Enviado por María Oyarzo
Para Carlos, hasta siempre
No vamos solos Carlos, no tan solos.
Tus manos nos abrigan,
enternecen al viento y lo pueblan de alas.
Como brisa de abriles
nos llena tu sonrisa.
Nos cobijan tus ojos.
Nos contagia tu vida.
Ya no sentimos frío.
Ya no tenemos hambre.
Estás aquí y allá…
Y en medio de la estepa y los coirones
no nos sabe a soledad tanto horizonte.
No estamos solos Carlos, no tan solos
El ángel de tu vida sembró en la tierra de los pobres.
De los niños y jóvenes - que alimentó tu boca
renacerá más vida y brotarán más soles .
Se vestirán de fiesta las palabras
y libertad y justicia no serán eufemismos.
No vamos solos Carlos, no tan solos
por allá van Teresa ,Víctor, Pocho ,
Darío y Maxi y miles que no están .
- Y sin embargo están -
Tomarán por asalto el paraíso
preparando el banquete-comedor
para los que no ven ,
- los poderosos.
Estás tan próximo y tan prójimo.
Están más presentes que nunca.
- que no existe.
No podrán los miserables fusilar las conciencias
Ni podrán gatillar
la dignidad conseguida.
No estamos
ni vamos solos
maestro-amigo
y por sobre todas las cosas COMPAÑERO.
Vamos siempre juntos caminando
hasta la victoria de los nadie .
Venciendo a la muerte
con tu ejemplo.
Sonia Elizabeth Coca (trabajadora docente Escuela 509 .Rawson)
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