miércoles, abril 16, 2008

Campo vs. gobierno: Hay fuego en tu lengua


Por Esteban Blanco

El artículo que sigue lo extraje tal cual del sitio "Pulso cristiano" y es de autoría del periodista David Kohler. Hace un rato vi por la televisión a la presidente vociferando en Tucumán, y en otro canal la cara de los ruralistas en la reunión que tuvieron con los funcionarios del gobierno, saludándose con un aparente beso (en realidad ponen la cara y no se besan) y con caras de fastidio, lo cual me lleva a reflexionar al leer esta columna editorial. Es por eso que también la envío, pero no es de mi autoría.

Hay fuego en tu lengua

La Secretaría de Medios de la Presidencia de la Nación difundió en 2006 los resultados de una encuesta sobre hábitos de lectura, según la cual la Biblia es el libro más leído de la Argentina. A fines de 2007, la Sociedad Bíblica Argentina (SBA) informó que había superado su propio récord de ventas con una marca histórica de distribución de ejemplares de la Biblia. Claro que una cosa es leer el libro sagrado y otra es tener interés en obedecerlo. Junto con los resultados, la secretaría gubernamental expresó su consternación al asegurar que "la realidad también es alarmante: el libro más leído es la Biblia, que en definitiva es material de lectura religiosa". Reveló así un pensamiento frecuente: las cuestiones de la vida espiritual son para el fin de semana y el templo y no tienen nada que ver la cotidianeidad. "La Biblia ha sido la base ética que formó la identidad occidental y es el puente que une oriente y occidente. Es en la ley mosaica, los diez mandamientos, donde está la piedra fundamental que sustenta la legislación de todos los países", salió al cruce la SBA ante los juicios oficiales. La simple lectura de los escritos sapienciales que integran el libro sobre el cual juran los presidentes argentinos hubiera puesto en conocimiento de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, acostumbrada a dar sus discursos en un irritante tono de perpetuo sermón, sobre los beneficios de la humildad, los riesgos de la soberbia y la advertencia de un sabio de la antigüedad: "El gobernante insensato aumenta la opresión; pero el que no es codicioso tendrá larga vida". Más aún, se hubiera enterado sobre el reino que se disolvió por la presión impositiva ejercida por su soberano en mucho menos que 100 días. El conflicto entre el campo argentino y el Gobierno nacional por el aumento de las "retenciones móviles" que eleva hasta el 44 por ciento la carga impositiva para las exportaciones de soja y otros productos agropecuarios aún no terminó, si bien el paro de los productores agropecuarios ya concluyó y se levantaron los cortes de ruta ilegales de 21 días que dejaron desabastecidos de alimentos frescos a millones de habitantes. Subsiste, sin embargo, el riesgo de una fractura en la sociedad argentina, lo que obliga a la mayor cautela en los discursos, porque tal cual afirmó el apóstol Santiago "la lengua es un fuego". Y demasiados incendios tuvo ya la Argentina como para atizar uno nuevo.

David Kohler

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