Por Romina Ferraris para Páginas del Sur
La detención de los docentes de Río Pico por tenencia de marihuana y el tratamiento desmedido que los medios le dieron al caso dispararon la discusión. A las cartas de lectores que reflexionaban acerca del tema, el domingo se sumó una nota publicada en el diario nacional “Crítica”, en la que señala que se persigue a consumidores pero que no se combate el narcotráfico. Luego del artículo, Páginas del Sur, charló con referentes de la oposición y representantes de seguridad.
El malestar estaba latente desde el inicio del verano pero el vaso rebalsó hace pocas semanas, cuando dos docentes de la localidad de Río Pico fueron detenidos por tenencia de marihuana. La noticia tomó una dimensión desmedida en los medios de comunicación, incluso a nivel nacional, y ese tratamiento generó la reflexión de varios ciudadanos esquelenses que plantearon la necesidad de una discusión de fondo sobre el consumo personal, el estado de las leyes actuales, la invasión a la privacidad, la condena pública por ese hecho privado y los excesos de las autoridades policiales.
Las misivas también abrieron otro debate conexo: la insistencia de las fuerzas de seguridad en perseguir a los turistas, en su mayoría mochileros, que ingresaron a la ciudad con algunos gramos de marihuana o un cigarrillo de esa sustancia.
Lo cierto es que estos hechos y sus consecuencias pusieron al descubierto una realidad tabú de la que muy pocos se atreven a opinar, pero que no pasó inadvertida para el flamante diario “Crítica”, el nuevo producto del periodista Lanata, que por ahora sólo circula en versión digital.
La nota hace alusión al caso Río Pico y advierte que los dirigentes de la oposición y los abogados defensores de los ahora ex detenidos tienen la misma preocupación: “Que la política antidrogas oficial invade la privacidad y no combate el problema de fondo: el narcotráfico en la Patagonia, una de las regiones del país en donde el consumo de drogas es más elevado”.
“La principal queja es que los investigadores acosan a las personas para detectar si consumen drogas y hasta se alienta la delación desde la página oficial del Gobierno”, cita el texto (que incluye un link hacia esa web) en el que además se destaca que “los vecinos que creen que esos procedimientos esconden otras intenciones son muchos más y lo denuncian en el blog participativo Puerta E”.
Llegado a este punto de la narración, la nota se centra justamente en el caso de Esquel, donde “está el epicentro de los reclamos”. Aparece aquí la opinión del concejal del Frente Vecinal, Osvaldo González Salinas, quien afirmó: “El temor que se percibe es la violación a la privacidad. Es como volver a la época en que estábamos todos en libertad condicional".
Señala el artículo, que “a pesar de la cantidad de procedimientos Paulo Núñez, jefe de la División Drogas Peligrosas de la policía en Esquel, reconoció que no se incautó un volumen importante: apenas 130 gramos de marihuana en lo que va de la temporada”.
La visión local
Abierto el debate, Páginas del Sur salió a buscar voces locales. El edil González Salinas amplió sus declaraciones y advirtió que aún falta un debate serio a nivel sociedad en el que se plantee “por qué hay adicciones legales y otras ilegales, por qué se permiten las adicciones al alcohol y al tabaco y otras no” y reflexionó: “acá el problema es que hay una invasión a la privacidad porque primero se invade y después resulta que es para consumo, algo que no tiene que importarle a nadie”.
No obstante, el concejal por el Frente Vecinal destacó que “lo bueno de esto es que permite que se hable del tema porque tenemos miedo de hablar, muchos padres no se animan a tocar el tema con los hijos, hay un temor contenido que me preocupa. Y esto no significa que yo esté defendiendo el consumo sino que creo que cada uno con su vida privada hace lo que quiere”.
Pero González Salinas fue más allá al indicar que “la política antinarcóticos es una hipocresía, meten en cana al mochilero cuando todos saben, aunque no haya denuncias concretas, quiénes comercian y no pasa nada. Nadie se mete con los peces gordos, esto es una cortina de humo para tapar otras cosas”.
Por otro lado, el concejal adelantó que está pensando plantear el tema en la hora de preferencia cuando vuelvan las sesiones ordinarias en marzo y destacó la valentía de los docentes que escribieron cartas de lectores a partir del caso Río Pico. “Fueron muy valientes, no sé si yo me hubiera animado”, comentó.
El Ejecutivo, en tanto, por ahora se llamó a silencio.
