Por ADIN
Von Wernich fue confesor del ex jefe de la policía bonaerense Ramón J. Camps, uno de los más fríos y perversos asesinos que ocupó el poder durante la sangrienta dictadura militar que asoló durante casi ocho años la Argentina. El cura católico deberá responder por siete homicidios y 41 casos de privaciones ilegales de la libertad y torturas.
@DIN, 5 de julio de 2007 - Hoy comenzará en La Plata, Argentina, el juicio oral y público contra el capellán católico de la Policía bonaerense Christian Federico Von Wernich. Von Wernich, detenido desde septiembre de 2003, fue confesor del ex jefe de la policía bonaerense Ramón J. Camps, uno de los más fríos y perversos asesinos que ocupó el poder durante la sangrienta dictadura militar que asoló durante casi ocho años la Argentina. Está acusado por su participación en 7 homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad durante la última dictadura militar, en cinco campos de concentración del "circuito Camps". Este circuito terrorista fue denominado así por el general Ramón Camps, jefe de la Policía bonaerense y gobernador de Buenos Aires, uno de los estrategas y ejecutor de la sangrienta represión que se abatió sobre la juventud argentina en los años de disctadura Militar. El circuito represivo dependía de la Jefatura de Policía de la provincia de Buenos Aires y comprendía los distritos de Arana, Brigada de Investigaciones y Comisaría 5º, todos del partido de La Plata, así como “Puesto Vasco” (en Bernal), el “Pozo de Quilmes” y el COT 1 de Martínez.
También se anunció que a las 9 hs, estará en los Tribunales de La Plata la diputada porteña electa Patricia Walsh. La prestigiosa dirigente estará en la sala donde dará comienzo el juicio al ex capellán policial Christian Von Wernich. Patricia Walsh es hermana de una desaparecida, ambas hijas del gigantesco escritor y periodista que tuvo la valentía de enfrentar públicamente a la dictadura militar en su momento de mayor fuerza. Y esto le costó la vida.
Los gobiernos nacional y bonaerense, en tanto, aseguraron ayer que está "garantizada la seguridad" de los testigos que desde hoy intervendrán en el juicio contra el cura católico acusado de torturador. Cabe señalar que han estado circulando por internet, celulares y otro tipo de medios de comunicación privados todo tipo de amenazas y declaraciones airadas de organismos que defienden la actuación de los genocidas.
Von Wernich no fue un cura más. Suboficial Inspector de la Policía bonaerense, según las denuncia de decenas de prisioneros que pasaron por los campos de concentración, usaba el poder que la Iglesia y la Policía le concedieron para inducirlos a confesar, para lo cual hacía un trabajo de persuación. Pero también torturó y asesinó a los detenidos ilegalmente, según numerosos testimonios, así como amenazó y extorsionó a sus familiares.
El juicio estará a cargo del Tribunal Oral Federal Nº 1, el mismo que el año pasado llevó adelante el proceso contra el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz. Las audiencias se desarrollarán los días lunes y jueves a partir del 5 de julio y hasta el 13 de septiembre, en la Sala de Audiencias del 1º piso del edificio de los Tribunales federales, ubicado en 8 y 50, en La Plata. Están previstas 16 audiencias, durante las que se escuchará el testimonio de 123 personas, que comenzarán a declarar a partir del martes 10 de julio (fecha modificada a partir del feriado del lunes 9 de julio).
Pero "a más de 30 años del más sangriento golpe de Estado de nuestra historia es inconcebible que aquellos que sumergieron al país en el más absoluto terror, aquellos que secuestraron, torturaron, asesinaron, robaron niños, sean juzgados de esta forma", se quejaron miembros de organizaciones de Derechos Humanos. Los organismos cuestionan que se realice un juicio contra un solo represor y acusándolo de un número limitado de delitos. Esto hace necesario que se multipliquen los esfuerzos y lleva a una enorme e injustificada demora en la obtención de justicia. De esta forma, el juicio actúa como una mecánica dilatoria y es un aporte más a la impunidad, dijeron los querellantes.
La dictadura militar dejó un país devastado. Se puso en marcha un plan sistemático de secuestros, desaparición, torturas y asesinatos. Se puso en marcha también un plan sistemático de apropiación de menores y de bebés nacidos en cautiverio. Los centros de detención que existieron en toda la extensión de Argentina, constituyeron el presupuesto material indispensable de la política de desaparición de personas. Fueron más de trescientos centros clandestinos de detención, por los que pasaron millares de hombres y mujeres, ilegítimamente privados de su libertad, en estadías que muchas veces se extendieron por años o de las que nunca retornaron.
En el juicio a Etchecolatz, por primera vez un tribunal reconoció que en nuestro país se cometió un genocidio y se condenó al entonces Director de Investigaciones de la Policía de Buenos Aires. Christian Federico Von Wernich fue una pieza clave de ese genocidio. Sin embargo para que ese genocidio se pusiera en marcha fueron necesario muchos más Etchecolatz y muchos más Von Wernich. En el caso del Circuito Camps, el mismo estuvo integrado por al menos 29 centros clandestinos de detención distribuidos en 9 partidos del conurbano bonaerense y de La Plata.
En este marco los organismos de derechos humanos siguen reclamando el Juicio a todos los genocidas y la Condena por todos los damnificados.
