Foto: Predio y de la vivienda donde vivió la familia Mapuche Mendoza - Paillacán durante, donde vivieron durante más de 20 años. Avda. Avellaneda y Vuelta de Obligado, frente al Barrio 133 viviendas de Esquel.
Por Gustavo Manuel Macayo
El día 20 de noviembre le restituyeron a Eduardo Benito Mendoza los bienes que habían quedado en depósito judicial desde el desalojo que sufrió el 30 de octubre pasado.
Después de mucho esfuerzo, consiguió transportarlos y guardarlos en casa de amigos, ya que hasta ahora no tiene un lugar propio donde vivir.
No obstante, hubo faltantes de algunas cosas que son de su propiedad, que no fueron inventariadas durante el lanzamiento, y que tampoco fueron restituidas por no encontrarse más en el predio.
Desde ya que fue una situación muy dolorosa tanto para Benito como para los que estuvimos acompañándolo ese día en el lugar y ayudando a retirar las cosas de la casita (gallinas, leña, ropas, guitarra, muebles diversos, herramientas de trabajo, semillas, tocadiscos); una especie de despedida forzada de su hogar después de más de 20 años de tejer una vida individual y también familiar, seguramente con innumerables vivencias y afectos que se truncaron.
Nuestro Poder Judicial parece estar muy bien preparado para garantizar el derecho a la propiedad privada de algunos, (aún cuando tenga aspectos dudosos) pero muy poco dispuesta a resguardar el derecho a la vida, a la vivienda, a la salud y sobre todo a la cultura y a la dignidad de las personas humildes, carentes, y menos aún si son mapuches.
Lo peor de todo es que hay muchas personas y familias que viven a diario situaciones semejantes, pero que nunca llegan a tener difusión pública, sobre todo si ocurren en el ámbito rural.
Actualmente Benito se encuentra en casa de amigos. No obstante, gracias a la gestión de personas de buena voluntad, le han ofrecido alguna ayuda social por parte de instituciones municipales. Pero se encuentra muy abatido por todo lo que le pasó y le está pasando.
Más información: Desalojo mapuche en Esquel
El día 20 de noviembre le restituyeron a Eduardo Benito Mendoza los bienes que habían quedado en depósito judicial desde el desalojo que sufrió el 30 de octubre pasado.
Después de mucho esfuerzo, consiguió transportarlos y guardarlos en casa de amigos, ya que hasta ahora no tiene un lugar propio donde vivir.
No obstante, hubo faltantes de algunas cosas que son de su propiedad, que no fueron inventariadas durante el lanzamiento, y que tampoco fueron restituidas por no encontrarse más en el predio.
Desde ya que fue una situación muy dolorosa tanto para Benito como para los que estuvimos acompañándolo ese día en el lugar y ayudando a retirar las cosas de la casita (gallinas, leña, ropas, guitarra, muebles diversos, herramientas de trabajo, semillas, tocadiscos); una especie de despedida forzada de su hogar después de más de 20 años de tejer una vida individual y también familiar, seguramente con innumerables vivencias y afectos que se truncaron.
Nuestro Poder Judicial parece estar muy bien preparado para garantizar el derecho a la propiedad privada de algunos, (aún cuando tenga aspectos dudosos) pero muy poco dispuesta a resguardar el derecho a la vida, a la vivienda, a la salud y sobre todo a la cultura y a la dignidad de las personas humildes, carentes, y menos aún si son mapuches.
Lo peor de todo es que hay muchas personas y familias que viven a diario situaciones semejantes, pero que nunca llegan a tener difusión pública, sobre todo si ocurren en el ámbito rural.
Actualmente Benito se encuentra en casa de amigos. No obstante, gracias a la gestión de personas de buena voluntad, le han ofrecido alguna ayuda social por parte de instituciones municipales. Pero se encuentra muy abatido por todo lo que le pasó y le está pasando.
Más información: Desalojo mapuche en Esquel
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