Enviado por Lamgen Patagonia
Una escena casi exótica se vivió el viernes frente a casa de gobierno. Un enorme pingüino de tres metros fue quemado en repudio a las políticas del presidente Kirchner. Hubo reclamos y batucada. Le recordaron al gobierno que los trabajadores siguen allí. Rechazaron el acto político en Río Turbio y criticaron al presidente por no haberse acordado antes de la necesidad de los mineros de su provincia.
En la tarde del viernes los docentes que habían convocado a una movilización, se reunieron en la sede local de la ADOSAC y de allí marcharon hasta las calles Roca y San Martín. Luego arribaron hasta la carpa de la dignidad y en ese lugar procedieron a quemar un enorme pingüino que tenía un gran cartel que decía " 2007: Santa Cruz perdió el miedo".
Unas 400 personas se dieron cita con bombos, redoblantes, pancartas y banderas en una tarde-noche teñida de blanco por la nieve intermitente que caía y a pesar de los 12 grados bajo cero que asolaban las calles de Río Gallegos.
Los cánticos y las consignas no dejaron de escucharse a lo largo de todo el trayecto. Enfundados en gruesas camperas, gorras de lanas, bufandas, guantes pero con enorme espíritu de protesta, los docentes reclamaron por justicia, por los salarios y la salida de los funcionarios que provienen de la administración anterior.
Río Turbio presente
Fundamentalmente se marcó la coincidencia de este día de protesta con el acto político realizado en Río Turbio y se recordó que allí mismo, frente a la casa de gobierno, hace seis años estuvieron los mineros pidiéndole al entonces gobernador Kirchner mejores condiciones de trabajo y salario " y estas puertas no se abrieron para los mineros. Sin embargo hoy se habla de inversiones y de mega proyectos pero nadie recuerda a los 14 compañeros muertos ", dijeron por el parlante a la vez que una integrante de la comunidad turbiense recordó al compañero Ramiro Marín fallecido el 19 de diciembre del 2005 en un accidente en la planta depuradora de YCRT a pocos meses de obtener su jubilación hecho que hasta hoy no se encuentra resuelto.
Por los altoparlantes remarcaron que los docentes estaban allí para que el gobierno no olvide que con lo prometido no alcanza. Resaltaron que es necesario conseguir un básico mínimo de 780 pesos, la caída del presentismo y el pago de todos los días de paro. De igual manera denunciaron que en algunos sectores se siguen realizando aprietes a los docentes y exigieron un compromiso de parte de las autoridades para que cesen las persecuciones.
El ritual
Como broche de oro en medio de la calle Alcorta, detrás de la carpa docente y frente a casa de gobierno, un enorme pingüino de unos tres metros de alto perfectamente logrado en sus formas anatómicas esperaba como un gran Rey Momo en su noche de fuego, que los manifestantes llevaran a cabo el ritual de la quema del muñeco como forma simbólica de hacer desaparecer las malas políticas que se han venido desarrollando en Santa Cruz y que han llevado a la sociedad a tener que salir a las calles. Esta fue más o menos la interpretación que se le dio al acto de la quema del muñeco, aclarando los organizadores que para nada se trataba de una ofensa hacia la especie, sino hacia el símbolo que eligió el presidente para enarbolar los logros de su gestión y presentar su proyecto político a nivel nacional.
La gran figura se consumió rápidamente debido a los materiales combustibles que se utilizaron para su construcción, bajo el fervoroso aplauso de los presentes, las canciones de protesta, los bomberos que alrededor estaban alertas por cualquier contingencias y el frenético rugir de los redoblantes que ponía a la escena muy cercana a un rito tribal. (Agencia OPI Santa Cruz)
Una escena casi exótica se vivió el viernes frente a casa de gobierno. Un enorme pingüino de tres metros fue quemado en repudio a las políticas del presidente Kirchner. Hubo reclamos y batucada. Le recordaron al gobierno que los trabajadores siguen allí. Rechazaron el acto político en Río Turbio y criticaron al presidente por no haberse acordado antes de la necesidad de los mineros de su provincia.
En la tarde del viernes los docentes que habían convocado a una movilización, se reunieron en la sede local de la ADOSAC y de allí marcharon hasta las calles Roca y San Martín. Luego arribaron hasta la carpa de la dignidad y en ese lugar procedieron a quemar un enorme pingüino que tenía un gran cartel que decía " 2007: Santa Cruz perdió el miedo".
Unas 400 personas se dieron cita con bombos, redoblantes, pancartas y banderas en una tarde-noche teñida de blanco por la nieve intermitente que caía y a pesar de los 12 grados bajo cero que asolaban las calles de Río Gallegos.
Los cánticos y las consignas no dejaron de escucharse a lo largo de todo el trayecto. Enfundados en gruesas camperas, gorras de lanas, bufandas, guantes pero con enorme espíritu de protesta, los docentes reclamaron por justicia, por los salarios y la salida de los funcionarios que provienen de la administración anterior.
Río Turbio presente
Fundamentalmente se marcó la coincidencia de este día de protesta con el acto político realizado en Río Turbio y se recordó que allí mismo, frente a la casa de gobierno, hace seis años estuvieron los mineros pidiéndole al entonces gobernador Kirchner mejores condiciones de trabajo y salario " y estas puertas no se abrieron para los mineros. Sin embargo hoy se habla de inversiones y de mega proyectos pero nadie recuerda a los 14 compañeros muertos ", dijeron por el parlante a la vez que una integrante de la comunidad turbiense recordó al compañero Ramiro Marín fallecido el 19 de diciembre del 2005 en un accidente en la planta depuradora de YCRT a pocos meses de obtener su jubilación hecho que hasta hoy no se encuentra resuelto.
Por los altoparlantes remarcaron que los docentes estaban allí para que el gobierno no olvide que con lo prometido no alcanza. Resaltaron que es necesario conseguir un básico mínimo de 780 pesos, la caída del presentismo y el pago de todos los días de paro. De igual manera denunciaron que en algunos sectores se siguen realizando aprietes a los docentes y exigieron un compromiso de parte de las autoridades para que cesen las persecuciones.
El ritual
Como broche de oro en medio de la calle Alcorta, detrás de la carpa docente y frente a casa de gobierno, un enorme pingüino de unos tres metros de alto perfectamente logrado en sus formas anatómicas esperaba como un gran Rey Momo en su noche de fuego, que los manifestantes llevaran a cabo el ritual de la quema del muñeco como forma simbólica de hacer desaparecer las malas políticas que se han venido desarrollando en Santa Cruz y que han llevado a la sociedad a tener que salir a las calles. Esta fue más o menos la interpretación que se le dio al acto de la quema del muñeco, aclarando los organizadores que para nada se trataba de una ofensa hacia la especie, sino hacia el símbolo que eligió el presidente para enarbolar los logros de su gestión y presentar su proyecto político a nivel nacional.
La gran figura se consumió rápidamente debido a los materiales combustibles que se utilizaron para su construcción, bajo el fervoroso aplauso de los presentes, las canciones de protesta, los bomberos que alrededor estaban alertas por cualquier contingencias y el frenético rugir de los redoblantes que ponía a la escena muy cercana a un rito tribal. (Agencia OPI Santa Cruz)
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario