Enviado por Avkin Mapu
Se trata del sitio en donde integrantes de la comunidad Mapuche Takul-Cheuque, descendiente de Ismael Tacul, instalaron una casilla de madera, aduciendo que ese lugar les pertenece desde que sus ancestros se afincaron en el lugar alrededor de 1890. El juez recorrió el lugar y escuchó la descripción de María Fresia Tacul, de 80 años, quien nació y vivió en el lugar hasta que se casó. Poco después de eso, sus familiares fueron expulsados del lugar.
Por Mariano Colombo / El Cordillerano
El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Bariloche, Martín Lozada, quien instruye la causa por la presunta comisión del delito de usurpación contra familiares de Ismael Tacul e integrantes de la comunidad Mapuche Takul-Cheuque, visitó el lugar en el que estos, instalaron una precaria casilla de madera, a fin de reclamar la pertenencia de esas tierras ubicadas en la jurisdicción del Parque Municipal Llao Llao. El lugar denominado Villa Tacul, en honor a Ismael Tacul, antiguo habitante de esas tierras, comprende unas 625 hectáreas sobre la costa del lago Nahuel Huapi, distante a pocos kilómetros del prestigioso hotel Llao Llao, transitando por el denominado Circuito Chico.
De acuerdo a lo informado oficialmente por la municipalidad, todo comenzó el día sábado en horas de la mañana, cuando personal municipal del Parque Municipal Llao Llao detectó la presencia de unas veinte personas que construían una precaria vivienda.
Luego, la Asesoría Letrada del municipio, realizó una presentación escrita ante la fiscalía en turno, a cargo de Mirta Siedlecki, aunque por encontrarse de viaje, quien tomó la primera determinación, en subrogancia, fue el agente fiscal Eduardo Fernández, quien promovió la acción penal, solicitando al juez Lozada la investigación del caso.
Por ello, acompañado por el secretario Martín Govetto y la agente fiscal Siedlecki, el juez Lozada recorrió la zona, en donde María Fresia Tacul, de 80 años, explicó y describió como eran esas tierras por aquellas épocas. La mujer, nacida en el lugar, explicó que su padre había llegado al lugar alrededor del año 1900 y se afincó con su familia, dedicándose a la cría de animales y a la agricultura. Lozada, observó y recorrió cada una de las zonas.
Las tierras sobre las que los integrantes de la comunidad reclaman propiedad, pertenecían a Parques Nacionales, luego de que esta entidad desalojara a las comunidades originarias, aunque luego de la provincialización de Río Negro en 1955, el territorio municipal se amplió sobre tierras de Parques Nacionales en base a la sanción de la Ley Luelmo de 1958.
La venta que no fue
En la década del '70, vecinos barilochenses fueron los que apelaron por primera vez en la provincia al derecho de iniciativa popular contemplado en la constitución rionegrina. El motivo fue la sanción de una ordenanza municipal que habilitaba la venta de las tierras "ociosas" de Villa Tacul. Aunque el frustrado intento quedó en su segunda instancia por escasez de firmantes. Esa ordenanza -60-I-74-, fue aprobada por mayoría en el Concejo Municipal presidido por el justicialista Jacinto Ibáñez quien, por las disposiciones vigentes entonces, ejercía el poder Ejecutivo. Esa norma establecía la oferta en venta pública de las tierras fiscales, que los recursos generados serían destinados "a cubrir el déficit presupuestario" del año anterior hasta la suma de 4.838.000 pesos y el excedente, a obras públicas de infraestructura (agua, cloacas, pavimento). Luis Razza, en tonces concejal por el partido Nueva Fuerza, fue quien denunció que la norma encubría una venta mediante la cual las parcelas serían repartidas entre políticos y amigos de los gobernantes de turno, e incluso habló de planos del loteo con los nombres ya asignados a cada parcela.
Sin poder arribar al referéndum popular, el proceso de venta siguió sin interrupciones. Finalmente el destino de la controvertida ordenanza, fue decidido por el interventor militar Carlos Rito Burgoa quien, tras recibir una nota de vecinos de Llao Llao solicitando la anulación de la venta, la derogó por ordenanza -49-I-76- el 12 de mayo de 1976.
