jueves, septiembre 07, 2006

Proyecto Siempre Joven Esquel: Premio a la vida

Por Proyecto Siempre Joven Esquel

En el mega evento Cordobés el testimonio de vida escrito por Ramón Antiñanco de 58 años, vecino del Barrio Estación, resultó galardonado con el trofeo “Premio a la Vida “.

Él nos permitió compartir con Uds. este testimonio con la intención de dar fuerzas a aquellos que estén pasando o necesitan superar algún momento difícil de la vida.

“…Esto que les voy a contar, que es “una parte de mi vida”, comienza un 11 de noviembre del año 1979. En esa fecha, me encontraba trabajando en la empresa MINFOR; en el Paraje Los Adobes (Provincia del Chubut). Allí se estaba realizando unos cateos para sacar uranio.

Ese día, en un pique, a unos 60 metros de profundidad nos encontrábamos dos personas trabajando; un capataz y yo. Ya casi terminado nuestra tarea y sin previo aviso, se produjo un corte circuito, estando ya la carga hecha con explosivos y detonantes eléctricos…y todo explotó…El capataz murió al instante…y yo…yo quedé para contar el cuento…

Esa explosión, además de quebrarme un brazo, algunas costillas y dejarme con machucones por todo el cuerpo, me voló parte del tobillo y el talón izquierdo…

Entre e l 11 de noviembre y el 30 del mismo mes, ya en el hospital, parecía una momia estaba vendado entero, me costaba hablar, no podía mover “las carretillas” y comía mediante una manguerita. Durante ese tiempo, siempre mantuve la esperanza de que todo volvería a la normalidad. Sabía que me faltaba un pedazo, pero a mí alrededor se hablaba de un posible injerto, y yo confiaba en eso y tenía esa esperanza…

Hasta el 30 de noviembre de 1979…esta gente deliberaba que iba a pasar…pero dada las características del accidente, de que no tenía hueso y luego de una junta médica…decidieron amputarme la pierna…

Al darme esa noticia reaccioné muy mal, les dije”… ¿pa' que me sacaron de ahí abajo?... ¿pa' matarme de a poco? … ¿y pa' que voy a servir con una sola pata?...”. Enojado o no, el hecho es que le metieron serrucho…

Ese 30 de noviembre de 1979 cambió mi vida y comenzaron mis mayores penurias….Si bien el accidente fue el 11, yo siempre había mantenido la esperanza de volver a hacer una vida normal, y con la noticia de que me iban amputar y que luego lo hicieron…mataron esa esperanza…

Con el apoyo de mi familia, el amor de mi esposa y de mi hija y con la ayuda de Dios me fue dando ganas de vivir otra vez…

Después de un año y medio (más o menos) me entregaron una prótesis.

No fue fácil comenzar otra vez, con una pierna menos, con una familia a cargo (esposa e hija pequeña), con una pensión mínima por invalidez, desempleado…y con el estigma de “discapacitado” fué muy difícil conseguir un nuevo trabajo…encontrar una persona que confiara en mí…pero con ayuda de Dios la encontré y a partir de ésta, llegaron otros…

Hoy tengo un pie ortopédico, me encuentro sano físicamente y bien espiritualmente, hago una vida normal, tengo una familia (la misma que había formado antes del accidente), no me siento menos que nadie ni mas que otros… y ME CURÉ CON LA MEJOR MEDICINA: EL AMOR DE MI ESPOSA E HIJA Y LA AYUDA DE DIOS.”

Para consultas dirigirse a siemprejovenesquel@gmail.com

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