Enviado por Avkin Mapu
La institución académica sigue recibiendo restos humanos obtenidos en excavaciones arqueológicas actuales, aseguró Fernando Miguel Pepe, miembro del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS), que trabaja desde el 2006 en la identificación de los más de 10 mil restos humanos que se encuentran en los depósitos del Museo de La Plata. En diálogo con el programa radial La Flecha - Estación Sur 93.7 Mhz - también resaltó que el núcleo académico que se resiste a la restitución de éstos está integrado por jóvenes de entre 25 y 35 años “que se niegan a perder el material para sus tesis doctorales”. Además denunció que Alejandro Korn y Carlos Spegazzini, considerados ciudadanos ilustres por la historia oficial y homenajeados el 16 de abril por el Consejo Deliberante local, estuvieron comprometidos en el asesinatos de indígenas hace un siglo.
Por La Flecha (Radio Estación Sur 91.7 FM)
-¿Cómo nace el grupo GUIAS y cuál es el trabajo que realizan?
Nosotros nos empezamos a juntar a fines del año 2005 a raíz de un episodio que sucedió en el Museo, cuando la comunidad boliviana se acercó a hacer un ritual y pidió el retiro de unas momias en exhibición. El pedido fue documentado en video por un compañero de la facultad, un antropólogo, Cristian Jure; nosotros no vimos el episodio en sí sino el video, ese fue el disparador del grupo.
Fue una ceremonia muy emotiva donde muchas personas lloraban y no podían creer lo que se exhibía en el Museo. Eso fue muy fuerte para nosotros, ver a una comunidad expresarse de esa manera, y nos motivó a nuclearnos en este grupo de estudiantes autoconvocados para tratar de llevar acabo los reclamos de retirar los restos humanos del Museo. Ese fue el primer paso, nuclearnos en pos de este objetivo.
En el Museo se estaba intentando retirar los restos humanos, la directora Silvia Ametrano había presentado un proyecto, pero había rebotado en el Consejo Académico como muchos otros proyectos de intentos anteriores.
Al principio de 2006 empezamos con la investigación. Decidimos investigar quiénes eran y a quiénes pertenecían los restos que estaban en el Museo. Empezamos de manera bibliográfica, en la Biblioteca del Museo, que es muy amplia y tiene mucha información, sobre todo de la época de la fundación del Museo, que es cuando entran la mayoría de las colecciones con restos humanos. Cuando vimos la abundante bibliografía que había, empezamos a atacar el tema de investigación desde un núcleo más chico: los representantes de los pueblos originarios que habían muerto dentro del mismo Museo. Pensábamos que eso era lo más importante.
-Hay un fuerte desconocimiento con respecto a este tema. No hay mayor información sobre los integrantes de pueblos originarios que vivieron en el Museo y que cuando murieron pasaron a formar parte de una especie de muestra turística.
Hay dos cosas que son importantes, que sea como una muestra turística me parece que es una aberración y lo otro es lo oculto, el desconocimiento. Hay un desconocimiento que es intencional. Esto es un tema tabú, como se definen algunas cuestiones en la antropología. Y este es un tema tabú de la propia Antropología, por eso el grupo está integrado por estudiantes, no hay profesionales, porque es un tema tabú y lo tabú se castiga.
Por ejemplo el Consejo Deliberante de La Plata homenajeó a personajes de esta ciudad que estuvieron en la fundación del Museo, como Alejandro Korn - fundador del Hospital Melchor Romero [hoy llamado Instituto Neuropsiquiátrico Alejandro Korn] - y Carlos Spegazzini, que es un botánico. Y en nuestra investigación comprobamos que ambos estaban muy comprometidos en asesinatos de miembros de pueblos originarios en varias partes del país. Korn en el Melchor Romero era proveedor de restos humanos como lo era [la Colonia Neuro-psiquiátrica] Montes De Oca en la época de la última dictadura. A principios de siglo, el Melchor Romero proveía de restos humanos al Museo de La Plata y sabemos también al Museo de Berlín, en Europa; no sólo de los pueblos originarios sino de otras personas, presos que estaban ahí.
