Viviana Del Agua, delegada de Educación en Ñorquinco
Por UNTER
Ya hace más de dos meses que deberían haber comenzado las clases en la escuela 138 de Ñorquincó, que debieron suspenderse por falta de agua.
Los problemas en el suministro de agua en el descuidado edificio en donde funciona la escuela rural llevan más de un año sin resolverse.
El agua que recibían tanto la escuela 138 como todos los vecinos de la zona, provenía de un viejo tanque de agua, que antiguamente abastecía a la estación de trenes y que no era potable por su estado de abandono.
Si bien se empezó la instalación de un nuevo tanque, obra a cargo del municipio de Ñorquincó, los trabajos se encuentran parados desde hace 15 días, y el intendente de la localidad, José Mussa, afirmó que es porque no se consigue un repuesto necesario.
Desde que se dejó de tener el suministro de agua por cañería, la escuela y toda la comunidad se abastecieron de un pequeño y precario aljibe, que hoy ya está seco.
Igualmente, luego de que se logre terminar la instalación del tanque y la cañería principal, resta que la Delegación local de Educación lleve una conexión al edificio escolar.
La delegada local de Educación, Viviana Del Agua, no pudo afirmar cuándo se regularizará la situación en la escuela 138, más allá de estar al tanto desde el principio de la problemática, y habiéndose comprometido, a fines del año pasado, a dejar la escuela en condiciones óptimas para el buen comienzo del ciclo lectivo del corriente año.
Desde la conducción de la Unter local aseveraron que “es una vergüenza que la delegada Del Agua no haya hecho nada para solucionar este grave problema a tiempo; es otra clara discriminación hacia las escuelas rurales”.
Además de la problemática del agua potable, el edificio escolar presenta paredes quebradas y sufre muchas otras falencias estructurales frente a las cuales sólo hay un plano elaborado por Arquitectura Escolar como promesa de solución, que hasta ahora parece estar muy lejos su concreción real.
Ya hace más de dos meses que deberían haber comenzado las clases en la escuela 138 de Ñorquincó, que debieron suspenderse por falta de agua.
Los problemas en el suministro de agua en el descuidado edificio en donde funciona la escuela rural llevan más de un año sin resolverse.
El agua que recibían tanto la escuela 138 como todos los vecinos de la zona, provenía de un viejo tanque de agua, que antiguamente abastecía a la estación de trenes y que no era potable por su estado de abandono.
Si bien se empezó la instalación de un nuevo tanque, obra a cargo del municipio de Ñorquincó, los trabajos se encuentran parados desde hace 15 días, y el intendente de la localidad, José Mussa, afirmó que es porque no se consigue un repuesto necesario.
Desde que se dejó de tener el suministro de agua por cañería, la escuela y toda la comunidad se abastecieron de un pequeño y precario aljibe, que hoy ya está seco.
Igualmente, luego de que se logre terminar la instalación del tanque y la cañería principal, resta que la Delegación local de Educación lleve una conexión al edificio escolar.
La delegada local de Educación, Viviana Del Agua, no pudo afirmar cuándo se regularizará la situación en la escuela 138, más allá de estar al tanto desde el principio de la problemática, y habiéndose comprometido, a fines del año pasado, a dejar la escuela en condiciones óptimas para el buen comienzo del ciclo lectivo del corriente año.
Desde la conducción de la Unter local aseveraron que “es una vergüenza que la delegada Del Agua no haya hecho nada para solucionar este grave problema a tiempo; es otra clara discriminación hacia las escuelas rurales”.
Además de la problemática del agua potable, el edificio escolar presenta paredes quebradas y sufre muchas otras falencias estructurales frente a las cuales sólo hay un plano elaborado por Arquitectura Escolar como promesa de solución, que hasta ahora parece estar muy lejos su concreción real.
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