lunes, septiembre 25, 2006

Centro Cultural Antú Quillén de Epuyén: una vez más, el trabajo y la cultura en riesgo

Enviado por Nora Corvalán

El Centro Cultural Antú Quillén, de la localidad de Epuyén, es una Asociación Civil sin fines de lucro que funciona básicamente en un local ubicado a la margen del Lago Epuyén. La llave del mismo fue entregada por el Sr. Intendente Municipal al grupo de artesanos embrionario de la Asociación.

A través del CCAQ, la población local rescató y restauró un inmueble abandonado desde su construcción por el Municipio años atrás, para el cual no había presupuesto ni proyecto asignados.

El CCAQ ha sido reconocido por el mismo Municipio, por esta misma administración en distintas ocasiones.

A lo largo de estos últimos cinco años hemos venido desarrollando distintas actividades, en pos de los diversos objetivos que constan en nuestro estatuto, como preservar y rescatar la cultura de los pueblos originarios, la protección ambiental y el mejoramiento de las economías familiares recuperando el quehacer cultural del pueblo. Algunas de dichas actividades son: Realización de Curantos, realización del Winey Tripantu. Talleres de percusión, lengua mapuche, herrería artesanal, plástica (en integración institucional con la Escuela 9), cerámica en distintas variantes, bijouterie, etc.

El salón de exposición y venta se mantiene abierto durante todo el año con servicio de buffet de productos artesanales en temporada turística, generando recursos para la localidad, para su gente en forma directa.

Se llevan a cabo en este local y en otras instituciones obras de teatro, recitales, proyección de videos, diapositivas, difusión de material impreso generalmente producido en la Comarca y de interés cultural.

Hoy, el Municipio vuelve a requerir el edificio sin siquiera explicitar para qué Primero verbalmente y ahora a través de los primeros pasos de una demanda por desalojo. El mismo implicaría la perdida inmediata de talleres, cerrarle fuentes de ingreso a las aproximadamente 100 familias de nuestra localidad (de unos 2000 habitantes), que tienen la posibilidad de exponer y vender los frutos de su trabajo.

Antú Quillén rechaza la posibilidad de un desalojo, y dejamos en claro que siempre hubo y hay disposición para un diálogo serio, como nuestras actitudes lo han demostrado. Decimos: la justicia ya dejo ver que no somos usurpadores, no debe, basándose en una cuestión estrictamente jurídica, pronunciar un fallo que perjudique, en definitiva, la calidad de vida de muchos habitantes del lugar.

Esto que hoy es Antú Quillén es una obra del pueblo mismo, que debe ser bien tratada desde los gobiernos. Hemos recibido del Gobierno Provincial donaciones, becas, invitaciones y reconocimientos, por eso apelamos también a su intervención en la cuestión, propiciando lo que es justo. Queremos del Gobierno Municipal, en primer lugar, un justo reconocimiento como Institución.
SI LA CULTURA Y EL TRABAJO – NO AL DESALOJO DEL CCAQ

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