Enviado por Avkin Mapu
Fuente: Indymedia
El 7 de abril el Consejo Asesor Indígena (CAI) emitió un comunicado denunciando que el gobierno de Río Negro aprovecha la fuerte sequía que sufre la provincia para profundizar las directrices del Patagonia XXI y despoblar el campo, abriendo las tranqueras para emprendimientos de grandes corporaciones. Chacho Liempe, de la coordinación de esa organización mapuche, habló con Radio El Arka de Bariloche – FM 100.1 - sobre el cuestionado y para muchos desconocido proyecto, sus objetivos, aplicación y necesidad de enfrentarlo. Justamente empezó la charla apuntando a ese desconocimiento generalizado.
Por Avkin Pivke Mapu - Pueblos Originarios ((i))
ChL: Algo que tendríamos estar en pleno conocimiento todos, porque no se oculta la información. La decisión del gobierno de entregar al mercado, o a los grandes intereses internacionales, los recursos que están sobre o debajo del territorio nuestro lo difunden abiertamente. En el caso del petróleo, en el caso de la minería, en el caso de la puesta en venta de extensiones de tierra para plantaciones de soja – para, por ejemplo, agrocombustibles –, para las plantaciones de pino, para el macroturismo. O sea, que “eso” [las intenciones del gobierno] sale, pero no todos los medios lo largan con tanta fuerza. Además en muchos de los casos se [lo] larga como una expectativa de mejora de la situación, porque es un discurso del Gobierno. Para nosotros, en el caso del Pueblo Mapuche, que por lo menos en la provincia de Río Negro todavía conservamos gran parte del nuestro territorio, si avanzara “eso” sería un desastre peor que la sequía que estamos soportando en este momento.
- Chacho esta descripción general que hacés en los últimos tiempos, por lo menos aquí en Bariloche, ha pegado mucho. La intención del gobierno provincial, bueno, más que la intención, ya concesionó la exploración de la cuenca del Ñirihuau, un área muy extensa donde hay varias comunidades que trabajan con el CAI.
ChL: Si, lo que tiene que quedar claro más allá que la organización esté, cuente con integrantes en esa región, lo que afecta al conjunto de todo y toda la gente. Es cierto, esa licitación llega hasta entrando a lo que es la provincia de Chubut hoy, o sea que es extensa. Ya tenemos la experiencia de lo que le pasó a los peñi de la provincia de Neuquén, de cómo son las empresas. Tomemos en cuenta lo que le pasó a Kaxipayiñ, si bien se le ganó a la empresa un juicio por todo el daño que causó, el daño sigue estando y el daño va a continuar de por vida.
La contaminación no solamente está en la comunidad, esa contaminación del petróleo se extiende al valle del Río Negro y nadie dice nada... O sea, que esa gravedad de lo que sucede por lo menos, en el caso del gobierno, no lo va hacer, no (va a difundir), lo larga como un logro. Las empresas lo van a dar a conocer como fuente de trabajo, la gente que no tiene trabajo lo ve como esperanza... Pero en definitiva nos dan trabajo pero nos van quitando la vida de a poquito a través de la contaminación. Ese es el tipo de análisis que tenemos que hacer todos.
Lo mismo con el resto de los programas que hay, en el caso de la propaganda que se hizo en su momento con la forestación, hoy estamos viendo los mallines secos, la destrucción por parte del pino mismo de gran parte de las plantas autóctonas. La plantación de la soja ya está demostrado que donde pasa es peor que la langosta, no queda nada después. De todo ese tipo de cosas tenemos que ser concientes del daño que nos provoca.
-¿Qué es el documento Patagonia XXI?
ChL: Es un documento que nosotros tenemos y que hemos tratado de difundirlo. Lo que pasa que no se conoce porque los responsables y los que lo tienen en su poder son la gente del INTA [y no lo difunden, pero es de acceso público]. Es un documento que elaboran en los años ’90, lo financia el Banco Mundial, una consultora sueca... con el objetivo de hacer una investigación sobre el sur, lo que le llaman la Patagonia - lo que serían las provincias de Río Negro, Chubut, Neuquén - para elaborar una propuesta, un proyecto, de desarrollo sustentable. Y para ello trabajan aportando información - es decir, que ni siquiera la consultora tuvo que venir acá - las mismas instituciones del Estado: PSA [Programa Social Agropecuario], el INTA [Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria], la Universidad del Comahue, la Universidad de Buenos Aires, el Ente de la Línea Sur y una cantidad técnicos y ONG que andan por ahí, que de distintas formas han aportado información y sugerencias.
Una de las sugerencias es la desaparición y expulsión masiva de la gente del campo. Tal es así que elaborarían proyectos y programas de supuesto beneficio, donde le darían una casita, algún plan en el pueblo, porque sería más económico eso que una expulsión compulsiva. En el último documento no está la palabra ‘compulsiva’, nosotros lo leímos cuando estaba en borrador. Compulsiva quiere decir violenta, por más que no se haya difundido, la intención es la misma y lo que estamos viendo hoy es el avance de esa propuesta.
