viernes, octubre 19, 2007

Acto en Esquel: 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2007

Por Roberto Lewis

Envío el texto con lo que finalizó el acto del 17 de octubre de 2007 realizado luego de la colocación de recordatorios ante el busto del Gral Perón en la avenida Holdich. Este acto se celebró en el salón de la COOP 16 y finalizó luego de escuchar estas palabras dichas por mí.

Cuando hace unas semanas atrás algunos compañeros, hermanos de militancia, buenos amigos comprometidos con el sentir peronista me invitaron a decir algunas palabras en esta fecha les pregunté desde donde querían ellos escuchar a un viejo militante con más de 35 años de actuación en la causa nacional y ellos me pidieron que lo hiciera desde el corazón porque la mayoría de los asistentes a este acto iban a ser jóvenes que han comenzado a transitar el camino de una pasión con 62 años en la historia de la patria y vaya si nos han ocurrido cosas en estos 62 años de lucha.

Por lo que para mì se convirtió este convite en una doble responsabilidad:
1) hablarles desde y con el corazón
2) ajustarme a la verdad histórica de acuerdo a mis convicciones para transmitirles como una suerte de “trasvasamiento generacional” los principios y verdades con las que se gesta el movimiento nacional, social y popular más grande de América Latina.

La génesis del 17 de octubre de 1945 tiene varias vertientes reconocidas pero es indudable que el 04 de junio del 43 que, con el acceso al poder de un golpe militar encabezado por E. J. Farrell se coloca al frente de la Vicepresidencia y de la Secretaría de Trabajo y Previsión al entonces Coronel Juan Domingo Perón y allí se abrió el camino para la confluencia de los sectores-actores de aquellos días.

La burguesía nacional favorecidos por la crisis económica mundial del 29 había permitido el crecimiento de fuerzas productivas industriales haciendo que modestos talleres se ampliaran y crecieran alcanzando muchos de ellos el nivel de pequeñas y medianas fábricas y con ellas un empresariado nuevo de capital nacional, sustentado en el mercado interno cuyo desarrollo había sido asfixiado durante décadas por el régimen semicolonial del Imperio Británico (teoría rivadaviana).

Este empresariado nacional fue hijo de la inmigración con escasa conciencia histórica, con remedo de pautas de la clase terrateniente.

Junto con el desarrollo de esta burguesía nacional surge una clase obrera industrial, que comienza a sindicalizarse para satisfacer la demanda de mano de obra.

Los obreros de la carne y frigoríficos y la naciente y gloriosa UOCRA fueron las primeras experiencias sindicales. Los trabajadores pertenecían a actividades artesanales, había gremios de costureras, zapateros, panaderos, mecanicos y de cada una de las actividades laborales o eran empleados de servicios públicos, ferroviarios, portuarios, empleados de comercio o estatales.

Este crecimiento industrial en el conurbano de las grandes ciudades argentinas había atraído al desocupado pleno y al trabajador temporario de las provincias más pobres gestando otro personaje que buscaba su expresión política y a quien se le cerraban sistemáticamente las puertas de los partidos políticos tradicionales más preocupados por el divorcio o la enseñanza laica que de las necesidades del pueblo a lo que se agregaba su consecuente aliadofilia (pro británica y pro yanqui) donde se abrazaban el PC argentino, los radicales antiirigoyenistas con lo más granado del liberalismo oligárquico que pretendían una Argentina inmersa en el conflicto mundial donde ellos defendían la libertad y las tropas que enviaría la Patria a combatir en Europa iban a ser los mismos que dejaron sus vidas y su sangre cada vez que la oligarquía terrateniente necesitó hombres en armas para defender sus privilegios. Es decir, los pobres, los necesitados, los humildes, los que al decir de Sarmiento “eran nada más que sangre de gauchos”.

El Ejército Nacional cuyos rasgos esenciales en esa época eran una fuerte vocación industrialista, desconfianza hacia los sectores políticos responsables de la década infame (1930-1943) y un profundo antibritanismo.

Muchos oficiales habían sido dados de baja por el grupo Justista.

