jueves, abril 26, 2007

Proyecto Lemú: Dos reflexiones y advertencias sobre los bosques del sur


Por Lucas Chiappe

Estimada gente, a modo de reflexión -ya que el tema está candente en la ciudad de Esquel- les envío para su publicación dos notas de mi autoría que componen parte del libro que estoy editando en estos días a través de "Proyecto Lemu": BOSQUES DEL SUR

Ojalá que sirvan para que la gente reaccione ante este nuevo intento corporativo de confundir.... para luego avanzar con sus negociados. Muchos saludos

Lucas Chiappe - Epuyén

PLANTACIONES La Gran Diferencia Entre “VALOR” y “PRECIO”
por Lucas Chiappe

Proyecto Lemu
Epuyén - Chubut

A través de todos estos años lo hemos dicho una y mil veces y lo seguiremos repitiendo a todo el que esté dispuesto a escucharlo: “-Un bosque no es un conjunto de árboles de una sola especie plantados en fila como si fuera un patético escuadrón de soldaditos.... Un bosque es un fantástico ecosistema compuesto por una multitud de seres que conviven en total interdependencia y que cumplen una compleja lista de funciones para que este frágil y complejo hábitat pueda nacer, vivir, morir y renovarse a perpetuidad... sin ninguna necesidad de intervención humana”.

Para sintetizar el concepto:

“UNA PLANTACION DE PINOS NO ES UN BOSQUE
.
Una plantación de pinos es un emprendimiento comercial que se inicia con una forestación de árboles exóticos de rápido crecimiento (especies originarias del Hemisferio Norte) que se adaptan a estas latitudes y condiciones climatológicas, pero que siguen siendo ajenas a estas biorregiones, por lo cual no albergan especies de fauna, no encuentran en el suelo los descomponedores que en su hábitat original se ocupan de reciclar sus propios deshechos y mantener la fertilidad del suelo, y producen una acelerada desaparición de todo el sotobosque con su microfauna y flora asociada.

Obviamente no se trata de “detalles menores» como están tratando de hacernos creer “los dueños del negocio”, dado que esas son algunas de las razones que transforman estos monocultivos en una plaga que amenaza la propia subsistencia de nuestros bosques nativos... y de todos los ecosistemas que han invadido en los últimas décadas... sobretodo debido al desmedido crecimiento de la industria papelera.

Y si no lo creen así, les sugiero que crucen la cordillera y contemplen con sus propios ojos la magnitud del desastre forestal chileno y su acelerada pérdida de biodiversidad a media que las plantaciones van sustituyendo a los bosques milenarios.

“Hartos de la Historia Oficial”

A quienes venimos bregando desde hace tantos años por la conservación de ese singular patrimonio llamado «bosques sub-antárticos» ó «bosques templados» (un escaso 0,80% de todos los bosques de la Tierra), nos resulta fácil comprender las escasas ventajas que ha brindado a la comunidad este casi 1/2 siglo de insistencia por parte de las sucesivas
Direcciones de Bosques (Nacional y Provincial) en inducir y obligar a los pobladores cordilleranos a reforestar con especies exóticas...

Sin embargo nos es aún más sencillo darnos cuenta de los enormes peligros que esto implica para la biodiversidad Patagónica y los nefastos resultados que ha tenido en todo el mundo este plan corporativo que sólo pretende obtener materia prima de bajísimo costo... en desmedro de la enorme riqueza nativa pre-existente.

Trataré de explicarlo de una manera muy sencilla para que se entienda el punto:

Nuestra cordillera patagónica estuvo cubierta por una densa masa de bosque nativo que hasta hace un siglo o poco más llegaba desde el sur de la Provincia de Mendoza hasta la Isla de los Estados. Una franja de centenarse de Kms de largo que sin embargo encuentra su límite hacia el Este a escasos 50-70 kms de la frontera con Chile. Este territorio boscoso que representa sólo el 2% del territorio de nuestro país, fue “descubierto” por el hombre hace varios milenios...

