Los reyes del aluminio: Aluar voraz quiere “incentivos”

Por Lamgen Patagonia

Fue a mediados del año pasado cuando esta poderosa empresa tuvo que soportar salir del anonimato y ser protagonista en uno de los pocos cruces con contenido y verdadero alcance que ocurrieron en el Congreso durante 2006, cuando el diputado de PRO Federico Pinedo, embistió contra el jefe de Gabinete Alberto Fernández, por los millonarios subsidios y beneficios impositivos cedidos a Aluar.

Esta semana la empresa anunció que a los 800 millones de dólares invertidos para la ampliación de su planta ubicada en Chubut podría agregarles otros 300 millones, que consolidarán la producción en la provincia que comanda el kirchnerista Mario das Neves.

Lo sugestivo es que sin ocultar su verdadera intención, el diario La Nación expone con claridad cuales serían las intenciones de la empresa, luego de su suculento desembolso: "Si bien no se precisaron plazos, Madanes Quintanilla y Das Neves anticiparon que una nueva inversión está puesta a consideración del Ministerio de Economía de la Nación, que debería aportar algún tipo de incentivo".

Por supuesto que las autoridades de Aluar se cuidaron de explayarse sobre las características del "incentivo" que le piden al gobierno.

Para el gobernador de Chubut, la inversión sería muy importante para ampliar más personal y darle mayor productividad a una provincia en donde esta compañía es la que más empleo genera.

El escándalo

Pero repasemos que sucedió el año pasado, cuando se desató el escándalo.

La empresa Aluar que nació hace 30 años, es una de las compañías argentinas de mayor peso e injerencia en el país. Sus operaciones comprenden desde la obtención de aluminio en estado líquido hasta la fabricación de productos elaborados que se destinan a las industrias del transporte, packaging, construcción, electricidad, medicina y tratamiento de aguas.

Aluar tiene el monopolio exclusivo de este insumo básico, lo que le otorga un poder de negociación considerable sobre los sucesivos gobiernos: si el aluminio aumenta, elementos médicos de alta complejidad, autos, generadores de energía y otros bienes indispensables se verían afectados directamente. En épocas donde la inflación es la principal enemiga del gobierno de cara a un año electoral, sellar un acuerdo con Aluar sería poco más que indispensable para la gestión del presidente Néstor Kirchner.

Aluar dejó sentado su interés por tener más réditos en el país en mayo de 2005, donde prometió en un acto que contó con la entusiasta presencia del primer mandatario, una inversión de 2500 millones de pesos en tres años, lo que representa el proyecto de inversión privada más grande que se anunció en el país desde la devaluación. La empresa, buscó así ampliar la capacidad de producción de su planta en Puerto Madryn de 272.000 a 400.000 toneladas de aluminio anuales.

Sobre tan aparentemente alentadoras noticias, fue que el diputado Pinedo se puso a investigar. Y según sus palabras, es "inconcebible" como el Ejecutivo ha subsidiado esta compañía, nada menos que en el "35 por ciento de su inversión".

"Nos preocupa el perfil productivo que se impuso desde el Gobierno, porque el año pasado votamos esta ley de desgravaciones para fomentar la producción y el empleo, pero la forma en que la aplicó el Poder Ejecutivo no nos satisface. Por ejemplo, vemos que de mil doscientos millones de pesos, se le dieron seiscientos noventa millones a una sola empresa (Aluar), pagándosele el 35 por ciento de su proyecto de inversión con desgravaciones impositivas, para que generara 204 puestos de trabajo, lo que implica un costo fiscal de 3.381.451 pesos por puesto de trabajo. Me estoy refiriendo a la empresa Aluar", explicó el legislador.

Consultado en este caluroso comienzo de 2007 por La Política Online, Pinedo dijo que "no tengo ninguna referencia sobre cambios en los subsidios a esta compañía" y dijo que se firmó un bono a dos años para seguir entregándole dinero a Aluar "por lo que de no mediar cambios, el sistema sigue de la misma forma", por lo menos hasta que haya una respuesta a los pedidos de "incentivos" formulados por los ejecutivos de Aluar.

Pinedo dijo no estar "sorprendido" por este nuevo pedido de auxilio estaral y sostuvo que reiniciará su investigación para conocer "de donde saldrá el dinero que utilizará la compañía para su expansión".

En mayo de 2005, Kirchner defendió el apoyo a Aluar y dijo que: "El Estado nacional toma instrumentos y el sector privado responde. Entramos en una onda de conexión que es importante, en la que el Estado y el sector privado somos aliados para la construcción de una nueva Argentina". Los motivos de esta "onda de conexión" de más de 600 millones de pesos, es la que preocupó a Pinedo. Ahora, serían 300 millones lo que están en danza y los que habría que seguir de cerca.

