jueves, mayo 29, 2008

De Epuyén a Gijón: crónica y reflexiones de una experiencia alejada de las cenizas pero cercana a la crisis ambiental que supimos conseguir

Por Lucas Chiappe

Acabo de volver de mi viaje a España, invitado por los organizadores del XI Salón del Libro Iberoamericano de Gijón (Asturias) y aprovecho estos primeros momentos para resumir mis impresiones y para compartir con ustedes las sensaciones que aún flotan en mi cabeza luego de dos intensas semanas de trabajo y reflexión.

En principio les comento que mi exposición fotográfica que cosechó varios elogios, se realizó en el salón central del antiguo edificio del Instituto de Cultura de esa ciudad, un espacio totalmente reacondicionado para tal fin con instalaciones de última generación y una iluminación impecable... O sea que las 30 imágenes (+ 3 gigantografías) de "El Alma del Bosque" se lucían de la mejor manera posible y acompañaban el recorrido de una manera amigable, de acuerdo con la temática propuesta.

Desde el primer día desfilaron docenas de personas por la sala ya que debido a su ubicación, se trasforma en paso semi obligado para la feria de libros que se desarrolla en el resto del edificio. De hecho en ese lugar todas las mañanas se fueron concentrando grupos de "chabales" de distintas escuelas públicas de Gijón con quienes tuve largas charlas didácticas, que incluían temas geográficos, sociales y obviamente ambientales y que cerraban con un pequeño show audiovisual de 30 minutos de duración para mostrarles la rica y frágil biodiversidad andino-patagónica, enfatizando la necesidad de defender semejante riqueza natural... Desde ya, una manera muy agradable para interactuar con ellos, contestar todas sus dudas, sus múltiples preguntas y trasformar esas horas en un aprendizaje lleno de anécdotas y colores... No caben dudas que la mejor manera de aprender siempre es a través de la diversión y jamás de la imposición a la que lamentablemente son sometidos todos los alumnos alrededor del mundo en mayor o menor escala...

También tuve el placer de desarrollar ese tipo de actividades con contingentes con pequeños grupos de desempleados, mientras paralelamente y como devolución por parte de los escritores y poetas invitados al evento, se desarrollaron talleres de creación literaria para jóvenes y para adultos, espectáculos teatrales, foros sobre cine y literatura, presentaciones de libros, visitas a la Universidad Laboral y otros IES, y se brindaron charlas y recitales de poesía en distintos ámbitos de la ciudad incluyendo centros penitenciarios de Gijón.

A primeras horas de la tarde mi agenda se concentró en responder los requerimientos de la prensa escrita y oral del "Principado de Asturias" (antigua manera con la que aun se denomina esta región del Norte de España), situación que se intensificó con el pasar de los días: El desfile de periodistas de Diarios, Radios y TV me extrañó en principio, pero luego lo aproveché como una invitación para enfatizar mi visión "radical" respecto a la necesidad de aplicar una política de conservación estrictísima en la región andino-patagónica y señalar a la campaña bi-nacional "Patagonia sin Represas" como el emergente de una situación que vemos repetirse a diario en los países mal llamados del tercer mundo: Espejos de un saqueo sistemático llevado a cabo por una infinidad de corporaciones del Hemisferio Norte, incluyendo por supuesto muchas empresas de capitales españoles como Endesa, Repsol, Ence, Telefónica y dale que va...

Pero, más allá de las actividades que ocuparon prácticamente todo el tiempo diurno que dispuse, a éstas se le sumaron los foros, mesas redondas y debates que matizaron el cierre diario del Salón a partir de diversas premisas: "Huella Ecológica Global: Gobierno y Ecosistema" - "Las Víctimas del Desarrollo" - "La Realidad Medioambiental como desafío para la Creación Literaria"... Conceptos que nos permitieron a los panelistas y al público presente, llegar a conclusiones casi "inevitables": Por un lado, el estado de emergencia planetaria en el que nos encontramos y en consecuencia la necesidad de actuar en manera inmediata para tratar de revertir una situación de peligro inminente e irreversible...

Desde ya que la calidad de los expositores convocados por el organizador del evento, el escritor chileno Luís Sepúlveda (autor de libros como: "El viejo que narraba historias de amor", "Patagonia Express", "Desencuentros"...) y un eficiente equipo de colaboradores, le brinda a este Salón anual un prestigio muy valorado en el ambiente literario europeo y lo trasforma en una Meca para los editores que participan activamente en búsqueda de nuevas obras y talentos de habla iberoamericana. A la vez es una ventana abierta para que escritores y poetas reconocidos mundialmente como Antonio Saravia, Elikura Chihuailaf, Pino Cacucci, Bruno Serrano o José Fajardo, por nombrar sólo algunos, presenten sus trabajos y brinden recitales con entrada libre y gratuita de un altísimo nivel para la concurrencia.

