Enviado por Avkin Mapu
Una declaración del Senado de esa provincia aspira a que varios objetos que hace años se preservan en el Centro Cívico, viajen a un establecimiento similar de Trenque Lauquen. Reclama “cesión en forma permanente y gratuita”.
Por Adrian Moyano
El Senado de la provincia de Buenos Aires aspira a que diversos elementos que pertenecieron al “lonko” Vicente Pincén abandonen el Museo de la Patagonia para depositarse en un establecimiento de la ciudad de Trenque Lauquen. La cámara bonaerense aprobó oportunamente un proyecto de declaración, donde le solicita a su Poder Ejecutivo que lleve adelante las tratativas que considere pertinentes para lograr ese cometido.
En la dependencia que forma parte del Parque Nacional Nahuel Huapi, existen varios objetos que se atribuyen al legendario “lonko”, entre ellos, un “poncho pampa”, dos juegos de espuelas de plata, un sable y una lanza de caña colihue. Además, existe en la institución del Centro Cívico un retrato fotográfico de la autoridad mapuche. Los bonaerenses pretenden “la cesión en forma permanente y gratuita” de las pertenencias.
Los senadores de aquella provincia aprobaron hace poco más de un año el proyecto, el cual fija como destino de las pertenencias al Museo de las Campañas al Desierto de la localidad que se mencionó. En sus fundamentos, sostiene que la ciudad se fundó en 1876 “en un paraje que dominó históricamente el Cacique Pincén y su tribu a los que remite el nombre aborigen de la ciudad cabecera y del partido homónimo”.
El proyecto inicial que hizo suyo la cámara, lleva la firma de la senadora Nora Arbio y sostiene que es importante para los trenquelauquenses, los descendientes aborígenes y para los habitantes de la región contar con los objetos “porque es parte de nuestra identidad cultural como pueblo, que amalgama historia y progreso”. La legisladora considera que se debe a Pincén “el nombre aborigen” de la ciudad, que en “mapuzugun” significaría laguna redonda.
Según Arbio, representante de la UCR, Pincén “era un cacique Pampa de la tribu Puelche”, que “dominaba toda nuestra región hasta La Pampa. La laguna que todavía conservamos, la cual le da identidad a nuestra ciudad, fue testigo de las idas y venidas de la tribu de Pincén, ya que por su aguada dulce era un lugar obligado para descansar”. La senadora apunta además que “la tribu de Pincén” fue detenida en Malal Co, en la vecina provincia.
Consentimiento
En las poco más de tres páginas que invirtió en fundamentar su solicitud, la autora del proyecto se abstuvo de nombrar al pueblo mapuche como tal y no menciona la necesidad de darle participación a las comunidades en el asunto, metodología que está normada por la Constitución Nacional y otras leyes. No obstante, argumenta que los descendientes del “lonko”, a quienes identifica como Pincén, Chuquelen, Cejas Pincén y Pincén Fogtman, entre otros, “anhelan contar en el Museo Histórico de Trenque Lauquen con los objetos que pertenecieron a su ancestro”.
Al sancionarse la declaración, el Senado bonaerense la elevó a quien entonces ocupaba el Poder Ejecutivo, es decir, Felipe Solá. Desde allí, se dirigió la propuesta a la Subsecretaría de Relaciones Institucionales de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Por último, arribó la solicitud a la Secretaría de Turismo, en cuyo organigrama se encuentra la Administración de Parques Nacionales. El pedido arribó a la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi a fines del año que pasó.
El requerimiento bonaerense parece referirse a Katrinao Piseñ, sobre cuyo accionar hay bastante documentación entre 1870 y 1878. Es que durante esos ocho años, fue objeto de una enconada persecución por parte de las tropas argentinas. Según Meinrado Hux no sólo vivió en Trenque Lauquen, sino también en Choiquleó, Potriló, Las Tunas, Langueló, Malal y Vuta Lauquen. Estas denominaciones encierran la habitual dificultad que ofrece la toponimia mapuche cuando originalmente fue transcripta por personas que no conocían el idioma. Pero en primer término, puede arriesgarse que no sólo Trenque Lauquen estaría en condiciones de requerir las pertenencias de Pincén. Al parecer, la provincia de La Pampa contaría con el mismo derecho.
En la actualidad, la Administración de Parques Nacionales estudia el caso para decidir cómo procede. Pero más allá de las cuestiones administrativas, se nos ocurre que faltan escucharse varias opiniones. El Senado de Buenos Aires tiene derecho a expresarse pero, ¿qué piensan las organizaciones que representan el pensamiento mapuche? ¿Y los historiadores o investigadores barilochenses? ¿Nada tienen para decir? El patrimonio nacional, ¿puede pasar a formar parte del meramente provincia? Sería bueno que se abriera una sana polémica.
