Fuente: Páginas del Sur
El especialista en problemáticas medioambientales, Antonio Brailovsky aseguró que la ubicación del tendido de la Represa Futaleufú sobre zonas pobladas es criminal. Advirtió sobre el alto riesgo de contraer cáncer por los campos electromagnéticos que generan dichas instalaciones.
Llegó ayer miércoles por la tarde, un día antes de su participación en el 6° Encuentro patagónico de Ciencias Sociales que organiza el Instituto Superior de Formación Docente Nº 809 de Esquel. No quiso descansar en el hotel reservado para su estadía, y si prefirió visitar la zona en compañía de sus anfitriones.
Antonio Elio Brailovsky es uno de los más reconocidos especialistas en temas medioambientales, sobre todo aquellos que involucran conflicto de intereses entre grandes empresas y las comunidades.
Los imponentes paisajes de la cordillera no nublaron la vista de un Brailovsky acostumbrado a escudriñar la realidad con los ojos de entendido en problemáticas ambientales.
Bastó con llevarlo a la Represa Futaleufú, distante 18 km. de Trevelin, para que su entendimiento se llenara de perplejidad: a tan sólo 10 kilómetros de la Central Hidroeléctrica, la pequeña Aldea Escolar es atravesada por torres de alta tensión, que hunden sus pies de hierros en los mismos patios de los habitantes de la zona. Sus enormes cables penden sobre las cabezas de los vecinos, y después de tantos años desde su instalación (casi treinta), ya forma parte del paisaje habitual para pobladores de la aldea, Trevelin o Esquel.
Para el Licenciado en Economía Política sin embargo no pasan desapercibidas y en forma contundente sostiene: “la manera en que esas torres de alta tensión están instaladas por encima de un área poblada, en mi opinión es criminal”.
Explica entonces que “en cualquier lugar del mundo las torres de alta tensión tienen un alambrado que impide que nadie se acerque. En otro lugar de Argentina y en otro lugar del planeta Tierra ustedes no pueden llegar a una torre de alta tensión”. Detalla en este sentido: “en todos lados hay una franja de seguridad de algunos cientos de metros donde no puede haber nada, y aquí hay viviendas, ganadería, debajo de la línea de alta tensión”.
Cáncer
“El riesgo de cáncer es muy alto” no duda en afirmar Brailovsky sobre la consecuencia directa de las líneas de alta tensión sobre las poblaciones que hoy recorre. Argumenta al respecto: “el hecho de que yo pueda decirle al dedo que se mueva y se mueve instantáneamente es por impulsos eléctricos. El que haya campos electromagnéticos tan grandes lleva a que las órdenes del organismo enloquezcan y lo que pasa cuando esto sucede es que hay células que empiezan a reproducirse locamente; en definitiva el cáncer es eso: células sobre las que el organismo perdió el control”.
Por ello, el licenciado sostiene: “habiendo un riesgo importante de aumento de los casos de cáncer, yo creo que la prioridad de la gente de la zona es que estas torres sean retiradas de la zona poblada y que haya un vallado de seguridad que impida cualquier acercamiento”.
“Con lo cual, yo creo que si el esfuerzo de la mina ya está suficientemente encaminado, valdría la pena empezar a volcar las energías sobre esas líneas de alta tensión” en referencia a la lucha que mantienen las poblaciones de la Comarca Andina contra los emprendimientos mineros contaminantes.
Quién se hace cargo
Brailovsky entiende que esta situación “la tiene que solucionar la empresa, la empresa que ha creado el problema”. Cabe recordar que el Complejo Hidroeléctrico fue proyectado por Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado en la década del ‘70. Fue realizado principalmente con el fin de proveer de energía eléctrica a la planta de aluminio a instalarse en la Ciudad de Puerto Madryn (hoy Aluar Aluminio Argentino S.A.I.C.).
En el año 1994 el Estado Nacional crea la empresa Hidroeléctrica Futaleufú S.A. para la explotación del complejo, otorgándole por un plazo de 30 años la concesión de la represa, y en el proceso de privatización implementado dentro del marco de la reforma del Estado y reestructuración del sector eléctrico en junio de 1995 enajena el paquete accionario de la sociedad. En la actualidad la composición accionaria de Hidroeléctrica Futaleufú S.A. es la siguiente: 60,20% Aluar Aluminio Argentino; 33,51% Provincia del Chubut; 6,29% otros.
Antonio Elio Brailovsky
Lic. en Economía Política. Facultad de Ciencias Económicas, UBA, 1969.
- Presidente del Movimiento Argentino Ecológico (1986-92).
- Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre de 1998 hasta diciembre de 2003.
- Profesor Titular de Psicología Organizacional y Ecosistemas. Posgrado en Psicología Organizacional. Universidad de Belgrano, Facultad de Humanidades, desde 1995.
- Profesor Titular de Biodiversidad y Reservas Naturales. Maestría en Derecho Ambiental, Universidad de Belgrano, 2004.