Sin embargo fue sólo después de los genocidios llevados adelante por las sucesivas “campañas al desierto” en contra de los antiguos habitantes de esta región, que los “colonos-winkas” se declararon los dueños de esa enorme riqueza forestal y comenzaron a “sobre-explotarla” para la producción de leña y madera y aún peor a considerarla, un “obstáculo” para sus planes de expansión ganadera y agrícola y a
“echarle fuego”: “- Antes aquí no había nada de nada... puro bosque había...” comentaba un poblador rural en el Canal 7 de Rawson, hablando de los campos “ganados al bosque”... Y de esta forma se le dio continuidad a lo largo del siglo XX a la guerra de exterminio en contra de todos los antiguos seres nativos de la Patagonia.

El resultado está a la vista: Exceptuando los territorios de las Áreas Naturales Protegida, lo que se puede apreciar a simple vista recorriendo los bosques cordilleranos es un panorama desolador que resalta de una manera muy cruda nuestra indiferencia como nación para apreciar y valorizar la enorme riqueza natural de estas tierras...

Situación a la que se le aunó desde muy temprano otra de las caras oscuras de nuestra cultura sintetizada en la memorias de los primeros pobladores de Bariloche: “-...Ya que la mayoría de los árboles de esta región están torcidos y podridos, vamos a ir reemplazándolos con especies de nuestros países de origen y de esa forma vamos a aumentar la producción y el turismo... ya que los paisajes se verán más parecidos a la bella Suiza, a Canadá y a Norteamérica...”

Y siguiendo esa línea de pensamientos recurrente en nuestra sociedad inoculada de fantasías primer-mundistas, desde los años ’50 se lanzó en el país una renovada “conquista industrial”, apuntando a desarrollar materia prima para la eventual producción de celulosa para papel.

Su directa consecuencia fue la tala rasa masiva de grandes extensiones de bosques autóctonos y su gradual reemplazo por extensos monocultivos comerciales.
Claro que algunos de los detalles que le fallaron al “plan” en la Patagonia, fue que no hubo "inversores privados" que quisieran esperar tantos años para cosechar las ganancias y en consecuencia, no hubo hasta aquí radicación de ninguna planta papelera en la región (una de las industrias más contaminantes del planeta).

Sin embargo, nuestra brillante clase político-empresarial no se dio por vencida, y en cambio de admitir públicamente los errores garrafales que tuvo esta “política forestal” dirigida hacia el exterminio de lo nativo y su sucesivo reemplazo por especies exóticas de escaso valor maderero, finalmente le encontraron la vuelta al negocio y en la actualidad, desde las más altas esferas del poder se vuelve a arremeter con la base de la idea, pero agregándole un par de condimentos para que la ecuación financiera “termine de cerrar” para los empresarios y las corporaciones papeleras.

Desde hace varios años atrás no sólo se fomenta esta aberración silvícola sino que además se premia a los industriales que “invierten” su dinero por el término de 1-2 años devolviéndoles al cabo de ese tiempo el costo total que tuvo esa plantación... además de eximirlos de pagar todo tipo de impuestos (aforos).

En síntesis si usted llega a ser un empresario argentino o una multinacional con ganas de hacer pingues negocios a mediano plazo en la Argentina, nuestro generoso Gobierno Nacional le va a devolver toda la plata que usted “gaste” el primer año a costa nuestra (vale a decir a través de un “préstamo” que el Estado le pide al Banco Mundial o al FMI aumentando inmediatamente “nuestra” deuda externa). Luego le regalamos todos los beneficios económicos del negocio a su compañía... y por supuesto nos quedaremos con todos los problemas ecológicos que puedan surgir de esta invasión verde.

Y ahora que se está implementando esa aberración internacional llamada “flexibilización” del Protocolo de Kyoto (impulsada por los mismos lobbies corporativos que dictan la política de la OMC), además usted va a poder cobrar los famosos bonos verdes por la aún incalculable retención de carbono por parte de sus pinitos...