Una declaración del Senado de esa provincia aspira a que varios objetos que hace años se preservan en el Centro Cívico, viajen a un establecimiento similar de Trenque Lauquen. Reclama “cesión en forma permanente y gratuita”.
Por Adrian Moyano
El Senado de la provincia de Buenos Aires aspira a que diversos elementos que pertenecieron al “lonko” Vicente Pincén abandonen el Museo de la Patagonia para depositarse en un establecimiento de la ciudad de Trenque Lauquen. La cámara bonaerense aprobó oportunamente un proyecto de declaración, donde le solicita a su Poder Ejecutivo que lleve adelante las tratativas que considere pertinentes para lograr ese cometido.
En la dependencia que forma parte del Parque Nacional Nahuel Huapi, existen varios objetos que se atribuyen al legendario “lonko”, entre ellos, un “poncho pampa”, dos juegos de espuelas de plata, un sable y una lanza de caña colihue. Además, existe en la institución del Centro Cívico un retrato fotográfico de la autoridad mapuche. Los bonaerenses pretenden “la cesión en forma permanente y gratuita” de las pertenencias.
Los senadores de aquella provincia aprobaron hace poco más de un año el proyecto, el cual fija como destino de las pertenencias al Museo de las Campañas al Desierto de la localidad que se mencionó. En sus fundamentos, sostiene que la ciudad se fundó en 1876 “en un paraje que dominó históricamente el Cacique Pincén y su tribu a los que remite el nombre aborigen de la ciudad cabecera y del partido homónimo”.
El proyecto inicial que hizo suyo la cámara, lleva la firma de la senadora Nora Arbio y sostiene que es importante para los trenquelauquenses, los descendientes aborígenes y para los habitantes de la región contar con los objetos “porque es parte de nuestra identidad cultural como pueblo, que amalgama historia y progreso”. La legisladora considera que se debe a Pincén “el nombre aborigen” de la ciudad, que en “mapuzugun” significaría laguna redonda.
Según Arbio, representante de la UCR, Pincén “era un cacique Pampa de la tribu Puelche”, que “dominaba toda nuestra región hasta La Pampa. La laguna que todavía conservamos, la cual le da identidad a nuestra ciudad, fue testigo de las idas y venidas de la tribu de Pincén, ya que por su aguada dulce era un lugar obligado para descansar”. La senadora apunta además que “la tribu de Pincén” fue detenida en Malal Co, en la vecina provincia.
Consentimiento
En las poco más de tres páginas que invirtió en fundamentar su solicitud, la autora del proyecto se abstuvo de nombrar al pueblo mapuche como tal y no menciona la necesidad de darle participación a las comunidades en el asunto, metodología que está normada por la Constitución Nacional y otras leyes. No obstante, argumenta que los descendientes del “lonko”, a quienes identifica como Pincén, Chuquelen, Cejas Pincén y Pincén Fogtman, entre otros, “anhelan contar en el Museo Histórico de Trenque Lauquen con los objetos que pertenecieron a su ancestro”.
Al sancionarse la declaración, el Senado bonaerense la elevó a quien entonces ocupaba el Poder Ejecutivo, es decir, Felipe Solá. Desde allí, se dirigió la propuesta a la Subsecretaría de Relaciones Institucionales de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Por último, arribó la solicitud a la Secretaría de Turismo, en cuyo organigrama se encuentra la Administración de Parques Nacionales. El pedido arribó a la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi a fines del año que pasó.
El requerimiento bonaerense parece referirse a Katrinao Piseñ, sobre cuyo accionar hay bastante documentación entre 1870 y 1878. Es que durante esos ocho años, fue objeto de una enconada persecución por parte de las tropas argentinas. Según Meinrado Hux no sólo vivió en Trenque Lauquen, sino también en Choiquleó, Potriló, Las Tunas, Langueló, Malal y Vuta Lauquen. Estas denominaciones encierran la habitual dificultad que ofrece la toponimia mapuche cuando originalmente fue transcripta por personas que no conocían el idioma. Pero en primer término, puede arriesgarse que no sólo Trenque Lauquen estaría en condiciones de requerir las pertenencias de Pincén. Al parecer, la provincia de La Pampa contaría con el mismo derecho.
En la actualidad, la Administración de Parques Nacionales estudia el caso para decidir cómo procede. Pero más allá de las cuestiones administrativas, se nos ocurre que faltan escucharse varias opiniones. El Senado de Buenos Aires tiene derecho a expresarse pero, ¿qué piensan las organizaciones que representan el pensamiento mapuche? ¿Y los historiadores o investigadores barilochenses? ¿Nada tienen para decir? El patrimonio nacional, ¿puede pasar a formar parte del meramente provincia? Sería bueno que se abriera una sana polémica.
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