Y estos actores se encuentran en un gran frente nacional o frente único antiimperialista, cada uno con sus objetivos, sus coincidencias y disidencias y el escenario donde se suelda el acuerdo es la Secretaría de Trabajo y Previsión, donde un coronel de rostro aindiado, criollo de pura cepa, oscuro, sienta en la mesa a los representantes del nuevo empresariado y a los lideres sindicales que expresaban a los nuevos trabajadores de la industria. Y desde allí el coronel J.D.Peròn comienza su titánica tarea de dignificaciòn popular, nacional; comienza la lucha por la Justicia Social, la independencia económica y la soberanía política.

En 1944 conoce a Eva Duarte y los dos como media parte de una medalla se amalgaman en un proyecto nacional, popular, antiimperialista y revolucionario para quebrar el viejo país agropecuario y oligárquico y lanzar a la Argentina por un camino nuevo, liberación nacional, crecimiento industrial, desarrollo del mercado interno, estatización e impulso de áreas estratégicas, pacto social, pleno empleo, redistribución del ingreso nacional a favor de los trabajadores y una profunda y avanzada legislación social.

En los primeros meses de 1945 arrecian los ataques de la oligarquía, los partidos tradicionales socialistas, comunistas, conservadores, liberales, radicales y demo progresistas convienen una coalición antiperonista y como líder de ellos el embajador de los Estados Unidos Spruille Braden quien en un acto de pocos antecedentes de intromisión en los asuntos internos de un país anfitrión convoca en septiembre de 1945 a una “marcha de la constitución y de la libertad” en Plaza Francia.

El 12 de octubre Perón es detenido y trasladado a la isla Martín García, una profunda congoja predomina en las barriadas populares.

Eva lo acompaña y vuelve a Bs. As y convoca a los líderes sindicales, quizás al más representativo de ellos el compañero Cipriano Reyes y juntos, fábrica por fábrica, taller por taller, casa por casa, llevan el mensaje de Perón: “toda la clase obrera debe estar frente al capitalismo y a la oligarquía que nos ataca”.

Y ahora sí el 17 de octubre de 1945 se produce la más maravillosa marcha del pueblo argentino.

Son innumerables las anécdotas de ese día, miles de seres humanos, obreros, humildes con los hijos a cuestas, descansan sus pies cansados por la marcha en las fuentes de la Plaza de Mayo.

Raúl Scalabrini Ortiz lo define como el subsuelo de la patria sublevado, en realidad define las banderas que el peronismo mantiene en alto ante el concierto de los pueblos libres.

La plaza llena de Liberación Nacional y rumiando detrás de las ventanas la clase dominante, representantes de la dependencia, acusando a los miles de ciudadanos de negros, cabecitas negras y-o aluvión zoológico, sin darse cuenta que sobre el cielo de la plaza, junto con los miles de compatriotas también volaba la energía de Moreno, Belgrano, San Martín, Bolívar, Artigas, Sucre, Rosas, Dorrego, Felipe Varela, el Chacho Peñaloza, Pancho Ramírez, Facundo Quiroga, el Gral. Guemes y tantos otros patriotas que dieron lo mejor de sí por esta tierra.

Dejo a ustedes aunque yo lo sé el nombre de Darwin Passaponti, baleado en ese histórico día y cuando alguno de ustedes, dentro de un tiempo me diga quién lo mató y desde dónde, habrán comenzado a entender como se posicionaron las fuerzas en la Argentina del 45 preanunciando tristes y maravillosos días que se extienden hasta hoy en luchas entre uno y otro sector.

Y luego los 9 años de felicidad del pueblo argentino con el sinnúmero de hechos concretos en todos los órdenes para mejorar la calidad de vida de todos, hasta que un 16 de septiembre de 1955 los mismos de siempre mediante un golpe artero, la revolución fusiladora, tratan de borrar no solamente los hechos a favor del pueblo sino todo vestigio que tuviera que ver con Perón y con Eva.

La experiencia del peronismo en esos años ha sido la mayor experiencia socialista que haya habido nunca en la Argentina (Zitolema). Y allí comienza la Resistencia, una ebullición que aumentará con el transcurso de los días y que tendrá como expresión significativa una reacción heroica por parte del pueblo que contaba en su alma nada más ni nada menos que con 10 años de gobierno realmente nacional y popular, profundamente humanista y cristiano, que razonablemente retorcía a la oligarquía especuladora y rastrera.

Es ese mismo pueblo peronista que no solo soporta la caída de su líder sino que meses antes, el 16 de junio, carga la cruz de un bombardeo a Plaza de Mayo, un día de semana, en hora pico, con más de 300 muertos entre los que figuraban mujeres, niños, ancianos, peronistas y antiperonistas, hombres, mujeres….. compatriotas.