- Ha publicado centenares de notas periodísticas sobre temas de su especialidad. Columnista en los diarios La Nación y Clarín.
http://www.paginasdelsur.com.ar/
El especialista en problemáticas medioambientales, Antonio Brailovsky aseguró que la ubicación del tendido de la Represa Futaleufú sobre zonas pobladas es criminal. Advirtió sobre el alto riesgo de contraer cáncer por los campos electromagnéticos que generan dichas instalaciones.
Llegó ayer miércoles por la tarde, un día antes de su participación en el 6° Encuentro patagónico de Ciencias Sociales que organiza el Instituto Superior de Formación Docente Nº 809 de Esquel. No quiso descansar en el hotel reservado para su estadía, y si prefirió visitar la zona en compañía de sus anfitriones.
Antonio Elio Brailovsky es uno de los más reconocidos especialistas en temas medioambientales, sobre todo aquellos que involucran conflicto de intereses entre grandes empresas y las comunidades.
Los imponentes paisajes de la cordillera no nublaron la vista de un Brailovsky acostumbrado a escudriñar la realidad con los ojos de entendido en problemáticas ambientales.
Bastó con llevarlo a la Represa Futaleufú, distante 18 km. de Trevelin, para que su entendimiento se llenara de perplejidad: a tan sólo 10 kilómetros de la Central Hidroeléctrica, la pequeña Aldea Escolar es atravesada por torres de alta tensión, que hunden sus pies de hierros en los mismos patios de los habitantes de la zona. Sus enormes cables penden sobre las cabezas de los vecinos, y después de tantos años desde su instalación (casi treinta), ya forma parte del paisaje habitual para pobladores de la aldea, Trevelin o Esquel.
Para el Licenciado en Economía Política sin embargo no pasan desapercibidas y en forma contundente sostiene: “la manera en que esas torres de alta tensión están instaladas por encima de un área poblada, en mi opinión es criminal”.
Explica entonces que “en cualquier lugar del mundo las torres de alta tensión tienen un alambrado que impide que nadie se acerque. En otro lugar de Argentina y en otro lugar del planeta Tierra ustedes no pueden llegar a una torre de alta tensión”. Detalla en este sentido: “en todos lados hay una franja de seguridad de algunos cientos de metros donde no puede haber nada, y aquí hay viviendas, ganadería, debajo de la línea de alta tensión”.
Cáncer
“El riesgo de cáncer es muy alto” no duda en afirmar Brailovsky sobre la consecuencia directa de las líneas de alta tensión sobre las poblaciones que hoy recorre. Argumenta al respecto: “el hecho de que yo pueda decirle al dedo que se mueva y se mueve instantáneamente es por impulsos eléctricos. El que haya campos electromagnéticos tan grandes lleva a que las órdenes del organismo enloquezcan y lo que pasa cuando esto sucede es que hay células que empiezan a reproducirse locamente; en definitiva el cáncer es eso: células sobre las que el organismo perdió el control”.
Por ello, el licenciado sostiene: “habiendo un riesgo importante de aumento de los casos de cáncer, yo creo que la prioridad de la gente de la zona es que estas torres sean retiradas de la zona poblada y que haya un vallado de seguridad que impida cualquier acercamiento”.
“Con lo cual, yo creo que si el esfuerzo de la mina ya está suficientemente encaminado, valdría la pena empezar a volcar las energías sobre esas líneas de alta tensión” en referencia a la lucha que mantienen las poblaciones de la Comarca Andina contra los emprendimientos mineros contaminantes.
Quién se hace cargo
Brailovsky entiende que esta situación “la tiene que solucionar la empresa, la empresa que ha creado el problema”. Cabe recordar que el Complejo Hidroeléctrico fue proyectado por Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado en la década del ‘70. Fue realizado principalmente con el fin de proveer de energía eléctrica a la planta de aluminio a instalarse en la Ciudad de Puerto Madryn (hoy Aluar Aluminio Argentino S.A.I.C.).
En el año 1994 el Estado Nacional crea la empresa Hidroeléctrica Futaleufú S.A. para la explotación del complejo, otorgándole por un plazo de 30 años la concesión de la represa, y en el proceso de privatización implementado dentro del marco de la reforma del Estado y reestructuración del sector eléctrico en junio de 1995 enajena el paquete accionario de la sociedad. En la actualidad la composición accionaria de Hidroeléctrica Futaleufú S.A. es la siguiente: 60,20% Aluar Aluminio Argentino; 33,51% Provincia del Chubut; 6,29% otros.
Antonio Elio Brailovsky
Lic. en Economía Política. Facultad de Ciencias Económicas, UBA, 1969.
- Presidente del Movimiento Argentino Ecológico (1986-92).
- Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre de 1998 hasta diciembre de 2003.
- Profesor Titular de Psicología Organizacional y Ecosistemas. Posgrado en Psicología Organizacional. Universidad de Belgrano, Facultad de Humanidades, desde 1995.
- Profesor Titular de Biodiversidad y Reservas Naturales. Maestría en Derecho Ambiental, Universidad de Belgrano, 2004.
- Ha publicado centenares de notas periodísticas sobre temas de su especialidad. Columnista en los diarios La Nación y Clarín.
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