Zona intangible pero no tanto
La zona fue declarada intangible, a instancias de la entonces vice presidenta del Concejo, Nelly Frey y la norma fue sancionada unánimemente. Ordena regulaciones específicas de uso, como por ejemplo la imposibilidad de permanecer por la noche, la prohibición de hacer fuegos o extraer especies vegetales autóctonas.
Luego, la municipalidad reivindicó al Parque Municipal Llao Llao como área natural protegida, mediante una ordenanza del año 2000. Había sido creado en 1989, estableciéndolo sobre una superficie aproximada de 1.220 hectáreas, como área natural inalterable e inalienable, bosque silvestre de conservación recreativo y como patrimonio ecológico de la comunidad de Bariloche.
El comunicado enviado días atrás por el municipio, indica que "no es aceptable esta ocupación" y que "La Municipalidad de San Carlos de Bariloche está predispuesta al diálogo con los ocupantes para buscar una solución a este problema". Sin embargo en el lugar, si existen varias construcciones y el lugar está plagado de alambrados y carteles que anuncian propiedades privadas. Incluso parte de la costa está alambrada y con muelles construidos. Según indicaron desde la comunidad Takul-Cheuque, las propiedades pertenecen a distintos empresarios de apellidos ilustres tales como Beveraggi, Pérez Companc, Reynal y algunos magnates mexicanos.
En el sitio, ubicado en la parte Norte de la Península Llao Llao, existen unas diez propiedades, entre las que se destacan dos enormes mansiones ubicadas en la parte alta y que apuntaron, pertenecerían a dos magnates mexicanos. Para ellos, el área parece no ser intangible. También hay otros sitios por los que no se puede transitar, porque los alambrados, grandes tranqueras y los perros, no lo permiten.
También se observa en algunas de las propiedades, árboles que han sido apeados recientemente, flamantes viviendas y permanentes avances en distintas edificaciones.
Además, se observa un muelle de madera sobre una de las bahías del Nahuel Huapi y una embarcación privada de importantes dimensiones anclada en el lugar.
Cuidar el medio ambiente
Finalmente, luego de la visita, el juez Martín Lozada recomendó a los integrantes de la ocupación, especial atención en la preservación del medioambiente.
Fundamentalmente, en lo que tiene que ver con la preservación de las especies autóctonas que no podrán ser ni podadas ni taladas, no pueden hacer fuego y tampoco verter líquidos cloacales.
La familia Tacul
Los descendientes de la familia Tacul, destacaron que en 1902 le fue otorgado el permiso definitivo de Ley de Hogar para radicarse en una superficie de más de 600 hectáreas. Ellos afirman que procedieron a "ejercer nuevamente nuestro derecho en el territorio ancestral originario mapuche ubicado en la parte Norte de la Península Llao Llao, iniciando de esta manera el proceso de recuperación de nuestra historia e identidad, amparando para ello en nuestros derechos reconocidos en la legislación local, provincial, nacional e internacional".
Esta comunidad, está formada por unas seis familias con unos 125 integrantes.
La comunidad mapuche Takul-Cheuque esta conformada por seis familias, Tacul Cheuque (familia originaria) y sus descendientes Chino Tacul, Sánchez Tacul, Dominick-Tacul, Boock-Tacul y sus descendientes y son asesorados por las letradas Julieta Wallace y Laura Zanoni, además de integrantes del CODECI (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas).
Además de valiosísimas fotografías que avalan su presencia en el lugar desde los tiempos señalados, María Fresia Tacul de 80 años y Encarnación Tacul de 82, junto a toda la comunidad, mostraron ayer al juez Lozada la tumba de Emilio Tacul, sepultado en el lugar el 11 de noviembre de 1934, luego de una tuberculosis que acabó con su vida. También existe una tumba común en donde fueron enterrados dos pequeños gemelos que fallecieron también en los años '30.
