Fuente: Crítica de la Argentina
Asuntos internos: Das Neves busca liderar el oficialismo crítico
El gobernador del Chubut no cede su confrontación contra Alberto Fernández. Desde la Jefatura de Gabinete piden a los mandatarios que salgan a responderle. ¿Quién respalda la irrupción sureña?
Marcelo Larraquy
El “aire nuevo” viene del sur otra vez. El gobernador Mario Das Neves empezó a presentarse como el “ala crítica” del oficialismo y eligió a Alberto Fernández como su propio enemigo, aprovechando las señales de fatiga que se distinguen en la Jefatura de Gabinete tras la tregua de la crisis agraria.
Por primera vez en cinco años de gobierno K, Das Neves hizo pública una crítica desde oficialismo: acusó a Fernández, el hombre clave en la gestión presidencial, de ser el palo que traba la rueda y quiere que cargue por sí solo la desorientación del Gobierno para reencauzar el conflicto agrario.
“Fernández concentra demasiado poder y retarda la solución de los problemas. Hay que evitar que todo pase por la discreción del jefe de Gabinete. Yo me voy a oponer”, indicó el gobernador sureño, en una gira mediática por Buenos Aires, en la que se erigió como el “vocero” de los gobernadores e intendentes cuyas provincias y municipios fueron perjudicados por los cortes de rutas en el conflicto y no puede hacer público el descontento con la Casa Rosada.
“El que comete tantos errores tiene que convertirse en el fusible. Yo lo hubiese echado”, remató, con aire ejecutivo Das Neves, en referencia a Fernández. Un día después de ganar las elecciones en octubre pasado, Das Neves había lanzado su candidatura presidencial para 2011.
En la Jefatura de Gabinete, asumieron sus críticas con algo de sorna: “Acá, a Das Neves casi no lo conocemos. Su vínculo de comunicación siempre fue con Kirchner y si él deslizó críticas, en realidad, son contra el modelo de gestión de Kirchner, aunque ataque al hombre de confianza”, comentó una fuente oficial a Crítica de la Argentina.
En declaraciones públicas a Global Station, una FM barrial asentada en Puerto Madero, ayer Fernández volvió a bajar la cotización de Das Neves. “Es sólo un gobernador... no sé por qué salió a decir eso. No lo sé. En realidad, lo sé, pero me lo guardo para mi fuero íntimo”, dijo, misterioso, y agregó: “Hay que preguntarle a él lo que le pasa”.
Las interpretaciones sobre la irrupción de Das Neves, recolectadas desde distintas procedencias oficiales, eran numerosas en la tarde ayer. a) Das Neves era un recurso del propio Néstor Kirchner para expresar su malestar contra Alberto Fernández; b) Das Neves habla en nombre –o “con la venia”– del ministro de Planificación, Julio De Vido, para “hacer público que el poder de Alberto Fernández está cada vez más desgastado”; c) Das Neves habla por sí solo para instalar su candidatura, aprovechando la sensible coyuntura política que vive el oficialismo y se presenta como “la renovación”; d) Das Neves quiere abrir la caja de la coparticipación federal; e) Das Neves intenta, con algo de quijote y de quimera, provocar una “retirada deshonrosa” de Fernández, sabiendo que el propio jefe de Gabinete pide turno desde hace varios meses para salir del “núcleo duro” de las decisiones, aunque la propia Cristina Kirchner no se lo permite.
“Yo no quiero gobernar sin el disco rígido de la gestión”, les dijo la Presidenta a su esposo y al propio Fernández cuando se armaba el gabinete. Lo notable es que, mientras Das Neves critica a Fernández porque “es un obstáculo”, la Presidenta lo considera imprescindible. “Cristina se volvió Alberto-dependiente, mucho más de lo que lo era Néstor”, observa un ministro en estricto off the record.
Para reducir la estatura política de las palabras de Das Neves, Alberto Fernández salió ayer en busca de auxilio de los gobernadores, para que hicieran públicos sus reproches. Consiguió el primer aliado. “Éste es un momento inadecuado para efectuar críticas. Fernández ha cumplido de manera excelente el difícil rol que le tocó jugar tanto con Néstor Kirchner como con Cristina”, lo ayudó el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, a través de la agencia Télam.
“Ahora van a venir las operaciones. Dijeron que estábamos enojados con Kirchner. Con él tengo un diálogo franco desde hace más de 20 años...”, previno Das Neves en el programa Desde el Llano. Se lo notaba a gusto en su nuevo papel, dentro del universo K: “el oficialismo crítico”. Y con un enemigo definido.
Las voces de la discordia
Mario Das Neves: “Alberto Fernández tiene demasiado poder y eso es peligroso. Hay que evitar que todo el poder pase por la discreción del jefe de Gabinete. Con todos los errores que cometió, en mi provincia yo lo hubiera echado”.
Alberto Fernández: “Para que se discuta hacen falta dos y yo no tengo nada que discutir. Hay que preguntarle a él lo que le pasa. A mí, con él no me pasa nada”.
Sergio Urribarri: “Veo con preocupación que en momentos en los que el partido oficialista debe estar firme detrás de su gobierno federal algunos intenten desgastar al más alto funcionario del gobierno de la administración, que siempre ha tenido una actuación impecable”.