Del lado de la ley
Del lado de las fuerzas de seguridad fue más difícil rescatar opiniones. El titular de la Subdelegación local de la Policía Federal, subcomisario Gabriel Gaitán, le explicó a este medio que no podía emitir opinión sobre el tema porque para eso primero “tendría que pedir autorización al Ministerio del Interior”, y acotó: “no me permiten hacer declaraciones porque hay una estructura jerárquica”.
Distinta fue la postura del jefe del Escuadrón 36 de Gendarmería, comandante principal Ricardo Maidana. Pese a que especificó que sobre el artículo de Crítica “no voy a opinar porque cada uno es libre de pensar o decir lo que quiera y soy respetuoso de lo que se piensa”, aclaró que Gendarmería “responde a las políticas del Ministerio del Interior” y negó que los controles sean más exhaustivos que en otros lugares. “Lo mismo que se hace acá se hace en todas las provincias porque responde a una normativa nacional; hacemos controles coordinados con la policía provincial y personal de Migraciones cuando es algo integral”, indicó Maidana.
“No voy a ejercer atribuciones que no me corresponden y me cuesten 25 años de carrera. Yo hago los controles de ruta de acuerdo a las normativas que tienen que ver con la prevención, ya sea por transporte de estupefacientes o porque estamos buscando un delincuente que se escapó en otro lugar”, declaró el Comandante, quien además apuntó que cuando se hace un procedimiento y se encuentra a una persona con drogas, “la Gendarmería no tiene la facultad de decidir si es para consumo o no, tenemos que pedir testigos y el que determina es el juez. Lo mismo sucede en la Portada. No es que estemos persiguiendo a nadie, la ley lo establece así. Nadie quiere que se vulnere la privacidad y sabemos que hay cosas que pueden incomodar, pero nosotros no podemos determinar; sólo somos cumplidores de las normas”.
En este sentido, Maidana enfatizó: “mi función es cuidar a la población de Esquel dentro de mis posibilidades, y nosotros aplicamos las leyes sin transgredir la normativa. Sé que existen otras discusiones que son de fondo, pero en todo caso eso lo tiene que discutir el Poder Legislativo”.
La detención de los docentes de Río Pico por tenencia de marihuana y el tratamiento desmedido que los medios le dieron al caso dispararon la discusión. A las cartas de lectores que reflexionaban acerca del tema, el domingo se sumó una nota publicada en el diario nacional “Crítica”, en la que señala que se persigue a consumidores pero que no se combate el narcotráfico. Luego del artículo, Páginas del Sur, charló con referentes de la oposición y representantes de seguridad.
El malestar estaba latente desde el inicio del verano pero el vaso rebalsó hace pocas semanas, cuando dos docentes de la localidad de Río Pico fueron detenidos por tenencia de marihuana. La noticia tomó una dimensión desmedida en los medios de comunicación, incluso a nivel nacional, y ese tratamiento generó la reflexión de varios ciudadanos esquelenses que plantearon la necesidad de una discusión de fondo sobre el consumo personal, el estado de las leyes actuales, la invasión a la privacidad, la condena pública por ese hecho privado y los excesos de las autoridades policiales.
Las misivas también abrieron otro debate conexo: la insistencia de las fuerzas de seguridad en perseguir a los turistas, en su mayoría mochileros, que ingresaron a la ciudad con algunos gramos de marihuana o un cigarrillo de esa sustancia.
Lo cierto es que estos hechos y sus consecuencias pusieron al descubierto una realidad tabú de la que muy pocos se atreven a opinar, pero que no pasó inadvertida para el flamante diario “Crítica”, el nuevo producto del periodista Lanata, que por ahora sólo circula en versión digital.
La nota hace alusión al caso Río Pico y advierte que los dirigentes de la oposición y los abogados defensores de los ahora ex detenidos tienen la misma preocupación: “Que la política antidrogas oficial invade la privacidad y no combate el problema de fondo: el narcotráfico en la Patagonia, una de las regiones del país en donde el consumo de drogas es más elevado”.
“La principal queja es que los investigadores acosan a las personas para detectar si consumen drogas y hasta se alienta la delación desde la página oficial del Gobierno”, cita el texto (que incluye un link hacia esa web) en el que además se destaca que “los vecinos que creen que esos procedimientos esconden otras intenciones son muchos más y lo denuncian en el blog participativo Puerta E”.
Llegado a este punto de la narración, la nota se centra justamente en el caso de Esquel, donde “está el epicentro de los reclamos”. Aparece aquí la opinión del concejal del Frente Vecinal, Osvaldo González Salinas, quien afirmó: “El temor que se percibe es la violación a la privacidad. Es como volver a la época en que estábamos todos en libertad condicional".
Señala el artículo, que “a pesar de la cantidad de procedimientos Paulo Núñez, jefe de la División Drogas Peligrosas de la policía en Esquel, reconoció que no se incautó un volumen importante: apenas 130 gramos de marihuana en lo que va de la temporada”.
La visión local
Abierto el debate, Páginas del Sur salió a buscar voces locales. El edil González Salinas amplió sus declaraciones y advirtió que aún falta un debate serio a nivel sociedad en el que se plantee “por qué hay adicciones legales y otras ilegales, por qué se permiten las adicciones al alcohol y al tabaco y otras no” y reflexionó: “acá el problema es que hay una invasión a la privacidad porque primero se invade y después resulta que es para consumo, algo que no tiene que importarle a nadie”.
No obstante, el concejal por el Frente Vecinal destacó que “lo bueno de esto es que permite que se hable del tema porque tenemos miedo de hablar, muchos padres no se animan a tocar el tema con los hijos, hay un temor contenido que me preocupa. Y esto no significa que yo esté defendiendo el consumo sino que creo que cada uno con su vida privada hace lo que quiere”.
Pero González Salinas fue más allá al indicar que “la política antinarcóticos es una hipocresía, meten en cana al mochilero cuando todos saben, aunque no haya denuncias concretas, quiénes comercian y no pasa nada. Nadie se mete con los peces gordos, esto es una cortina de humo para tapar otras cosas”.
Por otro lado, el concejal adelantó que está pensando plantear el tema en la hora de preferencia cuando vuelvan las sesiones ordinarias en marzo y destacó la valentía de los docentes que escribieron cartas de lectores a partir del caso Río Pico. “Fueron muy valientes, no sé si yo me hubiera animado”, comentó.
El Ejecutivo, en tanto, por ahora se llamó a silencio.
Del lado de la ley
Del lado de las fuerzas de seguridad fue más difícil rescatar opiniones. El titular de la Subdelegación local de la Policía Federal, subcomisario Gabriel Gaitán, le explicó a este medio que no podía emitir opinión sobre el tema porque para eso primero “tendría que pedir autorización al Ministerio del Interior”, y acotó: “no me permiten hacer declaraciones porque hay una estructura jerárquica”.
Distinta fue la postura del jefe del Escuadrón 36 de Gendarmería, comandante principal Ricardo Maidana. Pese a que especificó que sobre el artículo de Crítica “no voy a opinar porque cada uno es libre de pensar o decir lo que quiera y soy respetuoso de lo que se piensa”, aclaró que Gendarmería “responde a las políticas del Ministerio del Interior” y negó que los controles sean más exhaustivos que en otros lugares. “Lo mismo que se hace acá se hace en todas las provincias porque responde a una normativa nacional; hacemos controles coordinados con la policía provincial y personal de Migraciones cuando es algo integral”, indicó Maidana.
“No voy a ejercer atribuciones que no me corresponden y me cuesten 25 años de carrera. Yo hago los controles de ruta de acuerdo a las normativas que tienen que ver con la prevención, ya sea por transporte de estupefacientes o porque estamos buscando un delincuente que se escapó en otro lugar”, declaró el Comandante, quien además apuntó que cuando se hace un procedimiento y se encuentra a una persona con drogas, “la Gendarmería no tiene la facultad de decidir si es para consumo o no, tenemos que pedir testigos y el que determina es el juez. Lo mismo sucede en la Portada. No es que estemos persiguiendo a nadie, la ley lo establece así. Nadie quiere que se vulnere la privacidad y sabemos que hay cosas que pueden incomodar, pero nosotros no podemos determinar; sólo somos cumplidores de las normas”.
En este sentido, Maidana enfatizó: “mi función es cuidar a la población de Esquel dentro de mis posibilidades, y nosotros aplicamos las leyes sin transgredir la normativa. Sé que existen otras discusiones que son de fondo, pero en todo caso eso lo tiene que discutir el Poder Legislativo”.
Fuente: http://www.paginasdelsur.com.ar/index.html#
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En el viaje de vuelta de las vacaciones la gnerdamería detuvo el colectivo de Andesmar en el control del cruce del río Limay, hubo control de documentos a bordo, luego hicieron bajar a una persona extranjera, a la cual se le fueron casi derecho. Luego fuimos obligados todos a descender de la unidad, que quedó secuestrada, y a tener que esperar la llegada de otra unidad, en total más de tres horas de demora para un viaje que ya llevaba más de más de 20. Todo lo que tenía esta persona era un poco de hierba para consumo personal. Coincido en que tanto despliegue en minucias es una cortina de humo.
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