Enviado por Puerta E
Fue capellán de la Policía Bonaerense y confesor de su jefe, Ramón Camps; alguna vez, con el retorno democrático, advirtió, como un deseo, que los legisladores "hacían todo para que volvieran los militares"; dio misa en Chile hasta su detención el 3 de setiembre de 2003. Hoy, ataviado en su sotana, Christian Von Wernich se sentó frente al tribunal que lo juzga y escuchó los cargos por siete homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad cometidos en varios campos de concentración de la dictadura militar.
En el primer día del juicio oral que se lleva en su contra, que finalizó poco después de las 15.35 –y que continuará el martes de la semana próxima, desde las 10 de la mañana, cuando comience la ronda de testigos aportados por la querella–, el ex capellán tuvo la posibilidad de hablar y se negó a declarar y a responder preguntas por parte del tribunal que lo juzga. "No voy a declarar ni contestar preguntas", dijo Von Wernich cuando el titular del Tribunal Oral Federal (TOF), Carlos Rosanski, lo consultó sobre si iba a ejercer su derecho a la defensa.
Minutos antes, el ex sacerdote –que vestía cuello blanco sacerdotal– había empezado el trámite de la declaración indagatoria respondiendo a las preguntas personales. “Tengo una jubilación del ANSES de 250 pesos”, reveló el ex capellán cuando le preguntaron si eso le alcanzaba para vivir mientras estuvo en libertad. “También tenía ingresos por fuera de la Iglesia”, agregó.
Poco antes, tras la lectura de la requisitoria, la querella unificada solicitó la incorporación de pruebas consideradas "fundamentales", algunas de las cuales ya habían sido desestimadas por el Tribunal. También solicitó que "se visualice como factible la posibilidad de aplicar los tratados y convenciones sobre Genocidio de 1948". Ambas cuestiones motivaron que el Tribunal Oral Federal 1 resolviera pasar a un cuarto intermedio de 45 minutos.
En esta primera audiencia estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; su par de la provincial, Edgardo Binstock; Luis Zamora, Patricia Walsh; el secretario de la ATE provincia, Hugo Godoy, y Alejandro Incháurregui, del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses.
Los primeros asientos del recinto fueron ocupados por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en tanto en el sector de invitados de la defensa del ex capellán se observó la presencia de Cecilia Pando, esposa del destituído mayor Rafael Mercado y conocida por su apoyo a militares acusados por violaciones a los derechos humanos.
El arranque del juicio. Cuando el ex capellán ingresó a la sala, minutos después de las 11.30, desde afuera se escuchaban cánticos de los manifestantes que se congregaron en las puertas del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. " Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables" y "como a los nazis, les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar", pudo escucharse con nitidez.
Fuente http://www.perfil.com/contenidos/2007/07/05/noticia_0002.html
Fue capellán de la Policía Bonaerense y confesor de su jefe, Ramón Camps; alguna vez, con el retorno democrático, advirtió, como un deseo, que los legisladores "hacían todo para que volvieran los militares"; dio misa en Chile hasta su detención el 3 de setiembre de 2003. Hoy, ataviado en su sotana, Christian Von Wernich se sentó frente al tribunal que lo juzga y escuchó los cargos por siete homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad cometidos en varios campos de concentración de la dictadura militar.
En el primer día del juicio oral que se lleva en su contra, que finalizó poco después de las 15.35 –y que continuará el martes de la semana próxima, desde las 10 de la mañana, cuando comience la ronda de testigos aportados por la querella–, el ex capellán tuvo la posibilidad de hablar y se negó a declarar y a responder preguntas por parte del tribunal que lo juzga. "No voy a declarar ni contestar preguntas", dijo Von Wernich cuando el titular del Tribunal Oral Federal (TOF), Carlos Rosanski, lo consultó sobre si iba a ejercer su derecho a la defensa.
Minutos antes, el ex sacerdote –que vestía cuello blanco sacerdotal– había empezado el trámite de la declaración indagatoria respondiendo a las preguntas personales. “Tengo una jubilación del ANSES de 250 pesos”, reveló el ex capellán cuando le preguntaron si eso le alcanzaba para vivir mientras estuvo en libertad. “También tenía ingresos por fuera de la Iglesia”, agregó.
Poco antes, tras la lectura de la requisitoria, la querella unificada solicitó la incorporación de pruebas consideradas "fundamentales", algunas de las cuales ya habían sido desestimadas por el Tribunal. También solicitó que "se visualice como factible la posibilidad de aplicar los tratados y convenciones sobre Genocidio de 1948". Ambas cuestiones motivaron que el Tribunal Oral Federal 1 resolviera pasar a un cuarto intermedio de 45 minutos.
En esta primera audiencia estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; su par de la provincial, Edgardo Binstock; Luis Zamora, Patricia Walsh; el secretario de la ATE provincia, Hugo Godoy, y Alejandro Incháurregui, del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses.
Los primeros asientos del recinto fueron ocupados por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, en tanto en el sector de invitados de la defensa del ex capellán se observó la presencia de Cecilia Pando, esposa del destituído mayor Rafael Mercado y conocida por su apoyo a militares acusados por violaciones a los derechos humanos.
El arranque del juicio. Cuando el ex capellán ingresó a la sala, minutos después de las 11.30, desde afuera se escuchaban cánticos de los manifestantes que se congregaron en las puertas del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. " Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables" y "como a los nazis, les va a pasar, adónde vayan los iremos a buscar", pudo escucharse con nitidez.
Fuente http://www.perfil.com/contenidos/2007/07/05/noticia_0002.html
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