Enviado por Lamgen Patagonia
Por María Eva García Simona *
Ante la ausencia de intervención estatal, el multimillonario inglés Joe Lewis está dispuesto a continuar con la construcción de un aeropuerto privado en un lugar estratégico del sur argentino.
Por María Eva García Simona *
Ante la ausencia de intervención estatal, el multimillonario inglés Joe Lewis está dispuesto a continuar con la construcción de un aeropuerto privado en un lugar estratégico del sur argentino.
La construcción de un aeropuerto privado en la provincia de Río Negro pretendida por el magnate inglés Joe Lewis ha causado gran revuelo entre los pobladores de la Patagonia. Esto se debe a que se trata de una zona geopolíticamente estratégica que pretende tener conexión directa con las expropiadas Islas Malvinas.
La problemática no sólo reside en los múltiples riesgos que correría dicha zona –y Argentina en general- al estar expuesta a la entrada de aeronaves extranjeras sin ningún tipo de regulación estatal, sino que también en la pérdida de la soberanía nacional.
Según el portal Rebelión.org, la empresa del poderoso Lewis, Hidden Lake SA (Establecimiento Lago Escondido SA) hizo público su proyecto a través de una solicitada donde explicitó que su deseo es: "construir con sus propios fondos una pista de aterrizaje de 2100 metros de largo por 30 metros de ancho y un hangar, destinada a aeródromo privado de uso público, en el convencimiento que el mismo podría significar un beneficio para todos y cada uno de los habitantes de El Bolsón y la Comarca Andina (del Paralelo 42)".
Sobre éste último punto, cabe destacar el hecho de que la construcción de un aeropuerto en este lugar dejaría vedado el paso de los residentes y turistas a uno de los ríos de la provincia. Además, se deben tener en cuenta y priorizar los posibles daños que dicha infraestructura causaría en el medio ambiente y en la cotidianeidad de los nativos.
En este sentido, en lugar de ser de uso público, esta pista significaría un nuevo negocio para el multimillonario Lewis. Creer en su solicitada sería tomar una posición muy ilusa al respecto teniendo en cuenta que se trata de grandes capitales que se encuentran en juego en esta obra, que parece tener fines no muy benéficos para la población rionegrense.
Los vecinos de la zona aseveran que detrás de las “inocentes” y “solidarias” intenciones de Lewis, se esconden fines tales como el paulatino adueñamiento de las tierras patagónicas, que en sus extensiones presentan grandes cantidades de agua, uno de los elementos más cotizados en el futuro inmediato debido a su predecible escasez.
En cuanto a una visible prohibición de los habitantes de la provincia argentina al acceso a los ríos en cuestión, la Constitución provincial de Río Negro en su artículo 73 establece: "Se asegura el libre acceso con fines recreativos a las riberas, costas de los ríos, mares y espejos de agua de dominio público". No obstante, cabe destacar que esta situación se enmarca en una relación de amistad entre el magnate y muchos de los funcionarios más poderosos de la zona.
Este hecho que pone en juego la soberanía de las tierras argentinas fue denunciado por la diputada por el ARI Río Negro, Magdalena Odarda. La misma presentará todos los datos pertinentes sobre la construcción del aeropuerto inglés a la ministra de Defensa argentina, Nilda Garré para que interceda en la situación.
Se trata de la misma funcionaria pública que semanas atrás denunció la publicación de una gran cantidad de avisos publicitarios que se registran en las páginas de diarios estadounidenses, como el New York Times dónde se venden grandes extensiones de tierras argentinas al mejor postor.
A su vez, estos clasificados no sólo ofertan hectáreas en el sur argentino, sino también la venta de valles, lagos y ríos de la Patagonia y se ofrecen tierras cercanos al Océano Atlántico. Es decir, existe un factor donde la apropiación de superficies con salida al mar se suma a la apropiación de aquellas zonas ubicadas en la región cordillerana, y todo esto se trata de un punto estratégico geográficamente.
Sin embargo, no sólo en Estados Unidos se rematan tierras argentinas. Según denunció el diputado sureño por el ARI, Fernando Urbano, en una carta titulada “La Patagonia en oferta”, uno de los diarios más importantes de Londres, The Financial Times, publicó en el interior del suplemento destinado a la comercialización de propiedades, la venta de cuatro estancias ubicadas en la provincia de Chubut.
Esta zona comprende 5 millas del alto río Chubut. Este hecho pone en evidencia hasta qué punto son respetadas las legislaciones tanto provinciales como nacionales, como así también los derechos de los pueblos originarios y de los habitantes del lugar.
Tal es el caso del pueblo Mapuche desalojado de sus tierras patagónicas por el magnate italiano Benetton, muchos otros pueblos originarios son desterrados de sus lugares de orígenes por aquellos extranjeros que se apoderan del territorio nacional por cifras irrisorias.
Muchas de las ventas que se llevan a cabo tanto en la Patagonia argentina como en el Norte del país – dos de las zonas más comprometidas en cuanto a la desregulada venta de tierras – violan la Ley nacional que prohíbe la venta de aquellos territorios que establezcan un punto clave y estratégico para las fuerzas externas.
Un claro ejemplo de esto es el Acuífero Guaraní y la Triple Frontera, lugares en los que teóricamente se encuentra legalmente prohibida su venta por ser considerados frágiles en cuanto al espionaje y a la instalación de bases militares que tengan como fin la apropiación de los valiosos recursos naturales que allí se hallan.
Por otro lado, y retomando el eje de la discusión, no es de menor importancia el hecho de que el aeropuerto esté en manos de ingleses y tenga conexión directa hacia las Islas Malvinas ya que se encuentra ubicado sobre el Océano Atlántico en el paralelo 42, cercano a la protegida zona del Puerto de Lobos.
Cabe recordar que la zona de las Islas Malvinas y las Sándwich del Sur argentinas, son una zona rica en pesca y petróleo. Está demás decir que es una zona geopolíticamente estratégica.
El papel del Estado argentino –y de todo Estado sudamericano- no sólo debería defender el territorio nacional, sino también la dignidad y los derechos de todos y cada uno de sus habitantes. Este caso es uno más de los muchos que existen hoy en día en la Argentina de venta de tierras y recursos naturales a capitales extranjeros y grandes multinacionales.
Entre algunas de las consecuencias que se registran al ceder las tierras nacionales sin ningún tipo de restricción estatal se destaca: el ingreso de fuerzas externas al territorio nacional en lugares estratégicos tales como las salidas al mar, la pérdida de soberanía nacional, la prohibición a los ciudadanos nativos a circular libremente por los caminos y lagos de las regiones vendidas (una clara violación a la Constitución Nacional Argentina).
Es de vital importancia que el Estado argentino comience a priorizar el suelo argentino y garantizar los derechos de sus habitantes. La extranjerización de tierras ricas en biodiversidad es un peligro silencioso que puede crecer sino se toman medidas urgentes.
0 Comentá esta nota:
Publicar un comentario