Por Celia Fuente Buena
Creo que llegamos al punto en donde debemos aceptar que los adolescentes ya no son aquellos que transcurren una edad temprana entre los 14 y 21 años más o menos, sino aquellos mayores que adolecemos de sentido común y permanecemos por muchos años de vida dentro de una nube que muchas o todas las veces no nos permiten ver la totalidad de las cosas, en muchas oportunidades hablé de esto desde algunos distintos enfoques, pero parece muy difícil de comprender que hay que aceptar que debemos cambiar algunas o la mayoría de nuestros conceptos y actitudes.
Me molesta oír decir que nuestra juventud muestra desórdenes como exceso de alcohol, sexo o drogas, y me pregunto quiénes se favorecen con todo este laberinto que le ofrecen a los chicos. Son personas que ya tienen una edad que podría darles un poco de dignidad o coherencia a los que solo les interesa el negocio, pero no son los muchos sino los pocos a los que las autoridades tienen todas las herramientas para ponerles el orden, y lo que no hacen las autoridades, también lo podemos hacer los padres que en definitiva somos los responsables de haber traído esos seres al mundo.
Nadie se ocupa de crear espacios sanos que también pueden ser divertidos, sin perjudicar la salud energética, psíquica y física de nuestros jóvenes o niños. Hasta en los peloteros ya no se puede estar por el volumen de la música mezclada con el ruido de los juegos; mucho menos en una llamada "disco" donde entre el volumen de la música que deteriora cualquier oído, se ve potenciado con luces de todo tipo que puede llegar a alterar ciertas glándulas, y el alcohol o peor las mezclas que sin un mínimo de control se les vende, (y no me digan que es oferta y demanda como ya lo escuché), esto es lavarse las manos, lo que pasa es que es casi lo único que hay, miremos en nuestra pequeña ciudad que más tenemos?. Hay muchas cosas que se pueden hacer pero para eso debe haber una conciencia y gente que tenga capacidad para poner de manifiesto su creatividad basada en su inteligencia y honestidad.
No lloremos cuando ya es tarde. Generemos de nuestras instituciones proyectos prácticos y concretos pero no para guardarlos en los cajones sino para que se realicen. Tenemos una municipalidad y un Consejo Deliberante. Necesitamos concreción.. Hay mucha gente con ganas de hacer cosas, si se les da el lugar. También hay otros que están haciendo ya pero con mucho esfuerzo. Si los mayores no crecen los niños no se van a poder desarrollar. Y eso que todo está perdido son mentiras, todo se puede transformar.
Ser uno mismo
Centro Fuente Buena- Terapias Complementarias
Terapia Psicoenergética Flores de Raff-Masajes Holísticos-
Cursos-Talleres
Rivadavia 919-Esquel-Chubut-Patagonia
02945452527 centrofuentebuena@ciudad.com.ar
Creo que llegamos al punto en donde debemos aceptar que los adolescentes ya no son aquellos que transcurren una edad temprana entre los 14 y 21 años más o menos, sino aquellos mayores que adolecemos de sentido común y permanecemos por muchos años de vida dentro de una nube que muchas o todas las veces no nos permiten ver la totalidad de las cosas, en muchas oportunidades hablé de esto desde algunos distintos enfoques, pero parece muy difícil de comprender que hay que aceptar que debemos cambiar algunas o la mayoría de nuestros conceptos y actitudes.
Me molesta oír decir que nuestra juventud muestra desórdenes como exceso de alcohol, sexo o drogas, y me pregunto quiénes se favorecen con todo este laberinto que le ofrecen a los chicos. Son personas que ya tienen una edad que podría darles un poco de dignidad o coherencia a los que solo les interesa el negocio, pero no son los muchos sino los pocos a los que las autoridades tienen todas las herramientas para ponerles el orden, y lo que no hacen las autoridades, también lo podemos hacer los padres que en definitiva somos los responsables de haber traído esos seres al mundo.
Nadie se ocupa de crear espacios sanos que también pueden ser divertidos, sin perjudicar la salud energética, psíquica y física de nuestros jóvenes o niños. Hasta en los peloteros ya no se puede estar por el volumen de la música mezclada con el ruido de los juegos; mucho menos en una llamada "disco" donde entre el volumen de la música que deteriora cualquier oído, se ve potenciado con luces de todo tipo que puede llegar a alterar ciertas glándulas, y el alcohol o peor las mezclas que sin un mínimo de control se les vende, (y no me digan que es oferta y demanda como ya lo escuché), esto es lavarse las manos, lo que pasa es que es casi lo único que hay, miremos en nuestra pequeña ciudad que más tenemos?. Hay muchas cosas que se pueden hacer pero para eso debe haber una conciencia y gente que tenga capacidad para poner de manifiesto su creatividad basada en su inteligencia y honestidad.
No lloremos cuando ya es tarde. Generemos de nuestras instituciones proyectos prácticos y concretos pero no para guardarlos en los cajones sino para que se realicen. Tenemos una municipalidad y un Consejo Deliberante. Necesitamos concreción.. Hay mucha gente con ganas de hacer cosas, si se les da el lugar. También hay otros que están haciendo ya pero con mucho esfuerzo. Si los mayores no crecen los niños no se van a poder desarrollar. Y eso que todo está perdido son mentiras, todo se puede transformar.
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