martes, noviembre 20, 2007

El costado seco de las presas: Futaleufú redujo en un 40 por ciento su producción de energía

Por Puerta E
Foto: Bahía Mansa. 28 de agosto de 2007

Responsables de la Central Futaleufú confirmaron a Puerta E que, en lo que va del "año hidrológico", los aportes de la cuenca fueron menores en un 39,9 por ciento al valor medio histórico. El dato se completa con un informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA) que muestra fuertes caídas en la generación energética en otros puntos de la Patagonia como consecuencia de la sequía. A los cuestionamientos por su incidencia en el medioambiente, las hidroeléctricas suman ahora una significativa baja en su rendimiento

Mientras que en la Patagonia florecen los proyectos hidroeléctricos (La Elena, El Portón, Los Monos y la lista sigue), un informe elaborado por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA) deja en evidencia el “costado seco” de las presas: la central hidroeléctrica Futaleufú –ubicada en el Parque Nacional Los Alerces– redujo su producción de energía en un 45,6 por ciento.

Esta información fue publicada el 14 de este mes por el diario Río Negro en una nota donde se indica además que, por “la sequía”, la generación de electricidad en las centrales hidráulicas del Comahue, en Neuquén, cayó un 43,3 por ciento.

Al ser consultado por Puerta E sobre esta situación, un representante de la hidroeléctrica Futaleufú aseguró desconocer “las referencias tomadas por esta autoridad de aplicación (CAMMESA)” a la hora de elaborar el informe. No obstante confirmó la fuerte caída en la generación de energía en la presa local.

Para el año hidrológico (01/04/2007 al 31/03/2008), a la fecha los aportes de nuestra cuenca son menores en un 39,9 por ciento al valor medio histórico”, indicó el referente de la Central, tras lo cual completó: “en cuanto a la generación anual considerando el año calendario (01/01/2007 al 01/01/2008) es menor en un 26% respecto al año anterior para igual período”.

20 metros en tres meses

La situación de la presa Futaleufú había quedado evidenciada en una nota publicada en agosto pasado por el periódico Páginas del Sur de Esquel (reproducida por Puerta E) donde se daba cuenta que el nivel del lago Amutui Quimey había bajado 20 metros en tres meses.

El trabajo –realizado por el periodista Dante Lobos– destacaba que el embalse artificial que provee de agua a la Central Hidroeléctrica Futaleufú registró, el 1º de abril, un valor inicial de 492,50 metros sobre el nivel del mar. Mientras que el parte diario de operaciones del martes 14 de agosto indicaba que la cota del embalse Huemul era de 472,22 metros sobre el nivel del mar, es decir, 20,28 metros por debajo del nivel inicial.

En ese momento, los responsables de la presa atribuyeron el problema a “un invierno seco, con pocas lluvias o aguas pluviales retenidas en forma de nieve y hielo a lo largo de la cuenca, por un lado; desde principios de mayo una fuerte demanda energética, requerida por el Sistema Interconectado Nacional, con Buenos Aires como destino principal de lo exportado”, y tras esto aclaraban: “de esta manera, se produce un desequilibrio entre lo que demanda de agua la represa y lo que naturalmente ingresa al embalse, produciendo un descenso de nivel”.

Si bien la situación tendió a mejorar con la llegada de la primavera –el parte de hoy martes indica que la cota del embalse Huemul es de 481,56 metros sobre el nivel del mar, es decir 10,99 metros por debajo del nivel inicial–, los datos brindados por los representantes de la hidroeléctrica dejan en evidencia que este año la presa Futaleufú redujo fuertemente su producción.

Oferta acotada

El informe de CAMMESA sostiene que “como todo indica que las condiciones se mantendrán durante el verano, hay más motivos para pensar que la crisis energética nacional se profundizará en los próximos meses porque la oferta de energía térmica está sumamente acotada en su crecimiento”.

En este orden, el trabaja destaca que “durante el mes pasado, el conjunto de los generadores de la zona del Comahue aportaron sólo el 6,8 por ciento de la producción nacional de electricidad”, siempre según los datos aportados por CAMMESA. Cuando “la participación de las poderosas hidroeléctricas de la región llegó a ser de hasta el 25 por ciento, incluso en tiempos de crisis”.

La nota apunta que “de las tres grandes fuentes de electricidad que tiene el país, la que más creció fue la nuclear, que en octubre mejoró su producción en un 45,8 por ciento”.

La ecuación no cierra

En un escenario donde la escasez de agua se erige como una de las principales amenazas para la humanidad y donde la desertificación avanza masticando la tierra patagónica, cabría preguntarse (o cabría que los responsables se pregunten) si vale la pena destruir ríos y lagos, inundar tierras fértiles y poblados y corromper el ecosistema, en pos de estos megaproyectos hidroeléctricos que, al final de cuentas, ni siquiera cumplen con las expectativas de producción para las que fueron construidos. Otros mecanismos de generación energética, menos invasivos del medioambiente y más eficaces, esperan su turno.

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