martes, mayo 15, 2007

Asamblea Mundial de los Jóvenes por la Seguridad Vial

Enviado por Lino Pizzolon

Estimados, esta es la Declaración que se leyó el día viernes 11 de mayo en varios países en simultáneo con las conclusiones y las propuestas de los jóvenes sobre la emergencia vial que se sufre día a día en todos los países. Es bueno que se difunda.

Recibes una llamada telefónica por la que te informan que tu amigo ha chocado con su automóvil cuando volvía a su casa de madrugada después de una fiesta y se encuentra gravemente herido.

Eres uno de los primeros en saberlo. Corres al hospital pero cuando llegas tu amigo ya ha muerto. Ni siquiera has podido despedirte de él. Debes informar a tu grupo de amigos que ha muerto un compañero, pero no sabes cómo hacerlo. Todos están destrozados.
Eres testigo de un accidente en una carretera secundaria. Dos niñas pequeñas que caminan al borde de la carretera son arrolladas por un vehículo que circula a gran velocidad. Tú y otros testigos buscáis desesperadamente cómo trasladarlas al hospital de la zona. Tardan más de una hora en llegar con ellas al hospital, sólo para descubrir que allí no disponen de medios para atenderlas. Ambas pequeñas mueren ese mismo día. Vuelves a casa traumatizado y deseando haber podido hacer algo más para salvarlas.

Formas parte de un grupo de escolares que sale de excursión. El autobús va lleno con más de 50 compañeros de curso sumamente excitados. El camino es largo y peligroso, las condiciones metereológicas son muy malas y el vehículo no tiene cinturones de seguridad. El conductor, que ha estado bebiendo, pierde el control en un terraplén y el vehículo se sale bruscamente de la carretera y cae en una zanja. Cuatro niños y tres niñas mueren instantáneamente, entre ellos uno de tus mejores amigos. Muchos otros están gravemente heridos.

Reflexiona un momento sobre estas tragedias... Todos los días mueren más de 3000 personas en accidentes de tráfico; muchas más sobreviven con secuelas que las marcan para siempre.
En una fracción de segundo, un accidente de tráfico cambia definitivamente la vida de alguien por la pérdida de seres queridos: padres y madres, hijos e hijas, hermanos y hermanas, nietos, colegas, compañeros de estudios o amigos. Todas y cada una de esas muertes causan inmenso dolor y sufrimiento. Algunas heridas emocionales nunca cicatrizan.

Ahora imagina que puedes retroceder en el tiempo e impedir que estas tragedias ocurran. Si tu amigo hubiera llevado puesto el cinturón de seguridad, si el vehículo no hubiera estado circulando a gran velocidad y su mantenimiento hubiese sido adecuado, si las niñas hubieran tenido un lugar más seguro para caminar y hubiera sido más fácil verlas, si el conductor del autobús no hubiese estado bajo los efectos del alcohol, si la ruta hubiera estado en mejor estado, si se hubiese contado con servicios médicos adecuados.... Se podrían haber hecho tantas cosas. No es posible retroceder en el tiempo y salvar a los que ya han muerto en las carreteras, pero sí impedir pérdidas innecesarias de vidas en el futuro.

Juntos, podemos hacer que los accidentes de tráfico pasen a la historia.

Declaración de los jóvenes sobre seguridad vial

Antecedentes

En todo el mundo, los traumatismos causados por el tránsito son la segunda causa de muerte, en orden de importancia, de los jóvenes de 10 a 24 años de edad. De los 1,2 millones de personas que anualmente pierden la vida en accidentes de tráfico, casi la tercera parte son jóvenes menores de 25 años. Más del 90% de los accidentes mortales ocurren en países de ingresos bajos y medianos. En estos países, las personas que con mayor frecuencia se ven involucradas en accidentes de tráfico son peatones, ciclistas, motociclistas y pasajeros, mientras que en los países de altos ingresos las víctimas son mayoritariamente conductores de automóviles. Se estima que en los países de ingresos bajos y medianos el costo de las lesiones por accidentes de tráfico es de alrededor del 1%-1,5% del producto nacional bruto y que en los países de altos ingresos llega al 2%. Si no se toman medidas, se prevé que las muertes por accidentes de tránsito aumentarán exponencialmente en los próximos años.

