miércoles, mayo 09, 2007

Río Gallegos: El Gobierno mandó reprimir a los maestros. Hubo cuatro heridos


Por OPI Santa Cruz

Un hecho inédito en la historia de la ciudad y la provincia: la Gendarmería reprimió a la población civil que se manifestaba frente a la casa del presidente. El ambiente social se ha convulsionado. Se realizó un cabildo abierto para pedir la renuncia de Sancho y una misa con procesión a cargo de Romanín. El gremio rechazó la conciliación obligatoria y desde el interior se abona esta posición y se apuesta a profundizar las medidas en protesta por los hechos de esta madrugada.

El saldo de la represión ordenada por el gobierno es el siguiente: el Secretario de ADOSAC Ernesto Velázquez recibió un culatazo en la cabeza pegado con una Itaka por parte de un gendarme, perfectamente identificado por varias personas, frente a la casa del presidente; Juan Bolaños, fotógrafo fue golpeado en primer término por el Secretario privado del Vicegobernador Sancho "El gordo" Andrade, quien intentó quitarle su máquina para impedirle que fotografiara el avance de la Gendarmería y luego nuevamente golpeado por efectivos de Infantería cuando trabajaba frente a la casa del Ministro Varizat; Viviana Ceballos, asistente social, quien en la represión frente al domicilio de Kirchner recibió golpes en el estómago y Roberto Murúa, congresal docente quien en momentos en que trataba de separar a la gente del cordón policial, un efectivo desde atrás le pegó con su bastón en las piernas ocasionándole intenso dolor por lo que también fue remitido al nosocomio local.

Heridos y contusos

Todos terminaron en el Hospital Regional de Río Gallegos con heridas de distintas consideraciones que si bien no revisten gravedad, fue una muestra elocuente de la violencia indiscriminada que utilizó el gobierno para desplazar a la gente que perforó el vallado de gendarmería desplegado en calle Maipú y Errasuriz .

La represión comenzó frente al domicilio del presidente Kirchner cuando luego que los manifestantes llegaran allí y permanecieran tranquilos entonando cánticos y tocando los bombos, llegó al lugar el Comandante Caserotto de Gendarmería, quien impartió algunas órdenes que terminaron con el alistamiento al fondo de la calle Maipú de cinco filas de Gendarmes con equipos antimotines.

La orden fue avanzar sobre los manifestantes y así lo hicieron. Cuando llegaron al límite donde se encontraba la gente, los gendarmes ingresaron como cuña entre los manifestantes y el inmueble, formando cuatro filas que empujaban a la gente para desplazarla de los jardines que hay en la ancha vereda de 25 de Mayo y Maipú.

Otra vez pisaron el jardín

Fue allí cuando puntualmente se comenzaron a generar los problemas que terminaron con algunos heridos, entre ellos Velásquez y Viviana Ceballos. Una ambulancia que estaba allí trasladó a los heridos al Hospital donde fueron ingresados para su atención por el servicio de emergencia.

La gente, entonces, se desplazó hacia el hospital Río Gallegos para enterarse de la situación en que se encontraba Velásquez a quien habían sacado con una herida cortante en la cabeza.

Una vez enterados que el dirigente se encontraba atendidos, marcharon hacia la casa de Daniel Varizat para hacerle un escrache e ingresaron hasta en los jardines, punto donde se llevó adelante otro encuentro con la policía, esta vez con la Infantería y allí resultó herido Bolaños y Murúa.

Cabe señalar que a criterio de la gente, la represión de Gendarmería frente al domicilio del presidente, fue innecesaria por cuanto si bien habían llegado a invadir la vereda de la propiedad, en ningún caso agredieron al inmueble o a los efectivos que la protegían.

Sin embargo la llegada del grupo de choque al lugar enardeció a la gente que en algunos casos se mostró desafiante, más aún cuando algunos observaron que a 70 metros, en el fondo de la calle, se habían dispuesto efectivos con perros.

La presencia de alrededor de 300 gendarmes y no menos de 100 policías fue a todas luces una demostración de fuerza que no tuvo correlato con la amenaza que representaban los docentes que manifestaban frente al domicilio del presidente pidiéndole que renunciara Sancho y todo el gabinete.

Los dirigentes gremiales con los que hemos conversado, han manifestado su posición de sostener el paro, las marchas y las movilizaciones, no ceder ante la conciliación obligatoria y convocar a todo el pueblo para que salga a la calle en cada localidad de Santa Cruz a pedir por la democracia y el derecho de los trabajadores.

Se realizó un Cabildo abierto donde la gente pidió la renuncia de Carlos Sancho y su gabinete, luego una misa con el Obispo a la cabeza. (Agencia OPI Santa Cruz)

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