Das Neves en línea con el presidente Kirchner, respaldó los pedidos de la empresa.

"Estamos esperanzados en que [esta nueva inversión] se concrete", sostuvo el gobernador. Durante el primer semestre de 2006 y según datos oficiales del Ministerio de la Producción de esta provincia, Aluar exportó 72.938 toneladas de aluminio, por un monto de 190.445.000 pesos. Según anticipó Madanes Quintanilla, la última ampliación de la planta logrará incrementar su producción en un 40 por ciento.

Aunque aún no hay precisiones, quienes están al tanto de esta información empezarán a revisar cual será el sistema de "incentivos" que la empresa Aluar le reclama al gobierno nacional. Todo indica que un sistema de incentivos fiscales, similar al que se le entregó a la compañía a mediados de 2005, podría ser el aporte nada despreciable de la gestión actual a la poderosa compañía.

Por su parte, y mechando la álgida campaña presidencial, Pinedo se encargó de meter este tema en sus recientes declaraciones a La Política Online: "Lógicamente que por esto Kirchner debería responder, pero también Lavagna, que fue el que firmó y autorizó estos subsidios".

Las declaraciones de Pinedo sobre el tema Aluar llevan a otra rápida reflexión: esta declaración visibiliza la distancia que hay entre el titular de Boca Juniors y el ex ministro de Economía, cuya posible alianza política parece cada vez más lejana.

La Historia

Aluar nació a fines de la década del 60, impulsada por la fuerza área para desarrollar aluminio, por el encarecimiento de este producto. En una nota de David Cufre para Pagina/12 el periodista señaló: "Fue José Ber Gelbard, quien trajinó y movió todas las influencias a su alcance para que el gobierno de Onganía aprobara en diciembre de 1969 el pliego de condiciones para la instalación, puesta en marcha y explotación de una planta productora de aluminio en Puerto Madryn, Chubut".

En agosto de 1971, Agustín Lanusse completó el proceso adjudicando la tarea a Aluar (Aluminio Argentino S.A.), compañía que resultó ganadora de la licitación. Gelbard era por entonces socio minoritario de FATE, la firma madre del grupo de la familia Madanes, que aún conserva y es la principal productora de neumáticos del país.

Precisamente, el diputado Pinedo señaló en diálogo con La Política On Line que "nos llama la atención que otra de las grandes beneficiadas" por la Ley de Exenciones Impositivas "haya sido FATE quien recibió entre subsidisio por inversión y pago por la toma de empleados nuevos un 25 por ciento de ayuda económica".

En 1993, debido al retraso cambiario y a una caída del precio internacional del aluminio, Aluar avanzó con un régimen de precarización laboral de fuerte impacto. Decidió de manera unilateral una rebaja generalizada de salarios del 25 por ciento, y amenazó con despidos generalizados si los trabajadores no lo aceptaban.

Sin embargo, y a pesar de ese retroceso, participaron de ciertas privatizaciones en la década del 90 donde compraron la hidroeléctrica Futaleufú y se asociaron con Cammuzzi (en febrero de 1994, cuando tenía balances en rojo) para quedarse con la línea de transmisión eléctrica hacia el sur.

Cierto o no, la realidad indica que Aluar cuyo presidente sigue siendo Javier Madanes, exporta hoy el 70 por ciento de lo que produce, favorecidos por el tipo de cambio, que le permite cobrar en dólares y pagar energía y salarios en devaluados pesos.

El periodista Horacio Verbistsky festejó en una de sus columnas de Página 12, la salida del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, endilgándole la responsabilidad por haber apoyado el régimen de promoción de inversiones durante 2004 por la Ley 25.924, que consiste en la devolución anticipada del IVA correspondiente a los bienes u obras de infraestructura incluidos en el proyecto de inversión propuesto y/o su amortización acelerada en el impuesto a las ganancias. Se trata de la ley cuyo uso critica Pinedo y que el gobierno continúa aplicando para favorecer el crecimiento de determinados grupos.

Un estudio del Área Económica de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) señaló sobre los efectos de esa ley que "un solo proyecto internalizo más de un 62 por ciento de los subsidios fiscales" y para que quede claro agrega que se refiere a "la propuesta de ampliación de la capacidad productiva presentada por Aluar".

El trabajo de FLACSO apunta que: "A favor del nuevo entorno de negocios que se ha conformado en el país, muchas compañías han mejorado en forma notable su desempeño económico. Se destacan Aluar (que en el 2001 tuvo un margen de rentabilidad sobre ventas del 16,1 por ciento y en el 2004 del 22,8. El Estado subsidió así inversiones que igual se hubieran realizado y con 1100 millones de pesos se crearon apenas 3900 puestos de trabajo, a un costo fiscal promedio de 283.495 pesos cada uno".