Enviado por Flía Pantaenius
Martes 6 de Mayo de 2008
21:08
Natacha Ramírez, El Mercurio Online
SANTIAGO.- Luego de que hoy surgieran versiones encontradas respecto a la presencia de lava en la erupción del volcán Chaitén, el volcanólogo Werner Keller sostiene que es "muy improbable" que en este tipo de macizo se produzca un flujo de lava que amenace a la población, sino que debieran ocurrir explosiones.
El experto señala que esto se debe a la alta densidad del magma –con un elevado contenido de sílice– que estaría causando la erupción del Chaitén, característica que se deduce del material presente en el domo (tapón) ubicado en el cráter del volcán y de la expulsión de ceniza (magma fragmentado) de color claro.
"Por la alta densidad del magma presente en este tipo de erupción es improbable que se produzca un flujo de lava. El magma menos denso provoca lava más fluida, que puede correr como un río, pero en el Chaitén es más densa, por lo tanto es improbable que se genere un flujo de lava, y si se genera va a quedar en el perímetro del cráter y no va avanzar hacia Chaitén ni hacia otra parte", afirma.
En cambio indica que, producto de esta misma característica del magma, ésta será "como lo ha demostrado hasta ahora, una erupción eminentemente explosiva", con la expulsión constante de material. "Supongo que va a estar muchos meses activo y, en mayor o menor grado, va a ser expulsante cíclico", señala.
Dice que lo que ocurrió hoy fue precisamente una "explosión de apertura" de parte del domo, donde los subcráteres del volcán se habrían unificado, formando un centro de emisión de 800 metros de diámetro. "En el futuro es posible que esta cúpula, que tiene 7.500 años, sea completamente lanzada al exterior", afirma.
Vínculo con terremoto de Aisén
El volcanólogo indica que el mayor peligro en una erupción de este tipo es que se produzcan flujos piroclásticos "o nubes ardientes de un desplazamiento muy rápido, que pueden alcanzar decenas de kilómetros". "Son silenciosas, visibles, pero si es de noche y la población duerme es tremendo lo que podría producir", advierte.
En este contexto, afirma que "la lava es un peligro secundario", al igual que la posibilidad de un gran movimiento telúrico, pues la actividad sísmica asociada a erupciones de volcanes no suele superar los VI grados de intensidad. "Que ocurra un terremoto asociado a actividad volcánica es poco probable", considera.
No obstante, Keller sostiene que esta erupción "está directamente relacionada con el movimiento tectónico que comenzó en Aisén en enero de 2007" pues ambas zonas forman parte de la misma falla geológica, que se extiende aproximadamente desde el volcán Llaima –donde este año también hubo una erupción– hasta Aisén.
Finalmente, en cuanto a la distancia que podrían alcanzar las cenizas volcánicas, señala que podrían "dar la vuelta al mundo" y que, de acuerdo a lo que se aprecia en fotografías satelitales, "ya han sobrepasado el límite continental y están sobre el Atlántico".
Martes 6 de Mayo de 2008
21:08
Natacha Ramírez, El Mercurio Online
SANTIAGO.- Luego de que hoy surgieran versiones encontradas respecto a la presencia de lava en la erupción del volcán Chaitén, el volcanólogo Werner Keller sostiene que es "muy improbable" que en este tipo de macizo se produzca un flujo de lava que amenace a la población, sino que debieran ocurrir explosiones.
El experto señala que esto se debe a la alta densidad del magma –con un elevado contenido de sílice– que estaría causando la erupción del Chaitén, característica que se deduce del material presente en el domo (tapón) ubicado en el cráter del volcán y de la expulsión de ceniza (magma fragmentado) de color claro.
"Por la alta densidad del magma presente en este tipo de erupción es improbable que se produzca un flujo de lava. El magma menos denso provoca lava más fluida, que puede correr como un río, pero en el Chaitén es más densa, por lo tanto es improbable que se genere un flujo de lava, y si se genera va a quedar en el perímetro del cráter y no va avanzar hacia Chaitén ni hacia otra parte", afirma.
En cambio indica que, producto de esta misma característica del magma, ésta será "como lo ha demostrado hasta ahora, una erupción eminentemente explosiva", con la expulsión constante de material. "Supongo que va a estar muchos meses activo y, en mayor o menor grado, va a ser expulsante cíclico", señala.
Dice que lo que ocurrió hoy fue precisamente una "explosión de apertura" de parte del domo, donde los subcráteres del volcán se habrían unificado, formando un centro de emisión de 800 metros de diámetro. "En el futuro es posible que esta cúpula, que tiene 7.500 años, sea completamente lanzada al exterior", afirma.
Vínculo con terremoto de Aisén
El volcanólogo indica que el mayor peligro en una erupción de este tipo es que se produzcan flujos piroclásticos "o nubes ardientes de un desplazamiento muy rápido, que pueden alcanzar decenas de kilómetros". "Son silenciosas, visibles, pero si es de noche y la población duerme es tremendo lo que podría producir", advierte.
En este contexto, afirma que "la lava es un peligro secundario", al igual que la posibilidad de un gran movimiento telúrico, pues la actividad sísmica asociada a erupciones de volcanes no suele superar los VI grados de intensidad. "Que ocurra un terremoto asociado a actividad volcánica es poco probable", considera.
No obstante, Keller sostiene que esta erupción "está directamente relacionada con el movimiento tectónico que comenzó en Aisén en enero de 2007" pues ambas zonas forman parte de la misma falla geológica, que se extiende aproximadamente desde el volcán Llaima –donde este año también hubo una erupción– hasta Aisén.
Finalmente, en cuanto a la distancia que podrían alcanzar las cenizas volcánicas, señala que podrían "dar la vuelta al mundo" y que, de acuerdo a lo que se aprecia en fotografías satelitales, "ya han sobrepasado el límite continental y están sobre el Atlántico".
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