-¿Cuál fue el papel de Francisco Moreno, el fundador del Museo?
Moreno tenía un papel político, no era un científico, nunca estudió, nunca se dedicó a la ciencia. Sí era un coleccionista de chico, o por lo menos cuando llega a la adolescencia empieza a formar las primeras colecciones de restos humanos. El año pasado, cuando nosotros empezamos con todo este movimiento, salimos fuerte a los medios de comunicación para hacer un plafón dentro del mismo Museo y de la comunidad platense, para apoyar estos pedidos de restitución. Y salimos a contar que Moreno a los 20 años tenía una colección de 600 cráneos, a los 23 tenía 900, a los 27 tenía 1000. Con esa colección funda el museo de La Plata, pero como coleccionista, no como científico. El tiene un rol en la historia argentina que es de perito, es el que delimita los límites con Chile, ese es el trabajo más conocido, y también es fundador de los Boy Scout. Pero su papel era político y el Museo de La Plata es la piedra fundamental de una política que era decir: “La Patagonia es Argentina, no es chilena, no es de los araucanos, no es de los tehuelches, no es de los mapuches”.
-En el marco de la Campaña del Desierto.
Sí. El es un avanzado. Nosotros estamos leyendo sus cartas, sus escritos, y él decía que es más fácil descubrir el paso de Chile si va una persona sola en vez de todo un regimiento. Ese paso interesaba porque se podía cortar la salida de retaguardia hacia Chile y de Chile hacia Argentina de las comunidades indígenas, que habían evadido muchas campañas por ese paso de Bariloche. Era un paso todo el año, entonces era muy estratégico. El va mapeando los toldos; igualmente va vestido de soldado, va con una casaca de sargento, tiene mando sobre oficiales y soldados porque él va mandando chasquis con órdenes que se cumplían. O sea, tenía poder sobre tropas. El funda el Museo de La Plata con estas colecciones, y se hace traer a algunos caciques, son los últimos caciques con mando que están en la Patagonia, con el fin - que hemos demostrado - de exponerlos. Despu&eac ute;s es elegido diputado, y por todo el trabajo de los límites con Chile es considerado por muchos como un patriota.
-Nos gustaría que cuentes el caso del cacique Inacayal, que pese a una ley nacional de 1994 parte de sus restos siguieron estando en el Museo y ustedes los encontraron.
Nosotros comenzamos en el 2006 la investigación con análisis bibliográficos enterándonos particularmente de los que estuvieron en el Museo de La Plata prisioneros. Cuando empezamos a analizar esta bibliografía encontramos en un catálogo qué restos humanos estaban de estas personas, que eran Inacayal, su mujer, una fueguina que venía con este grupo [Tafá, una alacaluf] y Margarita Foyel, hija del cacique Foyel. Procedimos a una segunda etapa de la investigación. Solicitamos permiso al jefe de la División de Antropología Biológica para ver en qué estado estaban estos restos; más que ver en qué estado nosotros pensábamos ver cuáles eran los restos para seguir el estudio.
Cuando comenzamos a analizar los restos humanos vimos que, por metodología de estudio, estaban distintos restos en distintos lugares, según el estudio. Los que estudiaban los cráneos tenían los cráneos, los que estudiaban la parte de la pelvis tenían esas partes en sus laboratorios. Solicitamos entonces reunirlo todo en un mismo contenedor por persona, entonces todos los restos de Margarita que estén en un mismo contenedor.
Así fuimos recolectando los restos y encontramos que también tenían restos blandos: estaban los cueros cabelludos de estas personas que habían muerto en el Museo, algunos órganos como los cerebros. Algunos cerebros tenían borrada la numeración, empezamos a estudiar y comprobamos que uno de ellos era el cerebro del cacique Inacayal y también encontramos el cuero cabelludo y su oreja izquierda, eso sí ya con el rótulo y el nombre, no tuvimos que hacer ningún análisis. Con el sólo hecho de encontrarlo comprobamos que la restitución, que fue la primera en el país - una restitución histórica porque se hicieron muy pocas, sólo dos en Argentina, y las dos en el Museo de La Plata -, había sido de manera incompleta, o sea ilegal, porque el Museo aún tiene bajo su custodia restos del cacique lonko Inacayal. Cada día que los restos pasan en e l Museo se está violando esta ley. Esto lo denunciamos a los medios gráficos, presionando siempre para que se retiren todos los restos de exhibición, que fue nuestro objetivo primordial durante el 2006. Bueno, el gobernador de Chubut llamó, se está reclamando hoy; Rosa Chiquichano, la primera diputada tehuelche mapuche también lo está reclamando.
