lunes, noviembre 12, 2007

A Osian Hughes: Querido “Galenso”

Por Heraldo R. González

Hoy 11 de Noviembre de 2007, como todos los días, en los primeros minutos, recibo las noticias que trae “El Chubut”.

Miro los titulares, veo los acontecimientos y como invariablemente lo realizo con cierto temor, comienzo por la página final, donde aparecen los viajeros que en su paso por este bendito globo de ilusiones que algunos llama terráqueo, deciden continuar su viaje celestial para unirse al coro de excelsos al que aspiramos escuchar en el futuro los que nos quedamos aquí.

Dije temor y analizando esta expresión me doy cuenta de que en realidad, es egoísmo de perder alguien que queremos aferrar a nuestro lado como amigo cuando el otro Supremo lo precisa.

Osian, repetidas veces te dije que ambicionaba grabar tu voz para que me acompañara cuando la nostalgia me embargase, así la vencería al guiar mis pensamientos a los lugares y los elementos de ensueño de esta bendita patagonia que amabas y describías su esencia en relatos y canciones. No pude cumplir esta pasión.

Me parece que fue ayer que viniste a visitarme y atrapo Norma tu imagen y la mía.

¿Preanunciaste tu partida? ¡Sólo puedo divagar al mirarte a mi lado!

Ayer, pensaba intensamente en ti luego de anunciarme tú probable operación- ¿Ya te estabas despidiendo? ¡¡Perdóname!!

Volviendo un poco mas atrás, hace tres años nos visito Roberto “KOLLA” Chavero, me pediste que querías conocerlo y recuerdo que el 11 de noviembre de 2004 en tu chacra, ¡lo agasajaste! Al tocar entre otros temas lo que habías vos compuesto para homenajear su Tata; don Atahualpa Yupanqui.

Osian; ayer te diste cuenta que tu adorada colonia galesa y tu amada tierra patagónica te quedaba chica, así que decidiste levantar vuelo en nuevas huellas para que escuchen tu pregón ensalzando las bellezas de esta parte del país.

Yo te ruego de que asumas el papel de un emisario de esta tierra del “Chupat”, de las “Norias” y del “Molino” que nos dio las lecciones de concordia entre galeses y aborígenes y “para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino” y pregones junto a Don Ata a través del “Canto del viento” robustecer la confraternidad Nacional.

Desde hoy cada vez que escuchemos la música el viento sabremos que junto a Don Ata serán los envíos de mensajes de amor que cubrirá y protegerá a esta bendita Nación Argentina. Cuando aullé el vendaval será el grito desgarrado que debemos escuchar de ese dúo que llorando nos dirá que algún rumbo deberemos corregir.

Feliz viaje y a cantar recordando lo que diste.

Ruddy
Heraldo R. Gonzalez
Trelew, Chubut, 11/11/2007 6:06

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