Más de 17 años de lucha, huelgas, hambre, fusilamientos, desapariciones, muertos, pero por sobre todo, un profundo compañerismo solidario son los que un 17 de noviembre de 1972 conquistan el retorno a la patria del Gral. Perón.

Durante muchos años nos quisieron convencer a los peronistas que el movimiento nacional había sido superado como expresión política, en la década del 90 el peronismo con el silencio cómplice de intelectuales, militantes y gobernantes fue incorporado por su conducción a las internacionales primero socialcristiana y luego conservadora de Thatcher y Reagan. Ahora, una vez más, en vez de resolver la contradicción principal DE PATRIA O COLONIA optaron alegremente por esta última abandonando las responsabilidades emergentes de reconstruir una patria justa, libre y soberana. Para el poder dominante y entreguista siempre ha sido facil conseguir Rivadavias, Urquizas, Lavalle, Roca, Uriburus, Rojas, Aramburu, Lonardi, Videla, Martinez de Hoz, Cavallos, Menem o De La Rua

Aunque parezca un eslogan el pensamiento de Perón sigue vivo porque siguen vivas las condiciones de desamparo y claudicación que originaron la irrupción del movimiento hace 62 años, quien no sólo se convirtió en principal sostenedor del país sino en la expresión misma de la identidad y la cultura política nacional.

Por estas razones el peronismo que siempre fue un movimiento nacional, popular y revolucionario, desconoce la terminología de los países centrales y sus personeros locales que pretenden vestir el traje de lo políticamente correcto para seguir la parodia de los cambios sin que nada se mueva al mejor estilo gatopardista.

Si el peronismo debe seguir vivo como expresión política de las mayorías populares lo decidirá el pueblo. Nunca necesitamos los peronistas los encuestadores para predicar conciencia y sembrar doctrina, lo hacemos por compromiso con el pueblo y convicción profunda y revolucionaria en la necesidad de reconstruir un modelo de país solidario.

Los ejes fundamentales del proyecto nacional liderado hoy por el presidente Kirchner son:
a) La clara inserción en el proceso independentista y por la unidad latinoamericana.
b) Un proceso de redistribución de la riqueza donde el titular del Ejecutivo se plantó con firme iniciativa contra el poder económico.
c) Haber colocado los Derechos Humanos en el centro del debate nacional, junto con una fuerte negativa a reprimir el conflicto social.

Frente a tal construcción se erigen dos tipos de oposiciones: los sectores que lo critican desde la izquierda y aquellas fuerzas que claman y reclaman por la república mancillada y la calidad institucional deficiente.

De la oposición de izquierda no voy a hablar demasiado en este acto, habida cuenta que muchos de sus movimientos, agrupaciones y cuasipartidos están empecinados en difundir en nuestro pueblo la creencia que militar en el hemisferio peronista es propio de corruptos. Esterilizan de tal modo el abnegado espíritu militante de sus activistas en aventuras sólo puramente discursivas que siempre hallan como beneficiaria a la derecha más cerril.

Del lote de fuerzas que reivindican la pureza republicana se pueden decir muchas cosas pero ninguna elogiosa. Su única chance electoral radica en que se profundicen las desventuras populares. En el invierno pronostican dificultades energéticas terribles y no analizan que estas dificultades energéticas que no ignoramos se deben quizás a un quinquenio de crecimiento económico continuo.

Son habitualmente serviles con respecto a las empresas privatizadas extranjeras y oblicuamente presionan por la suba de tarifas y vuelven a enarbolar el fenómeno inflacionario: lo dicho, solo pueden crecer en la medida en que se agraven los sufrimientos populares, parecen aves carroñeras.

Jamás podrá leerse en sus discursos mención alguna a las grandes empresas que aumentan los precios para mantener su insaciable tajada en el reparto del ingreso nacional. En sus dichos y omisiones demuestran cuál es la fuerza que diseña sus discursos: el poder económico responsable real del incremento de precios que ha comprendido que no puede torcer el destino de esta elección pero sí trata de condicionar a la futura titular del Poder Ejecutivo Nacional.