Se trata del sitio en donde integrantes de la comunidad Mapuche Takul-Cheuque, descendiente de Ismael Tacul, instalaron una casilla de madera, aduciendo que ese lugar les pertenece desde que sus ancestros se afincaron en el lugar alrededor de 1890. El juez recorrió el lugar y escuchó la descripción de María Fresia Tacul, de 80 años, quien nació y vivió en el lugar hasta que se casó. Poco después de eso, sus familiares fueron expulsados del lugar.
Por Mariano Colombo / El Cordillerano
El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Bariloche, Martín Lozada, quien instruye la causa por la presunta comisión del delito de usurpación contra familiares de Ismael Tacul e integrantes de la comunidad Mapuche Takul-Cheuque, visitó el lugar en el que estos, instalaron una precaria casilla de madera, a fin de reclamar la pertenencia de esas tierras ubicadas en la jurisdicción del Parque Municipal Llao Llao. El lugar denominado Villa Tacul, en honor a Ismael Tacul, antiguo habitante de esas tierras, comprende unas 625 hectáreas sobre la costa del lago Nahuel Huapi, distante a pocos kilómetros del prestigioso hotel Llao Llao, transitando por el denominado Circuito Chico.
De acuerdo a lo informado oficialmente por la municipalidad, todo comenzó el día sábado en horas de la mañana, cuando personal municipal del Parque Municipal Llao Llao detectó la presencia de unas veinte personas que construían una precaria vivienda.
Luego, la Asesoría Letrada del municipio, realizó una presentación escrita ante la fiscalía en turno, a cargo de Mirta Siedlecki, aunque por encontrarse de viaje, quien tomó la primera determinación, en subrogancia, fue el agente fiscal Eduardo Fernández, quien promovió la acción penal, solicitando al juez Lozada la investigación del caso.
Por ello, acompañado por el secretario Martín Govetto y la agente fiscal Siedlecki, el juez Lozada recorrió la zona, en donde María Fresia Tacul, de 80 años, explicó y describió como eran esas tierras por aquellas épocas. La mujer, nacida en el lugar, explicó que su padre había llegado al lugar alrededor del año 1900 y se afincó con su familia, dedicándose a la cría de animales y a la agricultura. Lozada, observó y recorrió cada una de las zonas.
Las tierras sobre las que los integrantes de la comunidad reclaman propiedad, pertenecían a Parques Nacionales, luego de que esta entidad desalojara a las comunidades originarias, aunque luego de la provincialización de Río Negro en 1955, el territorio municipal se amplió sobre tierras de Parques Nacionales en base a la sanción de la Ley Luelmo de 1958.
La venta que no fue
En la década del '70, vecinos barilochenses fueron los que apelaron por primera vez en la provincia al derecho de iniciativa popular contemplado en la constitución rionegrina. El motivo fue la sanción de una ordenanza municipal que habilitaba la venta de las tierras "ociosas" de Villa Tacul. Aunque el frustrado intento quedó en su segunda instancia por escasez de firmantes. Esa ordenanza -60-I-74-, fue aprobada por mayoría en el Concejo Municipal presidido por el justicialista Jacinto Ibáñez quien, por las disposiciones vigentes entonces, ejercía el poder Ejecutivo. Esa norma establecía la oferta en venta pública de las tierras fiscales, que los recursos generados serían destinados "a cubrir el déficit presupuestario" del año anterior hasta la suma de 4.838.000 pesos y el excedente, a obras públicas de infraestructura (agua, cloacas, pavimento). Luis Razza, en tonces concejal por el partido Nueva Fuerza, fue quien denunció que la norma encubría una venta mediante la cual las parcelas serían repartidas entre políticos y amigos de los gobernantes de turno, e incluso habló de planos del loteo con los nombres ya asignados a cada parcela.
Sin poder arribar al referéndum popular, el proceso de venta siguió sin interrupciones. Finalmente el destino de la controvertida ordenanza, fue decidido por el interventor militar Carlos Rito Burgoa quien, tras recibir una nota de vecinos de Llao Llao solicitando la anulación de la venta, la derogó por ordenanza -49-I-76- el 12 de mayo de 1976.