¿Qué tal? ... Eso sí, lo más importante para que este negocio siga funcionando sin que la opinión pública lo cuestione, es que la gente termine confundiendo negocio con ecología...

O sea que la campaña publicitaria debe remarcar las ventajas de: “-... este encomiable emprendimiento por parte de las empresas que invierten en el país... para combatir el cambio climatológico” (!)... Y de paso, aprovechar nuestra vergonzosa “ignorancia nacional” para que nadie comprenda que:

"El negocio una vez más es esquilmar al Estado y el suelo para el beneficio exclusivo de las corporaciones forestales y papeleras... " ... Ni hablar de la diferencia entre el enorme valor de lo nativo y el absurdo precio de lo exótico....

...

EL NEGOCIO DE LAS PAPELERAS Las PLANTACIONES son sólo el primer paso de la INDUSTRIA DEL PAPEL
por Lucas Chiappe
"Proyecto Lemu"
Epuyén - Chubut

Hace varios años que muchos políticos y técnicos forestales se llenan la boca con “el gran plan forestal patagonico” en donde se baraja la disparatada e inverosímil idea de forestar de 1 a 2 millones de Has. con plantaciones de pino en la meseta chubutense... De hecho todos escuchamos por la radio a distintos Directores de Bosques y a encumbrados dirigentes del PJ, de la UCR y del Pach, hablar maravillas de ese faraónico plan por lo que deberíamos preguntarnos por enésima vez: Más allá de lo lindo que pueda sonarle a alguno imaginar una Patagonia “verde”... (NO de Bosques, no nos confundamos)... y mucha gente que trabaja feliz en las plantaciones cobrando un magnifico sueldo (?): “-¿Tienen idea esos señores y todos los que hablan sobre el tema de las forestaciones en gran escala, la realidad ambiental, climatológica y sanitaria de estas latitudes? ¿Habran escuchado hablar sobre el ya famoso Sirex Noctilius? La plaga que de pronto aterroriza a los ingenieros forestales del Ciefap ya que según sus propios relevamientos prácticamente ha invadido todas las plantaciones existentes en el Noroeste del Chubut?. ¿Tienen idea esos señores cuál va a ser el plan para que esto deje de ocurrir? ¿No estarán pensando nuestros ilustres gobernantes en la fumigación aérea con pesticidas como hacen en Chile y en Nueva Zelanda con las consecuencias que bien sabemos todos los que conocemos algo sobre el tema?

¿Y qué idea brillante tendrá nuestra clase dirigente para los imparables incendios forestales que implica la forestación de millones de Has. de Pinos en un lugar tan seco y sin cursos de agua como es la meseta? Además afrontando un cambio climatológico que va a significar para esta región un incremento de la temperatura en la época
de mayor sequía ... ¿ Van a mandar a los bomberos voluntarios de Epuyén o de Cholila para apagarlos con palas y rastrillo?

Pero imaginemos que esta realidad también se soslaye a través de los milagros a los que siempre acudimos en caso de desesperación los argentinos...
¿Alguno de ustedes se imagina que viene tras esta nefasta expansión de monocultivos?
Lo que viene atrás de las plantaciones no son los muebles con los que sueña alguno...
Lo que viene atrás de las plantaciones en gran escala en todas partes del mundo... es la industria del papel... O sea la temible industria de la celulosa con todos sus procesos contaminantes y su tremenda desidia social...

Y si no me creen, pregúntenle a los Uruguayos que ahora están en problemas luego que les vendieran hace 20 años el espejismo de las plantaciones en todo ese pequeño país.

O pregúntenle a las organizacioness ambientales y sociales chilenas que no paran de protestar del otro lado de la cordillera por el desastre que significa ese modelo de desarrollo para la población rural y para el ambiente...

