lunes, marzo 24, 2008

A 32 años del genocida golpe militar: ATE asegura que muchas cosas no han cambiado


Enviado por Julio Ignacio Chávez

24 de marzo de 1976 – 24 de marzo de 2008. Han pasado 32 de años de aquel golpe a los argentinos. Fruto del esfuerzo del pueblo muchas cosas han cambiado, otras no tanto.

Por eso, seguimos luchando...

Nuestros compañeros muertos, torturados y desaparecidos durante la última dictadura; el saqueo y la explotación de nuestra patria; la deuda y el encadenamiento del futuro no quedaron en el pasado, viven y tienen presencia en estos días.

De los 30.000 compañeros desaparecidos la mayoría eran trabajadores. El macabro plan de aniquilamiento estaba dirigido, sin duda, hacia la clase trabajadora. Aquellos hombres y mujeres, laburantes y estudiantes fueron perseguidos hasta la muerte.

Es obvio que hoy la persecución hacia los trabajadores adquiere otros matices, pero sigue presente. Los trabajadores padecen hambre, subempleo y precarización laboral, jornales paupérrimos y sobreexplotación. Obras sociales estatales totalmente desvirtuadas e inoperantes, por un lado; y hospitales sin personal, equipamiento ni los medicamentos necesarios, por otro. Educación nula o escala, sin recursos, ni proyectos. Políticas sociales ilusorias e irreales. Jubilaciones de pobreza para algunos mayores e indigencia para muchos. Pese a que el dinero alcanza y sobra para que todos podamos vivir plenamente, el gobierno lo guarda bajo el colchón, o fuera del país. Y las clases populares apenas sobreviven, o no.

Al igual que durante la dictadura quienes piensan que es necesario un país distinto y demandan mejores condiciones de trabajo, mejores salarios y distribución de la riqueza son amenazados, hostigados y, criminalizados. Carlos Fuentealba, Teresa Rodríguez, Pocho Lepratti, Anibal Verón, Maximiliano Kosteky, Darío Santillán y tantos otros, fueron asesinados ayer nomás, hoy mismo. Sus asesinos, curiosamente, siguen sueltos.

La patria, nuestra tierra, poco a poco va dejando de existir. Grandes extensiones son vendidas o entregadas por migajas a capitales extranjeros y a argentinos inescrupulosos. A principio de los ‘80 el gobierno de facto nacionalizó la deuda de los privados, hoy y todos estos años los gobiernos “democráticos” siguieron privatizando e hipotecando los bienes de todos: el petróleo, la tierra y el agua ya no son nuestras o pronto dejarán de serlo, al tiempo que los desbatadores cultivos transgénicos avanzan gracias al impulso que le dan los gobernantes.

El golpe a los argentinos, de mano de la Junta Militar, se instaló hace 32 años y todavía no se ha ido.

Saludamos y estamos orgullosos de ser parte del uno de los pocos pueblos que llevó al banquillo de los acusados a sus genocidas. Históricamente quienes juzgan a los dictadores no son sus propios pueblos, sino gobiernos invasores sobre pueblos invadidos. Pero no podemos dejar de ver que esto es sólo una gota dentro de un gran vaso vacío. Cientos de genocidas siguen sueltos, impunemente. Viven entre nosotros pensando como genocidas, como dictadores y torturados. Muchos de ellos dentro de las mismas fuerzas de seguridad. Mientras tanto, Julio López aún no aparece.

Previamente al 24 de marzo del 76 y durante los años de plomo los trabajadores no estaban en sus casas esperando que pase la tormenta. Estaban en las calles exigiendo, demandando, luchando y gracias a ello se recuperó la democracia.

Hoy no podemos quedarnos esperando que algún iluminado o iluminada traiga la solución a los problemas. Más aún cuándo sabemos que si la propuesta no viene del pueblo, seguramente será contra el pueblo. La salida la encontramos entre todos, la construimos en todos, discutiendo las propuestas, respetando a las minorías, luchando por la justicia.

A 32 años del genocida golpe militar… seguimos luchando!

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