Introducción

Ante esta situación, nosotros, los jóvenes del mundo, futuros dirigentes y esperanza del mañana, nos hemos reunido en Ginebra, Suiza, los días 23 y 24 de abril de 2007, en la Asamblea Mundial de los Jóvenes sobre Seguridad Vial.
Hemos redactado y aprobado esta Declaración para que todos los jóvenes del mundo tomen conciencia del problema que plantean los traumatismos causados por el tránsito en el mundo, para demostrar nuestra voluntad de enfrentar este problema y para instar al mundo a tomar medidas para prevenir los accidentes de tráfico. Ya no podemos aceptar que nuestros amigos y familiares pierdan absurdamente la vida en una carretera. Como los traumatismos y las muertes por accidentes de tráfico se pueden predecir y, por lo tanto, prevenir, el mundo tiene la obligación de detenerlos.

Como víctimas potenciales de accidentes de tráfico, nosotros, los jóvenes del mundo, alzamos la voz para reclamar el derecho a viajar sin riesgo por las rutas del mundo. Como somos jóvenes y utilizamos con frecuencia las carreteras, sabemos cómo piensan nuestros compañeros, qué les gusta y qué rechazan, y el tipo de mensajes al que serán receptivos. Por lo tanto, debemos ser escuchados cuando se elaboren y apliquen iniciativas en materia de seguridad vial.

Nuestro compromiso

Nosotros, los jóvenes del mundo, respetamos la vida. Como se trata de algo tan frágil, debemos hacer todo lo posible por vivirla de un modo seguro y alentar a otros a que hagan lo mismo. Entendemos que la seguridad vial tiene tanta relación con un entorno vial seguro como con el comportamiento prudente de los conductores. Concretamente y en lo que hace a la seguridad vial en particular, somos plenamente concientes de lo importante que es la participación de los jóvenes para convertirla en una realidad. Llamamos a todos los jóvenes a tomar conciencia del alto riesgo que corren de verse involucrados en accidentes de tráfico en las carreteras. Los exhortamos a que se conviertan en modelos de conducta en las carreteras y promuevan la seguridad vial entre amigos y familiares, en especial entre los hermanos y hermanas menores. Específicamente, pedimos a todos los jóvenes que no conduzcan bajo los efectos del alcohol o las drogas, que eviten las altas velocidades, que no se comporten agresivamente en las carreteras, que usen casco cuando vayan en bicicleta o en moto, que se pongan el cinturón de seguridad en los automóviles, y que se cercioren de ser bien visibles cuando caminen o circulen en bicicleta por las carreteras. Además, los llamamos a pasar a la acción y participar en las campañas y los programas de seguridad vial nacionales e internacionales.
Como jóvenes dirigentes, es nuestra responsabilidad alzar la voz y cumplir el papel que nos corresponde para exigir seguridad en las carreteras de todo el mundo.
Sin embargo, nuestro esfuerzo aislado no basta. Por eso, hacemos un llamamiento a nuestros padres y tutores, a las escuelas y universidades, a las comunidades en las que residimos, a quienes elaboran las políticas de gobierno en los países, a las organizaciones comunitarias que se ocupan de la seguridad vial, a las empresas privadas, a los medios de comunicación, a las personalidades y al mundo del espectáculo, para que asuman su responsabilidad y colaboren con nosotros.

