Fuente: Diario Clarín
Por: Rodolfo Lara
El Tribunal Oral Federal Nº 1 de esta ciudad, adjudicó a Christian Von Wernich responsabilidad como "torturador y asesino" en el sistema de represión ilegal de la última dictadura militar, con utilización de su condición de eclesiástico para la comisión de los delitos.
En los fundamentos de la condena del cura a reclusión perpetua por crímenes de lesa humanidad, el Tribunal Federal citó ayer que "formaba parte de torturadores itinerantes (en los centros clandestinos de detención)". El presidente del cuerpo, Carlos Rozanski, citó en la lectura que "un sacerdote que se maneja con autoridad ante los carceleros, entrando y saliendo a su antojo de las celdas, no es un torturador cualquiera, es uno calificado".
"Christian Federico Von Wernich es un torturador y asesino que integró un plan criminal y para llevar adelante su tarea utilizó los hábitos sacerdotales de la Iglesia Católica Apostólica Romana, autoatribuyéndose una misión pastoral", sostuvo Rozanski.
El ex capellán de la bonaerense es el primer miembro de ese culto condenado por delitos cometidos durante la última dictadura.
Los testimonios involucraron al cura por su presencia en episodios de apremios ilegales en la comisaría 5ta. de La Plata, en la División Cuatrerismo de Arana -a pocos kilómetros de la capital bonaerense- y en otros centros clandestinos de detención. Le atribuyeron un rol protagónico en la recopilación de información a los detenidos, a través de la confesión, un sacramento que el cura vulneró en beneficio de los represores. "Para que te hacés golpear, decí lo que sabés y te salvás", era uno de sus consejos recurrentes. Según el fallo, el sacerdote "privó a las víctimas incluso del infierno, que al menos, da alguna clase de esperanza".
El 9 de octubre, el tribunal que integraron, además de Rozanki, los jueces Norberto Lorenzo y Horacio Insaurralde, condenó al ex capellán a la pena de reclusión perpetua por los delitos de lesa humanidad en el marco de del genocidio ocurrido en el país entre 1976 y 1983. De la comprobación de los hechos surge que Von Wernich fue partícipe necesario en la privación ilegal de la libertad agravada de treinta y cuatro personas, y de la aplicación de tormentos agravados a cinco personas; coautor en la aplicación de tormentos agravados a veintiséis personas, y coautor de las libertades agravadas y homicidios triplemente calificados de siete jóvenes. La autoría de los homicidios es por la ejecución del llamado "Grupo de los siete", formado por Liliana Galarza, Magdalena y Pablo Mainer, Cecilia Idiart, Domingo Moncalvillo, Nilda Salomone y María del Carmen Morettini.
Von Wernich sólo ingreso a la sala para la comunicación formal del trámite.
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