Von Wernich fue confesor del ex jefe de la policía bonaerense Ramón J. Camps, uno de los más fríos y perversos asesinos que ocupó el poder durante la sangrienta dictadura militar que asoló durante casi ocho años la Argentina. El cura católico deberá responder por siete homicidios y 41 casos de privaciones ilegales de la libertad y torturas.
@DIN, 5 de julio de 2007 - Hoy comenzará en La Plata, Argentina, el juicio oral y público contra el capellán católico de la Policía bonaerense Christian Federico Von Wernich. Von Wernich, detenido desde septiembre de 2003, fue confesor del ex jefe de la policía bonaerense Ramón J. Camps, uno de los más fríos y perversos asesinos que ocupó el poder durante la sangrienta dictadura militar que asoló durante casi ocho años la Argentina. Está acusado por su participación en 7 homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad durante la última dictadura militar, en cinco campos de concentración del "circuito Camps". Este circuito terrorista fue denominado así por el general Ramón Camps, jefe de la Policía bonaerense y gobernador de Buenos Aires, uno de los estrategas y ejecutor de la sangrienta represión que se abatió sobre la juventud argentina en los años de disctadura Militar. El circuito represivo dependía de la Jefatura de Policía de la provincia de Buenos Aires y comprendía los distritos de Arana, Brigada de Investigaciones y Comisaría 5º, todos del partido de La Plata, así como “Puesto Vasco” (en Bernal), el “Pozo de Quilmes” y el COT 1 de Martínez.
También se anunció que a las 9 hs, estará en los Tribunales de La Plata la diputada porteña electa Patricia Walsh. La prestigiosa dirigente estará en la sala donde dará comienzo el juicio al ex capellán policial Christian Von Wernich. Patricia Walsh es hermana de una desaparecida, ambas hijas del gigantesco escritor y periodista que tuvo la valentía de enfrentar públicamente a la dictadura militar en su momento de mayor fuerza. Y esto le costó la vida.
Los gobiernos nacional y bonaerense, en tanto, aseguraron ayer que está "garantizada la seguridad" de los testigos que desde hoy intervendrán en el juicio contra el cura católico acusado de torturador. Cabe señalar que han estado circulando por internet, celulares y otro tipo de medios de comunicación privados todo tipo de amenazas y declaraciones airadas de organismos que defienden la actuación de los genocidas.
Von Wernich no fue un cura más. Suboficial Inspector de la Policía bonaerense, según las denuncia de decenas de prisioneros que pasaron por los campos de concentración, usaba el poder que la Iglesia y la Policía le concedieron para inducirlos a confesar, para lo cual hacía un trabajo de persuación. Pero también torturó y asesinó a los detenidos ilegalmente, según numerosos testimonios, así como amenazó y extorsionó a sus familiares.
El juicio estará a cargo del Tribunal Oral Federal Nº 1, el mismo que el año pasado llevó adelante el proceso contra el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz. Las audiencias se desarrollarán los días lunes y jueves a partir del 5 de julio y hasta el 13 de septiembre, en la Sala de Audiencias del 1º piso del edificio de los Tribunales federales, ubicado en 8 y 50, en La Plata. Están previstas 16 audiencias, durante las que se escuchará el testimonio de 123 personas, que comenzarán a declarar a partir del martes 10 de julio (fecha modificada a partir del feriado del lunes 9 de julio).
Pero "a más de 30 años del más sangriento golpe de Estado de nuestra historia es inconcebible que aquellos que sumergieron al país en el más absoluto terror, aquellos que secuestraron, torturaron, asesinaron, robaron niños, sean juzgados de esta forma", se quejaron miembros de organizaciones de Derechos Humanos. Los organismos cuestionan que se realice un juicio contra un solo represor y acusándolo de un número limitado de delitos. Esto hace necesario que se multipliquen los esfuerzos y lleva a una enorme e injustificada demora en la obtención de justicia. De esta forma, el juicio actúa como una mecánica dilatoria y es un aporte más a la impunidad, dijeron los querellantes.
La dictadura militar dejó un país devastado. Se puso en marcha un plan sistemático de secuestros, desaparición, torturas y asesinatos. Se puso en marcha también un plan sistemático de apropiación de menores y de bebés nacidos en cautiverio. Los centros de detención que existieron en toda la extensión de Argentina, constituyeron el presupuesto material indispensable de la política de desaparición de personas. Fueron más de trescientos centros clandestinos de detención, por los que pasaron millares de hombres y mujeres, ilegítimamente privados de su libertad, en estadías que muchas veces se extendieron por años o de las que nunca retornaron.
En el juicio a Etchecolatz, por primera vez un tribunal reconoció que en nuestro país se cometió un genocidio y se condenó al entonces Director de Investigaciones de la Policía de Buenos Aires. Christian Federico Von Wernich fue una pieza clave de ese genocidio. Sin embargo para que ese genocidio se pusiera en marcha fueron necesario muchos más Etchecolatz y muchos más Von Wernich. En el caso del Circuito Camps, el mismo estuvo integrado por al menos 29 centros clandestinos de detención distribuidos en 9 partidos del conurbano bonaerense y de La Plata.
En este marco los organismos de derechos humanos siguen reclamando el Juicio a todos los genocidas y la Condena por todos los damnificados.
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