Zona intangible pero no tanto
La zona fue declarada intangible, a instancias de la entonces vice presidenta del Concejo, Nelly Frey y la norma fue sancionada unánimemente. Ordena regulaciones específicas de uso, como por ejemplo la imposibilidad de permanecer por la noche, la prohibición de hacer fuegos o extraer especies vegetales autóctonas.
Luego, la municipalidad reivindicó al Parque Municipal Llao Llao como área natural protegida, mediante una ordenanza del año 2000. Había sido creado en 1989, estableciéndolo sobre una superficie aproximada de 1.220 hectáreas, como área natural inalterable e inalienable, bosque silvestre de conservación recreativo y como patrimonio ecológico de la comunidad de Bariloche.
El comunicado enviado días atrás por el municipio, indica que "no es aceptable esta ocupación" y que "La Municipalidad de San Carlos de Bariloche está predispuesta al diálogo con los ocupantes para buscar una solución a este problema". Sin embargo en el lugar, si existen varias construcciones y el lugar está plagado de alambrados y carteles que anuncian propiedades privadas. Incluso parte de la costa está alambrada y con muelles construidos. Según indicaron desde la comunidad Takul-Cheuque, las propiedades pertenecen a distintos empresarios de apellidos ilustres tales como Beveraggi, Pérez Companc, Reynal y algunos magnates mexicanos.
En el sitio, ubicado en la parte Norte de la Península Llao Llao, existen unas diez propiedades, entre las que se destacan dos enormes mansiones ubicadas en la parte alta y que apuntaron, pertenecerían a dos magnates mexicanos. Para ellos, el área parece no ser intangible. También hay otros sitios por los que no se puede transitar, porque los alambrados, grandes tranqueras y los perros, no lo permiten.
También se observa en algunas de las propiedades, árboles que han sido apeados recientemente, flamantes viviendas y permanentes avances en distintas edificaciones.
Además, se observa un muelle de madera sobre una de las bahías del Nahuel Huapi y una embarcación privada de importantes dimensiones anclada en el lugar.
Cuidar el medio ambiente
Finalmente, luego de la visita, el juez Martín Lozada recomendó a los integrantes de la ocupación, especial atención en la preservación del medioambiente.
Fundamentalmente, en lo que tiene que ver con la preservación de las especies autóctonas que no podrán ser ni podadas ni taladas, no pueden hacer fuego y tampoco verter líquidos cloacales.
La familia Tacul
Los descendientes de la familia Tacul, destacaron que en 1902 le fue otorgado el permiso definitivo de Ley de Hogar para radicarse en una superficie de más de 600 hectáreas. Ellos afirman que procedieron a "ejercer nuevamente nuestro derecho en el territorio ancestral originario mapuche ubicado en la parte Norte de la Península Llao Llao, iniciando de esta manera el proceso de recuperación de nuestra historia e identidad, amparando para ello en nuestros derechos reconocidos en la legislación local, provincial, nacional e internacional".
Esta comunidad, está formada por unas seis familias con unos 125 integrantes.
La comunidad mapuche Takul-Cheuque esta conformada por seis familias, Tacul Cheuque (familia originaria) y sus descendientes Chino Tacul, Sánchez Tacul, Dominick-Tacul, Boock-Tacul y sus descendientes y son asesorados por las letradas Julieta Wallace y Laura Zanoni, además de integrantes del CODECI (Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas).
Además de valiosísimas fotografías que avalan su presencia en el lugar desde los tiempos señalados, María Fresia Tacul de 80 años y Encarnación Tacul de 82, junto a toda la comunidad, mostraron ayer al juez Lozada la tumba de Emilio Tacul, sepultado en el lugar el 11 de noviembre de 1934, luego de una tuberculosis que acabó con su vida. También existe una tumba común en donde fueron enterrados dos pequeños gemelos que fallecieron también en los años '30.
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario