Desastre ambiental: la lluvia trajo alivio, pero el incendio todavía no pudo ser controlado

Por Puerta E
Infografía: Télam

La lluvia que cayó sobre Esquel y Trevelin en la madrugada de hoy optimizó las condiciones de combate del fuego en los tres focos de mayor actividad (71 Mirador del Percy, Ruta 259 camino al Lago Futalaufquen y Cañadón del Percy hacia NE), sin embargo todavía el incendio no pudo ser controlado.

Así lo hicieron saber -en distintas entrevistas brindadas esta mañana- el director de Defensa Civil de la Provincia, Evaristo Melo; el intendente de Esquel, Rafael Williams; el diputado Rubén Fernández y el presidente del Parque Nacional Los Alerces, Ricardo Pereyra.

“La lluvia permite posicionarnos un poco mejor, pero esto no quiere decir que el incendio se vaya a apagar por efecto de la lluvia”, aclaró Melo esta mañana, en una de las primeras reuniones mantenidas con la prensa, al tiempo que agregó: “la tarea va a demorar varios días más”.

Melo indicó que, actualmente, son cerca de 500 las personas trabajando -en forma directa o indirecta- en el combate de las llamas. El funcionario estimó que, a partir de la mejora temporal en las condiciones climáticas, por la tarde se analizará el regreso de los 70 evacuados a sus hogares.

Este mediodía, integrantes del comité de crisis evaluarán la superficie afectada por las llamas. Si bien hasta ayer el fuego había devorado 3 mil hectáreas, el diputado Fernández adelantó que hoy esta cifra fue “superada largamente”.

Reabrió el Parque Nacional

En comunicación con Canal 4, el intendente de Los Alerces, Ricardo Pereyra, confirmó que anoche se resolvió reabrir el acceso al Parque Nacional, por considerar que la circulación de los vehículos ya no dificulta el accionar de los brigadistas que trabajan en el lugar.

Pereyra destacó que en la reserva natural el fuego está controlado, pero reconoció que todavía no fue extinguido en su totalidad.

El funcionario estimó que el área afectada dentro del Parque tiene una extensión de entre 80 y 100 hectáreas. Esto se debe a que, si bien el fuego comenzó en la reserva, las llamas se propagaron en forma de triángulo hacia los ejidos de Esquel y Trevelin, respectivamente.