En lo personal fue un halago formar parte de este excepcional plantel humano y recibir tantas muestras de cariño que redundaron en varias invitaciones, a fin de trasladar ese mismo mensaje a otros ámbitos y ciudades de la comunidad europea.

También fue enriquecedor como siempre el hecho de "salir del valle" y por un rato ver las cosas del pago chico desde otra perspectiva... Algo así como esa "Visión del Águila" que uno adquiere cuando trepa a un cerro y observa su vida y su entorno inmediato con un sesgo menos microscópico... Mirada que sin lugar a dudas me sirve para redimensionar aunque sea por un rato mi propio rol como eco-activista solitario y todo terreno, acostumbrado al reconocimiento en el exterior y censurado en mi propia provincia...

Aunque al mismo tiempo no puedo dejar de cuestionarme, al igual que lo harán ustedes, el alcance real de semejante movida más allá del "brillo de las marquesinas" y una "previa" agotadora que significó la preparación de la muestra, el interminable traslado ida y vuelta desde el Valle de Epuyén y por supuesto el esfuerzo continuo para brindar lo mejor de uno a lo largo de tantos días recargados de eventos y requerimientos.

Obviamente sólo el tiempo, algún resultado palpable y la auto-evaluación de esta experiencia por el viejo continente me marcará algún rumbo a seguir, ya que por suerte nada es lineal como parece y los acontecimientos impredecibles, como los que estamos viviendo en estas semanas con tantas cenizas y temblores telúricos, nos van brindando una infinidad de opciones abiertas y oportunidades valiosísimas... Está en uno analizarlas y compartirlas con los amigos para cotejar errores, temores, posturas y estrategias mirando hacia el futuro...

Y llegado a este punto de la narración cronológica de los hechos me permito agregar algunas de mis reflexiones y sensaciones respecto al estado de profunda apatía ambiental que se palpa y se vive en todo el Hemisferio Norte: Situación llamativa si se considera la inmejorable capacidad informativa potencial que se tiene en esos lugares en donde la tecnología invade todos los espacios sociales... Pero, es cierto aquel viejo dicho que afirma que no hay peor ciego del que no quiere ver, o sordo del que se niega a escuchar las voces que emiten la sirena de alarma ambiental a la que nos enfrentamos... Una situación que en cambio de permitir a esas sociedades acostumbradas a un consumismo compulsivo y un despilfarro absolutamente obsceno, asegurarse un futuro más previsible para ellos y sus descendientes, las va trasformando en sociedades frágiles y de altísimo riesgo que viven al borde del abismo aunque se nieguen a asumirlo...

... "- De entrada ese agradable asombro que nos sorprende a todos los latinoamericanos por la buena educación y el trato cordial que se dispensan quienes viven en el continente europeo... es remplazado por un asombro parecido pero mucho más agudo al comprobar la espeluznante devastación ambiental que se observa (sobre todo desde el aire) en la Península Ibérica y en la mayoría de los países europeos: Deforestación masiva de bosques nativos y patéticos reemplazos con monocultivos de eucalipto - industrias altamente contaminantes que se vislumbran el horizonte echando pestilentes humaredas a la atmósfera... torres de alta y media tensión que invaden el paisaje, antenas-rutas y viviendas que sumergen la campiña en una continuidad urbana sofocante, alternadas de vez en cuando por colinas intensamente labradas, pueblos de montaña abandonados, explotaciones mineras a cielo abierto produciendo una devastación apocalíptica, industrias siderúrgicas que vuelcan sus deshechos a ríos y arroyos o directamente a orillas del mar etc... etc...

Desastres ecológicos a los que se fueron acostumbrando quienes viven en esos lugares... e incluso que pasan desapercibidos para muchos de los visitantes de estas latitudes sureñas deslumbrados por semejante despliegue del mal llamado desarrollo... o fascinados por las antiguas obras monumentales que aparecen por todas partes marcando pedazos de historias de conquistas registradas en los 5 continentes, y que costaron literalmente sangre, sudor y lágrimas de millones de trabajadores mal remunerados y esclavos sometidos a lo largo de los dos milenios pasados"...

Como capas de una cebolla las impresiones que uno va recogiendo a cada paso se suman y se contraponen volviendo a dejar en claro que nada en este planeta es de una sola forma o de un solo color... La contradicción, esa eterna constante en el comportamiento del ser humano, se pone en evidencia en cada esquina del continente europeo: Cultura y decadencia, tolerancia y xenofobia, adelantos tecnológicos y ausencia de sentido común, un confort impensable hasta hace pocas décadas atrás y una sensación de vacío existencial siempre presente... todas facetas diversas de la misma moneda, cuyo reverso nos muestra también los puentes que se van tendiendo constantemente entre la gente activa y solidaria que trabaja aquí, allí y en todo el mundo en contra del desaliento y el espanto social y ecológico al que hemos reducido nuestra extraña sociedad "bobalizada"...

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