Un punto para tener en cuenta en ese documento, como también en algunas de las expresiones de funcionarios nacionales en su momento, consideran pequeño productor a aquel que tiene mínimamente 6 mil ovejas, el resto no existe. O sea, que esa gente que tiene 6 mil elaboraría un proyecto que sea viable, el Estado le daría financiamiento y aporte técnico para que crezcan. El resto tendría que migrar. Eso es para facilitarle todas las condiciones para lo que esta sucediendo hoy. Hoy está, la concesión a la petrolera, la concesión para la empresa sojera, también están las forestales, el macroturismo ya está, en distintas lugares están y hoy ya están avanzando sobre la meseta de Somoncura. Todas esas cosas nosotros lo hemos denunciando continuamente.
- O sea que lo que está plasmado en Patagonia XXI, ya está en práctica.
ChL: ¡Completamente en práctica! En el momento que pudimos denunciarlo lo hemos denunciado, lo que pasa es que hoy se puede demostrar ya abiertamente. Lo que nosotros nos imaginamos de cómo hacemos para defendernos... bueno, ya salimos a ver cómo hacemos para convocar, hacer algo con esta situación... Por eso convocamos, llamamos la atención para que se tome conciencia de lo que está pasando. Hay que tener en cuenta todo este discurso para que no suceda lo que le está pasando a los peñi en Neuquén, donde [desde los espacios de poder] buscan el enfrentamiento entre trabajadores, gente que realmente necesita, y las organizaciones y comunidades que nos ponemos en defensa de lo que legítimamente nos pertenece.
- Justamente esa es una de las modalidades de última moda por así decirlo. En el otro lado de la Cordillera supimos estos días que las pasteras de por allí han reprimido con una suerte de guardias blancas, de paramilitares, a las comunidades lafkenche y pescadores artesanales.
ChL: Nosotros somos conscientes de eso, el asunto es que la sociedad tiene que tomar conciencia de lo que significa eso, esa es la situación. Nos queda ver a cada uno de nosotros qué posición tomamos y la fuerza que tengamos para nuestras defensas, se trata de nuestro futuro, de nuestra vida En el caso de nosotros está la decisión de seguir sosteniendo y defendiendo nuestro territorio.
Fuente: Indymedia
El 7 de abril el Consejo Asesor Indígena (CAI) emitió un comunicado denunciando que el gobierno de Río Negro aprovecha la fuerte sequía que sufre la provincia para profundizar las directrices del Patagonia XXI y despoblar el campo, abriendo las tranqueras para emprendimientos de grandes corporaciones. Chacho Liempe, de la coordinación de esa organización mapuche, habló con Radio El Arka de Bariloche – FM 100.1 - sobre el cuestionado y para muchos desconocido proyecto, sus objetivos, aplicación y necesidad de enfrentarlo. Justamente empezó la charla apuntando a ese desconocimiento generalizado.
Por Avkin Pivke Mapu - Pueblos Originarios ((i))
ChL: Algo que tendríamos estar en pleno conocimiento todos, porque no se oculta la información. La decisión del gobierno de entregar al mercado, o a los grandes intereses internacionales, los recursos que están sobre o debajo del territorio nuestro lo difunden abiertamente. En el caso del petróleo, en el caso de la minería, en el caso de la puesta en venta de extensiones de tierra para plantaciones de soja – para, por ejemplo, agrocombustibles –, para las plantaciones de pino, para el macroturismo. O sea, que “eso” [las intenciones del gobierno] sale, pero no todos los medios lo largan con tanta fuerza. Además en muchos de los casos se [lo] larga como una expectativa de mejora de la situación, porque es un discurso del Gobierno. Para nosotros, en el caso del Pueblo Mapuche, que por lo menos en la provincia de Río Negro todavía conservamos gran parte del nuestro territorio, si avanzara “eso” sería un desastre peor que la sequía que estamos soportando en este momento.
- Chacho esta descripción general que hacés en los últimos tiempos, por lo menos aquí en Bariloche, ha pegado mucho. La intención del gobierno provincial, bueno, más que la intención, ya concesionó la exploración de la cuenca del Ñirihuau, un área muy extensa donde hay varias comunidades que trabajan con el CAI.
ChL: Si, lo que tiene que quedar claro más allá que la organización esté, cuente con integrantes en esa región, lo que afecta al conjunto de todo y toda la gente. Es cierto, esa licitación llega hasta entrando a lo que es la provincia de Chubut hoy, o sea que es extensa. Ya tenemos la experiencia de lo que le pasó a los peñi de la provincia de Neuquén, de cómo son las empresas. Tomemos en cuenta lo que le pasó a Kaxipayiñ, si bien se le ganó a la empresa un juicio por todo el daño que causó, el daño sigue estando y el daño va a continuar de por vida.
