lunes, febrero 25, 2008

Reflexión sobre la borocotización de Lavagna


Enviado por Heraldo Ruddy González

Por Lelio Merli *

¿Lavagna traidor?

Milito en uno de los partidos que adhirió su boleta de candidatos a diputados nacionales a la presidencial Lavagna – Morales y fui uno de los más entusiastas promotores de esa fórmula. Gracias a esta estrategia mi partido logró el tercer lugar en las elecciones nacionales de la Pcia. de Santa Fe.

Inexplicablemente para nosotros, después de conocerse los escrutinios se produjo la ruptura de los radicales con Roberto Lavagna.

Todos estamos intrigados por saber cuales fueron las razones para que
Lavagna tomara la actitud de retornar al justicialismo, después de encabezar una fórmula opositora al kirchnerismo, que ocupó el tercer lugar entre las más votadas en la última elección y fue ganadora en la Pcia. de Córdoba.

Por ahora, se tejen las más diversas conjeturas.

Personalmente, creo que todo comenzó cuando los radicales se retiraron de la concertación sin dar ningún tipo de explicaciones. Me parece que el asunto podría estar relacionado con las cuentas impagas de la campaña, de las que nadie se habrá querido hacer cargo.

La fórmula Lavagna – Morales fue una alianza. Una especie de casamiento político. Y como en todos los casamientos, después de la fiesta el padrino queda como único responsable de los gastos de último momento y se convierte en el pato de la boda.
La última vez que me comunique con ellos, me atendió un amigo que me advirtió que ya habían retirado todas las cosas del local central y lo último que faltaba sacar era el teléfono, que lo cortaría y llevaría apenas terminara de hablar conmigo.
La imagen es por demás ilustrativa.

Otra de mis presunciones es que los radicales creían que iban a conservar a Lavagna en la heladera para usarlo cuando les conviniera. Mientras tanto, él podría cuidar a sus nietos o jugar a las bochas. Ellos, en cambio, aprovecharían los diputados que con Lavagna, gloriosos supieron conseguir.

Don Roberto considera a todos los dirigentes radicales como de segunda línea y es consciente de su propio valor como estadista. Sabe, además, que la economía se va a recalentar próximamente y él va a ser muy útil dentro de poco. Por eso no aceptó tan desinteresadas sugerencias.

Prefirió entonces, retornar a sus orígenes y proponer las medidas que anunciaba en la campaña electoral, dentro de su propio partido.

Es que Lavagna nunca negó ser peronista, ni siquiera cuando colaboró con Alfonsín y en estas elecciones hasta hizo un acto en un local justicialista.

Los dirigentes que ahora dicen: “fueron engañados”; se engañaron a sí mismos y lo hicieron porque les convenía. Necesitaban los votos peronistas y miraron para otro lado como algunos perros mal educados lo hacen en la calle, haciéndose los desentendidos.
Y Lavagna, siguiendo con su mesurada oposición a Kirchner, ahora cree que va a mejorar su partido desde adentro. (“De ilusiones también se vive”).

En una nota que me envió dice textualmente:
“Las propuestas y medidas de ese programa siguen plenamente vigentes, y son las mismas que -quienes somos peronistas- vamos a exponer y proponer en el seno del Partido Justicialista, así como otras fuerzas políticas debaten internamente sus propios asuntos nosotros también tenemos derecho a hacerlo”.

Por último, hay un ingrediente más a considerar para lograr una explicación: la salud del ex - presidente.

De concretarse los augurios de los gurúes y sus malos horóscopos, nos veríamos en una reedición de la presidencia de Isabelita, que nos hundió política, económica y moralmente hasta ahora.

Para evitar ese desastre, con sus nefastas consecuencias, se debe empezar colocando cerca de la presidencia – por las dudas -- una persona muy capaz y honesta que oriente, que sea respetable y respetada, antes que aparezca otro Brujo. (Cruz Diablo).

Recordemos que las cosas no son blancas o negras solamente. Existe una gama interminable de grises. Percibirles el tono es la consigna.
Decir: Lavagna es un traidor, es demasiado simple.

Lelio Merli

P/D.

Para una mejor interpretación de la pendular política argentina transcribo la carta que envié el 6 de setiembre de 1997 a La Capital de Rosario y El Litoral de Sta. Fe, que publicaron el 8/6 y 14/9/997 y que transcribo al pié.

Han pasado varias elecciones y su vigencia es cada vez mayor.

“El 6 de setiembre se cumplieron los cien años del famoso duelo entre De la Torre e Yrigoyen. Hoy, como ayer, el PDP y la UCR se encuentran separadas por conceptos existenciales.
Recordamos las palabras de De la Torre : “No tengo interés en llegar al gobierno dentro de un partido heterogéneo. Preveo la esterilidad de su acción y las divisiones del día siguiente”. Lelio Merli”

* Escritor -- Periodista

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