Padres y tutores

Nosotros, los jóvenes del mundo, recordamos a nuestros padres y tutores que el riesgo de morir en la carretera es muy alto para nosotros. De vosotros dependemos absolutamente cuando somos pequeños. No sois sólo nuestros padres y tutores, sino nuestros mentores y héroes. Os exhortamos a crear un entorno seguro para nosotros cuando viajemos por las carreteras, y a erigiros en modelos de comportamiento prudente en la carretera. A que enseñéis las normas de tránsito y las buenas prácticas de seguridad vial a nuestros hermanos y hermanas pequeñas, y a que cuando los llevéis en coche uséis los sistemas de protección para niños. Os pedimos que nos alertéis sobre nuestra vulnerabilidad como peatones y ciclistas desde pequeños, insistiendo en que usemos cinturones de seguridad, luces y cascos. Os pedimos que nos ayudéis cuando estemos aprendiendo a conducir y nos superviséis para que podamos adquirir experiencia en la conducción por carretera en diferentes situaciones (con lluvia, de noche, con tráfico). Os llamamos a colaborar para educar a una generación de usuarios responsables de las carreteras.

Centros de enseñanza

Nosotros, los jóvenes del mundo, consideramos que las instituciones educativas son muy importantes. En ellas adquirimos los conocimientos y habilidades necesarios para una vida feliz, sana y productiva. Por consiguiente, pedimos a las autoridades escolares y a los maestros que incluyan la seguridad vial en los programas de estudio desde los primeros cursos; que garanticen la seguridad en los caminos que llevan a la escuela y sus alrededores y en los autobuses escolares. Los instamos a que organicen periódicamente actividades relacionadas con la seguridad vial en las escuelas y nos den la oportunidad de participar en programas de seguridad vial. También llamamos a las autoridades universitarias a promover y elaborar cursos y programas de seguridad vial, y a realizar y publicar más investigaciones sobre la prevención de los traumatismos causados por el tránsito.

Dirigentes comunitarios

Nosotros, los jóvenes del mundo, apelamos a los dirigentes comunitarios para que creen comunidades seguras para todos. Creemos que el papel de las autoridades locales es fundamental para garantizar la seguridad vial y apoyar a los grupos que la promueven. Pedimos que no olviden a los supervivientes de accidentes de tráfico, que trabajen por mejorar la atención y los servicios para ellos, y que los involucren en campañas de sensibilización y otras iniciativas de seguridad vial. También los exhortamos a que fomenten la participación de los jóvenes en grupos e iniciativas de promoción de la seguridad vial en la comunidad. A los propietarios y encargados de bares, clubes y discotecas los exhortamos a servir alcohol de forma responsable.

Planificadores de políticas

Nosotros, los jóvenes del mundo, pedimos a los gobiernos que reconozcan que los traumatismos causados por el tránsito son un problema importante de salud pública y desarrollo y que otorguen a la seguridad vial más prioridad en las agendas políticas. Pedimos que lideren las iniciativas para garantizar la seguridad y la calidad de la infraestructura vial. En este sentido, los llamamos a proveer de medios de transportes públicos seguros y asequibles, para que el transporte público sea una opción al alcance de todos. También les exigimos que elaboren un plan nacional de seguridad vial y creen un organismo con funcionarios responsables de su coordinación y aplicación. Los exhortamos a promulgar normas de tránsito y garantizar su cumplimiento, y a aumentar los recursos financieros para mejorar la seguridad de las carreteras. Les exigimos que velen por que las víctimas de los accidentes de tráfico puedan acceder a la atención de emergencia y los servicios de salud a un costo razonable. Además, los instamos a que reconozcan la importancia de la participación de los jóvenes en la formulación de políticas viales y en su aplicación, y a que colaboren con otras jurisdicciones y organizaciones que trabajan por la seguridad vial.

Organizaciones comunitarias

Nosotros, los jóvenes del mundo, pedimos a las organizaciones comunitarias, entre ellas las organizaciones religiosas, deportivas y juveniles, que contribuyan a que nuestras familias y amigos conozcan mejor el alcance del problema de los accidentes de tráfico y los principales factores de riesgo para las personas. Como los traumatismos provocados por los accidentes afectan a los individuos, su núcleo de amigos y familia, y en última instancia a toda la comunidad, los alentamos a que promuevan la seguridad vial y busquen los canales más eficaces para que el mensaje llegue a sus destinatarios; a que involucren a los supervivientes de accidentes y a los jóvenes en los programas de prevención y a que apoyen las políticas eficaces. También los exhortamos a que colaboren en todo lo posible con otras organizaciones que trabajan por la seguridad vial.

