lunes, febrero 18, 2008

Desprecio por la vida propia y la de los demás

Por Esteban Blanco

Diariamente los medios informan de los accidentes de tránsito con pérdidas de vidas, de bienes y personas que continuarán el resto de sus vidas lisiadas del alma, del espíritu, afectadas en sus huesos para siempre.

En la lista, las calles de Esquel y las rutas adyacentes también aportan lo suyo.

Ayer por la tarde casi noche, los que circulábamos en bicicleta por la ruta 259 entre la Casa Estudiantil y la Petrobras podíamos ver la cantidad de vehículos de todo tipo que ingresaban a la ciudad a gran velocidad, yo calculo que venían entre 100/120 km p/h o más y frenaban un poco en la curva que está antes de la Estación de servicio. En ese tramo hay doble línea amarilla pero fueron varios los choferes que decidieron -apurados- sobrepasar a otros (generalmente a los camiones o colectivos) en esta zona prohibida.

Esto demuestra un gran desprecio por la vida propia y de la familia que van llevando dentro del bólido. Significa también un desprecio total por la vida de los semejantes y no es más que una muestra del estado de nuestra sociedad, o sea de todos nosotros, una sociedad anómica.

Yo me pregunto, hasta cuándo esperará el gobierno tomar alguna medida con las rutas que sea más que anuncios rimbombantes, es necesario mejores rutas, y que sean inspeccionadas las empresas constructoras como corresponde. ¿Quién va a reponer las vidas de una familia santacruceña tronchadas hace unos días a causa de un bache en la ruta 40?

¿Será necesario colocar un vigilante por kilómetro para que tengamos más cuidado? ¿Y con el control de alcoholemia en Esquel qué pasa? No existe ¿Y el radar? Tampoco. Si una persona que atropella y mata a otro puede andar libremente por la calle qué se puede esperar de lo demás?

Pero lomos de burro sí, ningún problema. Y cada día hay más. Ninguno tiene la misma forma que el otro ni el mismo tamaño, atentando contra la seguridad de las personas y el estado de los vehículos.

Sin duda alguna que la educación comienza en el seno del hogar. Pero las autoridades también deben poner en marcha algún plan que lleve conjuntamente educación y represión. No puede ser que lleve tantos años la educación de la gente por parte de la municipalidad con sus campañas de poca vida y las sanciones sigan esperando, o después se les perdone la vida a todos en el Juzgado de Faltas.

También es necesario un patrullaje constante en las rutas donde a pocos km de la ciudad no hay señal de celulares y si te pasa algo quedás a la buena de Dios por así decirlo.
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Esteban Blanco
Esquel
Argentina

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