Fuente: Sernageomin
La actividad eruptiva del volcán Chaitén ha decaído al tipo subpliniano, aunque continúa en forma permanente.
Durante el fin de semana pasado, en particular el domingo 25 de mayo, la columna de gases y cenizas se mantuvo con una altura promedio de 3,5 km s.n.m., aunque ocasionalmente se producían explosiones mayores que elevaban la columna, no sobrepasando los 5 km s.n.m. La dispersión de la pluma tuvo una dirección preferencial noreste, debido a fuertes vientos del suroeste durante todo el día.
El sábado 24 de mayo se pudo sobrevolar el cráter del volcán apreciándose un leve crecimiento del domo volcánico activo, el cual sobrepasó ligeramente la cima del domo antiguo. Al sur del domo activo se formó un cráter de unos 200 m de diámetro, desde el cual eran expulsadas descargas continuas de gases y cenizas. Por otra parte, desde esta estructura continuaban generándose, especialmente hacia el norte, flujos de bloques y cenizas por inestabilidad de sus pronunciadas paredes.
Durante la jornada de ayer 25 de mayo se realizó un sobrevuelo en helicóptero Bolkow 44 de la Armada, hacia el río Yelcho y la zona hacia el interior. Se pudo observar que el río Amarillo aportaba una gran carga de cenizas y abundante pómez de diversos tamaños al río Yelcho, el cual ya contenía cenizas en sus aguas y recibía también material volcánico, principalmente cenizas, desde el río Michinmahuida.
Más al sureste, bordeando el lago Yelcho, se observó que el río Correntoso, procedente del noreste, aportaba una carga menor de cenizas al lago.Los demás ríos que desembocan al lago tenían sus aguas claras.
En el extremo sur del lago Yelcho, se observó que el río Futaleufú traía una carga importante de cenizas a lo largo de todo su cauce. Las aguas del río Azul contenían menor carga de cenizas, en cantidades inferiores a los otros ríos observados.
El sector sur del lago Espolón presentaba aguas relativamente claras, sin embargo, desde la mitad (río Tigre) hacia el norte, sus aguas eran lechosas y evidenciaban una importante concentración de cenizas, aportadas por los tres ríos de las cabeceras de su hoya hidrográfica.
Los escurrimientos de grandes volúmenes de sedimentos como corrientes de lodo volcánico (lahares) a lo largo del río Chaitén continúan afectando la ciudad homónima. También, se concentran en algunos cauces principales hacia el oriente.
Actividad Sísmica
Durante los últimos 4 días los sismos de tipo VT han disminuido progresivamente, tanto en número como en magnitud, evidenciando un leve pero continuo decaimiento de la actividad sísmica. Cabe destacar que si bien continúan las explosiones asociadas con emisiones de gases, cenizas y otros piroclastos, estas son de menor intensidad y volumen.
Finalmente, aunque la actividad volcánica ha decaído, aún no se puede descartar la ocurrencia de eventuales futuras explosiones mayores, por obstrucción del conducto de emisión, que pueden producir la destrucción parcial del domo nuevo (y/o antiguo) y la generación de flujos piroclásticos por colapso de la columna de erupción, los cuales descenderían en forma radial desde el volcán a lo largo de los valles adyacentes. Tampoco se descarta la eventual ocurrencia de explosiones laterales.
La actividad eruptiva del volcán Chaitén ha decaído al tipo subpliniano, aunque continúa en forma permanente.
Durante el fin de semana pasado, en particular el domingo 25 de mayo, la columna de gases y cenizas se mantuvo con una altura promedio de 3,5 km s.n.m., aunque ocasionalmente se producían explosiones mayores que elevaban la columna, no sobrepasando los 5 km s.n.m. La dispersión de la pluma tuvo una dirección preferencial noreste, debido a fuertes vientos del suroeste durante todo el día.
El sábado 24 de mayo se pudo sobrevolar el cráter del volcán apreciándose un leve crecimiento del domo volcánico activo, el cual sobrepasó ligeramente la cima del domo antiguo. Al sur del domo activo se formó un cráter de unos 200 m de diámetro, desde el cual eran expulsadas descargas continuas de gases y cenizas. Por otra parte, desde esta estructura continuaban generándose, especialmente hacia el norte, flujos de bloques y cenizas por inestabilidad de sus pronunciadas paredes.
Durante la jornada de ayer 25 de mayo se realizó un sobrevuelo en helicóptero Bolkow 44 de la Armada, hacia el río Yelcho y la zona hacia el interior. Se pudo observar que el río Amarillo aportaba una gran carga de cenizas y abundante pómez de diversos tamaños al río Yelcho, el cual ya contenía cenizas en sus aguas y recibía también material volcánico, principalmente cenizas, desde el río Michinmahuida.
Más al sureste, bordeando el lago Yelcho, se observó que el río Correntoso, procedente del noreste, aportaba una carga menor de cenizas al lago.Los demás ríos que desembocan al lago tenían sus aguas claras.
En el extremo sur del lago Yelcho, se observó que el río Futaleufú traía una carga importante de cenizas a lo largo de todo su cauce. Las aguas del río Azul contenían menor carga de cenizas, en cantidades inferiores a los otros ríos observados.
El sector sur del lago Espolón presentaba aguas relativamente claras, sin embargo, desde la mitad (río Tigre) hacia el norte, sus aguas eran lechosas y evidenciaban una importante concentración de cenizas, aportadas por los tres ríos de las cabeceras de su hoya hidrográfica.
Los escurrimientos de grandes volúmenes de sedimentos como corrientes de lodo volcánico (lahares) a lo largo del río Chaitén continúan afectando la ciudad homónima. También, se concentran en algunos cauces principales hacia el oriente.
Actividad Sísmica
Durante los últimos 4 días los sismos de tipo VT han disminuido progresivamente, tanto en número como en magnitud, evidenciando un leve pero continuo decaimiento de la actividad sísmica. Cabe destacar que si bien continúan las explosiones asociadas con emisiones de gases, cenizas y otros piroclastos, estas son de menor intensidad y volumen.
Finalmente, aunque la actividad volcánica ha decaído, aún no se puede descartar la ocurrencia de eventuales futuras explosiones mayores, por obstrucción del conducto de emisión, que pueden producir la destrucción parcial del domo nuevo (y/o antiguo) y la generación de flujos piroclásticos por colapso de la columna de erupción, los cuales descenderían en forma radial desde el volcán a lo largo de los valles adyacentes. Tampoco se descarta la eventual ocurrencia de explosiones laterales.
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