Y si realmente los técnicos piensan que ese es el modelo de desarrollo adecuado para esta zona, les sugiero que analicen a fondo los casos que nos rodean y abran el debate a la comunidad...

Ya que a esta altura del planeta, no alcanzan las buenas intenciones:

Lo que hace falta es información correcta y un amplio conocimiento de la realidad mundial...

No olvidemos que de este tipo de decisiones dependerá el futuro de nuestra región,
y no creo que nadie puedo desearle lo que hoy se puede constatar en cualquier parte en donde se haya consolidado este inmenso negociado forestal que funciona a costa de la salud de la gente y de su entorno.

Por eso les pido tanto a los políticos como a la población, analizar estos espejitos de colores que nos venden las corporaciones o sus gerentes argentinos y tomar decisiones acordes a nuestra realidad, sin importar modelos ya fracasados en otras latitudes...

¿O será que lo único que podemos aspirar los patagónicos es, por falta de ideas o de capacidad, imitar modelos que han sido un desastre ambiental en otras latitudes?

No me canso de recordar, que en el año 1989, presenciamos el aterrizaje por estos cerros de una comitiva de empresarios canadienses, que fueron invitados a retirarse de la Municipalidad de Epuyén, cuando mencionaron un eventual proyecto para la instalación de una papelera en las costas del lago (en ese entonces ejercía el poder el único gobierno municipal independiente que conocí: el “Frente de Epuyen”)... Y tampoco me canso de mencionar, al calor del debate en Entre Ríos, que a pesar del rechazo terminante que recibieron en este valle, esa misma «comisión de exploradores norteños» fue recibida al día siguiente por el entonces intendente y varios concejales de El Maitén, quienes en cambio les ofrecieron las «bondades» del Río Chubut que atraviesa esa localidad, para ponerlo a disposición de semejante industria contaminante...

Por último vuelvo a recordarles que el Centro de Investigaciones Forestales Patagónico (CIEFAP), instalado con la ayuda de capitales alemanes y el aporte de las 5 provincias en la ciudad de Esquel, sigue estimulando e impulsando esa absurda “cruzada”.

Y OJO porque hay algunos, como el holding italiano Bennetton, que entendieron que este negocio va en serio. Para corroborarlo alcanza con tomar un vuelo del Aeroclub de El Bolsón, sobrevolar esa estancia y desde las alturas observar hasta donde le alcance la vista que, “si” el temido Sirex Noctilius (avispa barrenadora de los pinos, que ya afecta el 60 % de las plantaciones del N.O. chubutense), algún incendio o la sequía, no acaban con los miles de Has. de Pino Ponderosa ya plantados a ambos lados de la Ruta 40... dentro de pocos años vamos a escuchar consternados el anuncio de algún futuro gobernante auspiciando: “-... La instalación de una papelera, que va a brindar empleo y progreso para la zona”...
Y entonces muchos de nosotros (o nuestros hiijos), vamos a gritar nuestra frustración contra las murallas de alguna corporación italiana, alemana, canadiense, española o finlandesa... que simplemente nos va a responder: «-Tarde piaron ñatos...»

Paradójicamente este impresionante conflicto desatado por los pobladores costeros del Río Uruguay debería servirnos para que todos comprendamos como operan las corporaciones transnacionales... preparando el terreno muchos años antes de desembarcar con sus proyectos mineros o forestales...
Y ojalá sirviese para que no se repita esa dolorosa experiencia aquí en la Patagonia...
Un territorio cada vez más codiciado y en la mira de los especuladores extranjeros y de sus entregadores vernáculos.

Publicaciones recientes del Proyecto Lemu:
Revista "Hoja X Hoja" N 21(Otoño-07)
"Calendario de los Bosques 2007"
"Aves del Bosque Andino-Patagónico"
"En la Patagonia NO" La Historia del Basurero Nuclear que no fue. (pedidos a

http://www.erasolorocanrol.com/lemu
http://www.changemakers.net/journal/02march

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