viernes, junio 06, 2008

Día de la Ingeniería 08: El saber hace el Ser

Por Heraldo Ruddy González

El 6 de junio de 1.870, se gradúa en la Facultad de Ciencias Exactas en la Universidad de Buenos Aires, el primer Ingeniero Civil

Este histórico acontecimiento acaecido en Argentina hace 138 años permite revalorizar dos sucesos nacionales y divulgar la excelencia educativa en América Latina por cuanto:

1º) La Educación Nacional conquistaba la excelencia universitaria en ciencia y técnica.

2º) El primer graduado fue Argentino y se llamó Luis A. HUERGO
3º) Cuando fallece el 4 de noviembre de 1.913 motivo que la Asociación de Ingenieros del Uruguay, lo proclamara el “Primer Ingeniero de América Latina”.

Lo anterior debe considerarse motivo de orgullo de cualquier ciudadano y a los ingenieros reflexionar sobre nuestra responsabilidad, como asimismo el agradecimiento a nuestras Universidades Nacionales y docentes en todos los órdenes por nuestra educación


Hoy sin jactancia manifiesto orgullo profesional y también la humildad para reconocer errores y en base a ello rescatar el aprendizaje adquirido en mis años de estudiante.


F. Nietzche sentenció: “En todo el porvenir quiero reparar este presente”.

Como inveterado docente, procuro transmitir como una obligación, conocimientos y experiencias y recreo concretamente lo acontecido el día 8 de mayo de 1968. Fue cuando rendía una emblemática materia de Ingeniería llamada; “Estructuras de Hormigón Armado”.

Con mucho ahínco y expectativa había preparado la materia. Unos días antes me aconsejo un compañero; “antes de presentarte toma “ACTEMIN” (un fármaco y que supuestamente aclaraba los conocimientos), demás esta decir que eufórico luego de “tragarme” media pastillita me presente ante la mesa examinadora, al iniciar mi exposición, “hablaba hasta por los codos”. Ante esto el Ing. Oscar Andrés titular de la cátedra, me sugirió callar mi verborragia y dijo; “González, Ud. esta muy elocuente, hable memos y tranquilo y piense más, ¡¡¡ESTAMOS!!!”.

Ese consejo me hizo tomar conciencia y continuando el examen, me planteo un problema de “torsión”, pensé y expuse mis nociones que había estudiado en teoría y practica para resolver la cuestión, ya entrando mas en confianza y ante un calculo efectivo que me planteo de una viga le solicite las dimensiones y me dijo; es de 20 x 40 cm . Inmediatamente y considerando que había superado el trance, respondí de inmediato; veinte dividido cuarenta es un “tercio”, es decir 0,33; con esta valor calculo el momento de inercia etc. etc., continuo me hace unas preguntas mas conceptuales de la materia que respondo y me dice que aguarde el resultado. Mientras esperaba repasaba lo acontecido y compruebo con angustia que el resultado de la división es un medio, es decir 0,50 y no 0,33 como yo afirme y espero que con certeza y justamente seré reprobado por el garrafal error.

Luego de prolongada espera, el Jefe de Trabajos Prácticos Ing. Lusente con quien había cursado la materia tiempo atrás me entrega la libreta universitaria firmada y me comunica que fui calificado con un cuatro y aprobé con el mínimo de la calificación.

Regreso casa y mi Sra. Junto a mis pequeñas hijas me pregunta como me fue, doy el resultado y le confieso que me siento avergonzado por lo sucedido y me infunde ánimo.

Al otro día continuo abrumado y decido antes de ingresar a mi trabajo, concurrir al Dpto. de Ingeniería y solicito hablar con el Ing. Andrés, al atenderme le manifiesto que me consideraría mas conforme habiendo reprobado, explicándole que consideraba haber estudiado lo suficiente y que mi intención no fue “tirarme un lance”. Me responde; “lo aprobé porque la experiencia docente me permitió saber que sabia”, y continuo “allí reside la habilidad de un examinador para definir si un alumno sabe o no sabe para ser responsable de su conocimiento de la ciencia y la técnica”. Le agradezco la enseñanza y cuando me estoy por retirar me dice; “Espere; “Sea un buen ingeniero, no me falle si es profesional”.

En ese momento; que recuerdo nítidamente supe que conseguiría ser ingeniero.
Existen algunos “docentes” o “examinadores” que otorgan “Títulos” o “Distinciones” para calificar y aprobar la idoneidad de un ser para ejercer una profesión, función o cargo y se hace irresponsable o arbitrariamente. Esto también marca indignidad del examinado.

Don José de San Martín sentenció: “Serás lo que debes ser o sino no serás nada”

De la sabiduría del Padre de la Patria, de mi aprendizaje experiencia y compromiso digo: “se debe saber para otorgar lo que se debe o puede llegar a ser y hacer por el saber”.

Albert Einstein fue reprobado en sus épocas de Estudiante y dijo mas tarde: “Comienza a manifestarse la madurez, cuando sentimos que nuestra preocupación por los demás es mayor que por nosotros mismos”

Feliz DIA de la INGENIERIA ARGENTINA y a los colegas a preocuparse y ocuparse por lo que se pueda hacer responsablemente por ambas.

* Ing. Civil. Mat. 255 Ley Nº 532
Trelew, Chubut, 04 de junio de 2008

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