Empresas privadas

Nosotros, los jóvenes del mundo, apelamos a la responsabilidad social de los directivos de las empresas privadas para que desarrollen productos seguros y los comercialicen con responsabilidad. La juventud y la mayor exposición al riesgo nos llevan a veces a algunos a buscar emociones fuertes, entre ellas la velocidad y el consumo de alcohol a la hora de conducir. Cuando la publicidad de vuestros productos muestra la velocidad como algo glamoroso y alienta el consumo excesivo de alcohol, ¡parece decirnos que somos inmunes a esos riesgos! En consecuencia, pedimos a los fabricantes de automóviles que destinen más recursos al desarrollo y la promoción de vehículos más seguros, y a las empresas de bebidas alcohólicas, que promocionen el consumo responsable de alcohol y no dirijan sus campañas publicitarias a los más jóvenes. Además, instamos a las compañías de seguros a que divulguen los beneficios del comportamiento prudente en rutas y carreteras, y a que elaboren políticas efectivas y eficientes en materia de seguros. También exhortamos a las empresas privadas que gestionan el transporte público a que garanticen en la mayor medida posible la seguridad de los vehículos y el comportamiento responsable de los conductores. Hacemos un llamamiento al sector privado en general para que colabore en la financiación de campañas de seguridad vial y adopte una política de conducción responsable para sus empleados.

Medios de comunicación

Nosotros, los jóvenes del mundo, somos muy sensibles a la influencia de los medios de comunicación, en especial a los que están orientados a los jóvenes, y al modo de vida que fomentan. Por eso, hacemos un llamamiento específico a los periodistas y directivos de medios de comunicación para que traten los traumatismos causadas por el tránsito como un problema global de salud y desarrollo que afecta a millones de personas cada año. Dependemos de ustedes para que nuestras voces sean escuchadas. En especial, pedimos que informen con responsabilidad y precisión sobre las consecuencias traumáticas de los accidentes de tráfico y que difundan anuncios sobre el comportamiento responsable en las carreteras con la misma frecuencia con que difunden anuncios comerciales. Los instamos a que utilicen los formatos más adecuados para atraer la atención de los jóvenes. También, a que promuevan la seguridad vial difundiendo las historias de los jóvenes que han sobrevivido a accidentes de tráfico y de sus familias, y destacando las mejores prácticas de seguridad vial. Los exhortamos a no incluir anuncios en los que se asocie velocidad y alcohol con glamour en los horarios en que los jóvenes ven la televisión.

Personalidades y mundo del espectáculo

Nosotros, los jóvenes del mundo, llamamos a los personajes famosos y al mundo del espectáculo a promocionar activamente la seguridad vial. A menudo, las celebridades del deporte, el cine, la música y el arte influyen sobre nuestro comportamiento. Por eso, llamamos a los artistas y famosos a tomar conciencia de su influencia sobre los jóvenes. Les pedimos que sirvan de modelo y fomenten comportamientos responsables, como usar siempre el cinturón de seguridad o el casco, no conducir bajo los efectos del alcohol ni sobrepasar los límites de velocidad, no sólo cuando estén actuando sino también en la vida real.

Vigencia de esta Declaración

En síntesis, los jóvenes del mundo declaramos nuestro compromiso de luchar activamente para que se cumplan las demandas expresadas en esta Declaración y asegurar así que tenga efectos concretos. No vamos a permitir que se transforme en letra muerta. Desde el mismo momento en que la aprobemos, esta Declaración dará la vuelta al mundo como una antorcha olímpica que llevarán los jóvenes de todos los continentes, que iluminará uno a uno los países y les hará escuchar la voz de jóvenes que llaman a actuar. Queremos que los caminos del mundo sean más seguros no sólo para nosotros, sino para todos y para las generaciones venideras.

'Adoptada por los delegados de más de 100 países durante la Asamblea Mundial de los Jóvenes sobre Seguridad Vial, Ginebra (Suiza), 2007.'

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