miércoles, febrero 27, 2008

Crítica del documental “A cielo abierto” en Ñ

Por Carlos Ruiz *

Una crónica de la resistencia de los pobladores de Famatina e la torpeza de los funcionarios públicos.

Por: Mabel Díaz Mayorga

El zoom de Google Earth se acerca velozmente. Muestra rústicas texturas al señalar en orden casi lineal, la ubicación de las minas El Veladero (en San Juan), Bajo La Alumbrera (en Catamarca) y Famatina (en La Rioja). A partir de allí la cámara se mueve entre el paisaje de alta montaña, con sus verdes valles y sembradíos diversos. Un cartel sobre una muestra de artesanías, introduce el tema"Defendamos la salud de nuestros hijos. No a la minería a cielo abierto". Así comienza A Cielo Abierto, un documental de 90 minutos, que recientemente estrenara su realizador, Carlos Ruiz, periodista y documentalista. Allí aborda la resistencia de los pobladores de Famatina y Chilecito (al oeste de La Rioja) para impedir la explotación de oro del cerro Famatina a través de métodos acusados de contaminantes.

"La idea de la película –explica Ruiz a Ñ – surgió a partir de las jornadas de resistencia a la continuidad de la Barrick Gold de Argentina, la empresa canadiense que iba a explotar Famatina. Creo que desde la lucha de los caudillos en el s. XIX para acá, ésta es una de las movilizaciones más importantes que hubo en La Rioja".

En el filme, entre otras muchas cosas, se lo ve a Hernán Celorrio, titular de Barrick en el país, explicando el proceso utilizado en San Juan para transformar en mega explotaciones el material sólido en líquido, con cianuro y grandes cantidades de agua. La historia bien podría ser la de cualquier provincia argentina donde se desarrollan proyectos mineros similares. Sin embargo marca la diferencia el hecho de que en La Rioja todavía no se llegó a la etapa de explotación, por lo que cobra fuerza la resistencia firme y tenaz de carácter preventivo. La protagonizan los pueblos al pie del nevado de Famatina, que dependen del agua de sus ríos para desarrollar las principales actividades económicas de subsistencia, como la agricultura y, en menor escala, la ganadería.

Es imperdible la asamblea de vecinos en la que se debaten las formas de resistir la actividad de la mina, y la intervención de funcionarios durante el gobierno del geólogo Angel Maza, quienes, para asombro de todos, terminan admitiendo que en la redacción del Código Minero Argentino "obviaron el tema del uso del cianuro", en concreto: no se dieron cuenta de prohibirlo como sustancia tóxica para la vida humana.

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/02/22/01613247.html
* Director de Cielo Abierto
qarlosruiz@gmail.com

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