinos Autoconvocados no debería tener límites informativos, simplemente porque se trata de una batalla que libran miles de personas, contra enormes corporaciones, para evitar que el saqueo y la contaminación perjudiquen a millones de argentinos. Sin embargo, esa pelea sostenida y desigual muy pocas veces –muchísimas menos de las necesarias- es reflejada por los grandes medios de comunicación.

Quizás todo esto no resulte tan paradójico y sólo sea hora de pedirle al periodismo que, de una buena vez por todas, compatibilice sus prioridades con las de la gente común.