La segura elección de Cristina permitirá consolidar los avances logrados y si las condiciones de organización popular son propicias ir por lo que no se ha avanzado: profundizar más radicalmente la distribución equitativa de la renta, frenar el saqueo de nuestras riquezas naturales, la liquidación de los bosques en beneficio de empresarios nacionales y transnacionales. Recrear un nuevo pacto social con inclusión de todos. Es por eso que necesitamos Chubutenses en el congreso: acompañar a Mario Pais, Rosa Chiquichano y al Lolo Morejon es sentar a nuestra gente del pago chico para contribuir a un interesante proyecto de pais.

Vienen años de mucho trabajo y mucho compromiso, es preciso construir el movimiento político nacional que se plantee concientemente la realización de estos objetivos.

Sólo hace un mes los chubutenses decidimos la reelección de Mario Das Neves y de cada uno de los intendentes. Y cómo les duele el 70% de los votos. Saben que los peronistas podemos cambiar la realidad económica y social de la gente y aunque lo que voy a decir parezca fuera de contexto: al agravio de los mismos de siempre organizando “listas negras en contra de los trabajadores, desconociendo principios constitucionales básicos y leyes vigentes se les debe oponer la resistencia que nos legaron nuestros mayores”.

Durante muchos años descreí del PERONOMETRO, suerte de aparato que medía la calidad militante. Pero saben qué? el peronòmetro existe, se llama Doctrina Nacional Peronista y como decía Perón “frente a las doctrinas existentes hay que oponer la doctrina peronista porque a una doctrina sólo se la puede vencer con otra doctrina mejor” y es ahí donde está la clave: o se piensa como peronista, se actúa como peronista, se gobierna como peronista o no se es peronista.
Cuál es el objetivo de esconderle al pueblo una doctrina que lo protege, lo dignifica y lo enaltece? Ellos, los enemigos del pueblo, lo saben. Continuar esclavizando y usando el esfuerzo y las penurias del pueblo en beneficio de unos pocos.

MÁS POBRES MENOS Y MÀS RICOS.

Al comienzo de esta humilde síntesis histórico política les decía que sobre el cielo de la Patria aquél 17 de octubre de 1945 volaban los ideales de nuestros próceres. Y desde hace muchos 17 se suman más y más compañeros que nos acompañan con su ejemplo desde otros estratos. Hoy, en todos los actos recordatorios del 17, no tengo dudas deben estar JJ Valle, Tanco, Cogorno, Ibaceta, los fusilados de los basurales de José León Suárez en el 56; Julio Troxler. Los más de 30.000 compañeros que se jugaron en cada una de las encrucijadas que les planteó la liberación nacional, por allí deben andar Carlos Mujica, el Obispo Angelelli, Arturo Jauretche los más de 1000 compatriotas de Malvinas del 82, heroicos guerreros anti imperialistas. José Ignacio Rucci y Saúl Ubaldini, John William Cook, César Marcos, Cacho El Kadri y tantos otros hèroes. Porque los peronistas no hablamos de mártires, hablamos de héroes, hombres y mujeres de carne y hueso que con sus ideales a cuestas fueron víctimas inocentes de genocidios muchas veces pactados en otras tierras.

En las afueras del aeropuerto de La Habana había un cartel que decía: “Hoy 20 millones de niños en el mundo duermen en la calle, con hambre y con frío, solos. NINGUNO ES CUBANO”. Espero algún día ver un cartel en las afueras del aeropuerto de Ezeiza que diga lo mismo NINGUNO ES ARGENTINO. Y también que nuestros viejos, jubilados, pensionados, luego de una vida de sacrificios, puedan pasar sus últimos años con decoro, con su derecho pleno a la salud, con dignidad y el día que los acompañemos a su tumba (destino inexorable de los seres humanos) lo hagamos con la conciencia en paz de haber cumplido con ellos.

Jóvenes compañeros, la última parte de mi mensaje es exclusivamente para ustedes: sientan sus ideas en el corazón, piensen, investigen, estudien, lean, no crean todo lo que se les dice, y una vez que definan su rumbo se van a dar cuenta que jugarse por el prójimo, por el que no puede, por el que no sabe, por el que no tiene a veces ni lo más mínimo necesario para desarrollarse como ser humano conlleva una filosofia de vida que los va a satisfacer profundamente “ser peronista es libertar al ser universal que nos habita”.

Buena suerte compañeros, por una Patria justa, libre y soberana. Vamos por mas.

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