lunes, abril 02, 2007

Comodoro Rivadavia: Encuentro de iniciativas comunitarias

Por Marta Muriel

El día sábado 31 de marzo se realizó un Encuentro de Iniciativas Comunitarias en la Biblioteca Popular ELUM DUHAM (dar memoria) del Barrio San Cayetano de Comodoro Rivadavia. Allí participaron las siguientes asociaciones libres del pueblo: Unión Vecinal del Barrio (Horacio Vera), Biblioteca Popular,( Graciela da Silva) Orden María del Rosario de San Nicolás (Marta Muriel) y Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (ASUSERFI)(Raúl Ledesma).. Decidieron convocar a las demás asociaciones libres como Parroquia, Tabernáculo de la Fe, Centro Belenista, Jóvenes Unidos y Club Deportivo Roca, para el día 14 de abril a las 18 horas, conformar uan UNION BUENA VOLUNTAD, con los siguientes postulados:

DECLARACION DE LA UNION DE ARGENTINOS Y ASOCIACIONES DE BUENA VOLUNTAD POR LA FE , EL AMOR, LA LEALTAD , Y LA JUSTICIA.

Somos una Unión de Argentinos y Asociaciones de Buena Voluntad, que hemos asumido el compromiso de gestar un ámbito de cambio de vínculos y costumbres para contribuir a forjar una Nueva Argentina, fundada en la Solidaridad, el respeto y el Amor, difundiendo propuestas para impulsar la unidad en la lucha por la Justicia y la Verdad , superando los reclamos parciales, sintiéndonos hermanos entre nosotros por ser hijos de un mismo Padre.

Somos parte de esa Argentina en movimiento, aparentemente invisible, que crece desde lo profundo, constituida por millones de personas y miles y miles de pequeños emprendimientos e iniciativas comunitarias que buscan soluciones verdaderas, estables y consistentes. Sus debilidades son la dispersión y el aislamiento. Para superarlas y permitir que comience a emerger en toda su potencia se hace imprescindible “reunir lo disperso para que no se pierda”.

Nuestra común-unión supera la única arma que poseen los enemigos de la Patria : todo aquello que separa y divide, fragmentando la energía y los vínculos de miles de corazones que expresan la Argentina en movimiento.

Por eso decimos que para un argentino no puede haber nada mejor que otro argentino, hermano americano o habitante de este suelo amado. Solo pueden sentirse excluidos los que, por propia y libre decisión lo hacen siguiendo otros intereses y horizontes.

Siguen presente en la vida cotidiana, calamidades que son la falsa cruz impuesta a los humildes y marginados, por el egoísmo, la codicia, la hipocresía y la usura, generadora de formas de violencia personal, familiar, grupal y colectiva, que llevan a la ruptura de lazos afectivos, sociales y culturales, en medio del individualismo y el “vale todo” ampliamente difundido por el régimen.

Los argentinos sabemos que este mundo que nos oprime está agotado, muerto, no de ahora, sino de hace ya mucho tiempo, o sea que no es cuestión de gobiernos o de representantes, cualesquiera sean los candidatos que se ofrezcan en medio del descreimiento generalizado. Tampoco depende de lo que otrora fuera el Estado ni de las instituciones y estructuras, que vaciadas de contenido, en el mejor de los casos puede generar buenos recuerdos, pero ninguna acción.

No se sale de esta situación confiando en la mera voluntad humana, sino aseverando la Fe en Dios Padre quién quiere hacernos participes de Su Plan para que todos los habitantes de esta tierra elegida queden unidos a El para siempre. Contamos con lo principal: el espíritu nacional y el amor a una misma tierra, que nos ligan y religan cualquiera sea nuestra sincera religiosidad y aún, cuando algunos no tengan ninguna.
Es la hora de que los argentinos de buena voluntad tomemos el presente en nuestras manos: desde los más simples órganos sociales hasta los funcionarios y legisladores que amen a sus hermanos y a su Patria.

Las miles de organizaciones naturales que han surgido en este suelo bendito como una respuesta de amor y trabajo, de vocación y servicio, ante el colapso y la deserción del Estado demoliberal-burgués impotente de dar soluciones a las necesidades y anhelos del pueblo, necesitan de su conversión para que, superando el aislamiento, la falta de coordinación en la acción, el mero asistencialismo, y la dependencia de los recursos financieros, realicen un proceso de profunda transformación metodológica, reuniéndose y organizándose ellas mismas, en el plano local, regional y nacional, hasta conseguir que los administradores de esos recursos devuelvan a las gentes mucho más fondos y mejores condiciones para sus proyectos y emprendimientos, ya que los mismos les corresponden por derecho al pueblo.

La meta es que estas asociaciones alcancen las potestades jurídicas y políticas, y la autarquía en plenitud como “Organizaciones Libres del Pueblo”, dando así razón de ser de su existencia en la completa integración a las Comunidades de la Nación Argentina. Recuperando, de esta forma, a través de la democracia social, orgánica y directa, la manifestación del poder popular, es decir, su capacidad de decidir y controlar en la edificación de la Comunidad Organizada y de un nuevo Estado de la Justicia.
Es urgente unirnos para exigir y obligar a la devolución de los bienes, riquezas y recursos que nos han saqueado y que El Creador nos regaló a todos los argentinos y que necesitamos recuperar para poner en marcha soluciones para todos.

Desde esta Unión de Buena Voluntad, peregrinando en una Argentina que está viva, de pie y que camina, invitamos a todas las asociaciones populares y a sus integrantes a iniciar una acción mancomunada, respetando la configuración y especificidad de cada una, que funde una nueva esperanza, una nueva vida, para un renacer desde el espíritu nuevo siempre unido a lo visible y material. Para que el bicentenario de nuestra Independencia nos encuentre verdaderamente libres.

Convocamos a decidir en común-unidad y ejecutar las acciones necesarias para mantener siempre unido el cielo con la tierra, continuando con la Obra de hacer realidad una Argentina Grande con un Pueblo Feliz. La memoria de nuestros padres y los patriarcas que nos precedieron estimula como raíz fecunda este renacer de la Patria. Con la conducción del Rey Cristo Jesús y la protección de Su Madre María así será.

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