Asuntos internos: Das Neves busca liderar el oficialismo crítico
El gobernador del Chubut no cede su confrontación contra Alberto Fernández. Desde la Jefatura de Gabinete piden a los mandatarios que salgan a responderle. ¿Quién respalda la irrupción sureña?
Marcelo Larraquy
El “aire nuevo” viene del sur otra vez. El gobernador Mario Das Neves empezó a presentarse como el “ala crítica” del oficialismo y eligió a Alberto Fernández como su propio enemigo, aprovechando las señales de fatiga que se distinguen en la Jefatura de Gabinete tras la tregua de la crisis agraria.
Por primera vez en cinco años de gobierno K, Das Neves hizo pública una crítica desde oficialismo: acusó a Fernández, el hombre clave en la gestión presidencial, de ser el palo que traba la rueda y quiere que cargue por sí solo la desorientación del Gobierno para reencauzar el conflicto agrario.
“Fernández concentra demasiado poder y retarda la solución de los problemas. Hay que evitar que todo pase por la discreción del jefe de Gabinete. Yo me voy a oponer”, indicó el gobernador sureño, en una gira mediática por Buenos Aires, en la que se erigió como el “vocero” de los gobernadores e intendentes cuyas provincias y municipios fueron perjudicados por los cortes de rutas en el conflicto y no puede hacer público el descontento con la Casa Rosada.
“El que comete tantos errores tiene que convertirse en el fusible. Yo lo hubiese echado”, remató, con aire ejecutivo Das Neves, en referencia a Fernández. Un día después de ganar las elecciones en octubre pasado, Das Neves había lanzado su candidatura presidencial para 2011.
En la Jefatura de Gabinete, asumieron sus críticas con algo de sorna: “Acá, a Das Neves casi no lo conocemos. Su vínculo de comunicación siempre fue con Kirchner y si él deslizó críticas, en realidad, son contra el modelo de gestión de Kirchner, aunque ataque al hombre de confianza”, comentó una fuente oficial a Crítica de la Argentina.
En declaraciones públicas a Global Station, una FM barrial asentada en Puerto Madero, ayer Fernández volvió a bajar la cotización de Das Neves. “Es sólo un gobernador... no sé por qué salió a decir eso. No lo sé. En realidad, lo sé, pero me lo guardo para mi fuero íntimo”, dijo, misterioso, y agregó: “Hay que preguntarle a él lo que le pasa”.
Las interpretaciones sobre la irrupción de Das Neves, recolectadas desde distintas procedencias oficiales, eran numerosas en la tarde ayer. a) Das Neves era un recurso del propio Néstor Kirchner para expresar su malestar contra Alberto Fernández; b) Das Neves habla en nombre –o “con la venia”– del ministro de Planificación, Julio De Vido, para “hacer público que el poder de Alberto Fernández está cada vez más desgastado”; c) Das Neves habla por sí solo para instalar su candidatura, aprovechando la sensible coyuntura política que vive el oficialismo y se presenta como “la renovación”; d) Das Neves quiere abrir la caja de la coparticipación federal; e) Das Neves intenta, con algo de quijote y de quimera, provocar una “retirada deshonrosa” de Fernández, sabiendo que el propio jefe de Gabinete pide turno desde hace varios meses para salir del “núcleo duro” de las decisiones, aunque la propia Cristina Kirchner no se lo permite.
“Yo no quiero gobernar sin el disco rígido de la gestión”, les dijo la Presidenta a su esposo y al propio Fernández cuando se armaba el gabinete. Lo notable es que, mientras Das Neves critica a Fernández porque “es un obstáculo”, la Presidenta lo considera imprescindible. “Cristina se volvió Alberto-dependiente, mucho más de lo que lo era Néstor”, observa un ministro en estricto off the record.
Para reducir la estatura política de las palabras de Das Neves, Alberto Fernández salió ayer en busca de auxilio de los gobernadores, para que hicieran públicos sus reproches. Consiguió el primer aliado. “Éste es un momento inadecuado para efectuar críticas. Fernández ha cumplido de manera excelente el difícil rol que le tocó jugar tanto con Néstor Kirchner como con Cristina”, lo ayudó el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, a través de la agencia Télam.
“Ahora van a venir las operaciones. Dijeron que estábamos enojados con Kirchner. Con él tengo un diálogo franco desde hace más de 20 años...”, previno Das Neves en el programa Desde el Llano. Se lo notaba a gusto en su nuevo papel, dentro del universo K: “el oficialismo crítico”. Y con un enemigo definido.
Las voces de la discordia
Mario Das Neves: “Alberto Fernández tiene demasiado poder y eso es peligroso. Hay que evitar que todo el poder pase por la discreción del jefe de Gabinete. Con todos los errores que cometió, en mi provincia yo lo hubiera echado”.
Alberto Fernández: “Para que se discuta hacen falta dos y yo no tengo nada que discutir. Hay que preguntarle a él lo que le pasa. A mí, con él no me pasa nada”.
Sergio Urribarri: “Veo con preocupación que en momentos en los que el partido oficialista debe estar firme detrás de su gobierno federal algunos intenten desgastar al más alto funcionario del gobierno de la administración, que siempre ha tenido una actuación impecable”.
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