La contaminación no solamente está en la comunidad, esa contaminación del petróleo se extiende al valle del Río Negro y nadie dice nada... O sea, que esa gravedad de lo que sucede por lo menos, en el caso del gobierno, no lo va hacer, no (va a difundir), lo larga como un logro. Las empresas lo van a dar a conocer como fuente de trabajo, la gente que no tiene trabajo lo ve como esperanza... Pero en definitiva nos dan trabajo pero nos van quitando la vida de a poquito a través de la contaminación. Ese es el tipo de análisis que tenemos que hacer todos.
Lo mismo con el resto de los programas que hay, en el caso de la propaganda que se hizo en su momento con la forestación, hoy estamos viendo los mallines secos, la destrucción por parte del pino mismo de gran parte de las plantas autóctonas. La plantación de la soja ya está demostrado que donde pasa es peor que la langosta, no queda nada después. De todo ese tipo de cosas tenemos que ser concientes del daño que nos provoca.
-¿Qué es el documento Patagonia XXI?
ChL: Es un documento que nosotros tenemos y que hemos tratado de difundirlo. Lo que pasa que no se conoce porque los responsables y los que lo tienen en su poder son la gente del INTA [y no lo difunden, pero es de acceso público]. Es un documento que elaboran en los años ’90, lo financia el Banco Mundial, una consultora sueca... con el objetivo de hacer una investigación sobre el sur, lo que le llaman la Patagonia - lo que serían las provincias de Río Negro, Chubut, Neuquén - para elaborar una propuesta, un proyecto, de desarrollo sustentable. Y para ello trabajan aportando información - es decir, que ni siquiera la consultora tuvo que venir acá - las mismas instituciones del Estado: PSA [Programa Social Agropecuario], el INTA [Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria], la Universidad del Comahue, la Universidad de Buenos Aires, el Ente de la Línea Sur y una cantidad técnicos y ONG que andan por ahí, que de distintas formas han aportado información y sugerencias.
Una de las sugerencias es la desaparición y expulsión masiva de la gente del campo. Tal es así que elaborarían proyectos y programas de supuesto beneficio, donde le darían una casita, algún plan en el pueblo, porque sería más económico eso que una expulsión compulsiva. En el último documento no está la palabra ‘compulsiva’, nosotros lo leímos cuando estaba en borrador. Compulsiva quiere decir violenta, por más que no se haya difundido, la intención es la misma y lo que estamos viendo hoy es el avance de esa propuesta.
Un punto para tener en cuenta en ese documento, como también en algunas de las expresiones de funcionarios nacionales en su momento, consideran pequeño productor a aquel que tiene mínimamente 6 mil ovejas, el resto no existe. O sea, que esa gente que tiene 6 mil elaboraría un proyecto que sea viable, el Estado le daría financiamiento y aporte técnico para que crezcan. El resto tendría que migrar. Eso es para facilitarle todas las condiciones para lo que esta sucediendo hoy. Hoy está, la concesión a la petrolera, la concesión para la empresa sojera, también están las forestales, el macroturismo ya está, en distintas lugares están y hoy ya están avanzando sobre la meseta de Somoncura. Todas esas cosas nosotros lo hemos denunciando continuamente.
- O sea que lo que está plasmado en Patagonia XXI, ya está en práctica.
ChL: ¡Completamente en práctica! En el momento que pudimos denunciarlo lo hemos denunciado, lo que pasa es que hoy se puede demostrar ya abiertamente. Lo que nosotros nos imaginamos de cómo hacemos para defendernos... bueno, ya salimos a ver cómo hacemos para convocar, hacer algo con esta situación... Por eso convocamos, llamamos la atención para que se tome conciencia de lo que está pasando. Hay que tener en cuenta todo este discurso para que no suceda lo que le está pasando a los peñi en Neuquén, donde [desde los espacios de poder] buscan el enfrentamiento entre trabajadores, gente que realmente necesita, y las organizaciones y comunidades que nos ponemos en defensa de lo que legítimamente nos pertenece.
- Justamente esa es una de las modalidades de última moda por así decirlo. En el otro lado de la Cordillera supimos estos días que las pasteras de por allí han reprimido con una suerte de guardias blancas, de paramilitares, a las comunidades lafkenche y pescadores artesanales.
ChL: Nosotros somos conscientes de eso, el asunto es que la sociedad tiene que tomar conciencia de lo que significa eso, esa es la situación. Nos queda ver a cada uno de nosotros qué posición tomamos y la fuerza que tengamos para nuestras defensas, se trata de nuestro futuro, de nuestra vida En el caso de nosotros está la decisión de seguir sosteniendo y defendiendo nuestro territorio.
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