En ese proceso, también comprobamos que en el Museo había otros restos - con nombre y apellido algunos, otros sólo con nombre - de personas que se suponían 'desaparecidas'. Nosotros creemos que hay una continuidad histórica de lo que pasó en Argentina en los 70, hay una continuidad del genocidio, de las prácticas sobre todo y de la política que viene atrás. Lo que ellos pensaban no era realmente que los indígenas eran inferiores; esa era una justificación para un móvil económico que fue quedarse con 40 millones de hectáreas del pueblo mapuche tehuelche, que se las roban a sangre y fuego. Después Moreno pasa a ser el héroe en la historia también por crear el Parque Nacional Nahuel Huapi, al donar 4 hectáreas de las 40 millones que se expropiaron. Es una ironía terrible.
-Además le quitó a estos lonkos la posibilidad de morir en sus tierras, mientras que los restos de él están "descansando" en una isla del Nahuel Huapi.
Es increíble: fue enterrado con ceremonias militares, se le hizo un ritual militar, y en el ataúd pusieron los ponchos de los caciques vencidos, estaban el poncho de Catriel, de Sayhueque, de Inacayal, como verdaderos trofeos. Nosotros hacemos una continuidad histórica de que estos son cráneos trofeo.
Trabajando con la directora y muchas personas de la comunidad, logramos el retiro de exhibición de todo lo que sea restos humanos de los pueblos originarios. El de Inacayal se hizo automático el pedido de restitución, pero nosotros generamos un nuevo ciclo de pedidos de restitución al Museo de La Plata.
El quid de la cuestión es que si los restos de Inacayal hay que restituirlos a Tecka [su lugar de origen], quiere decir que Tecka es de Inacayal, que ese es su pueblo. Por eso lo importante de la restitución, mas allá de que descanse ahí, estamos hablando de que es su territorio. Y la lucha de los pueblos hoy es por que les devuelvan el territorio.
-¿Cuántos restos se calcula que hay en el Museo de La Plata?
Descubrimos que nadie sabía cuantos restos humanos hay, por eso pudimos encontrar restos de personas que estaban desaparecidas hace 100 años y al menos en los registros oficiales no se sabían dónde estaban sus cuerpos (también de pueblos originarios, en este caso una chiquita de Paraguay). Nosotros de la lectura bibliográfica que vimos calculamos 10 mil restos humanos como mínimo. Vos pensá que cada día que pasa hay excavaciones de arqueólogos, por ejemplo en Salta en este momento están excavando 30, 40, 50 cuerpos y los van trayendo al Museo, continuamente, día a día, el Museo acrecienta su patrimonio. Pensábamos presentar algún proyecto para que hasta que no se sepa cuáles, cuántos y de quiénes son los restos humanos que hay en el Museo, no ingresen más. Pero es muy complicado.
En la hemeroteca encontramos que se tenía catalogado cinco muertes dentro del Museo - ningún autor tenía todas, nosotros uniendo la bibliografía juntamos cinco -. En la hemeroteca de la ciudad encontramos la sexta, la muerte de una chiquita de Paraguay, también indígena. Ahora que se está construyendo en el laboratorio del Museo se encontró el cuerpo de un mapuche tehuelche que para mi - porque tiene una hendidura de cráneo - es un asesinato más dentro del Museo. Tiraron una pared y detrás de una pared había una persona muerta. Detrás de una pared sin salida…. Y entonces puede ser que haya más historias ocultas en el Museo de La Plata. Y si no hay más historias ocultas, igualmente nadie sabe bien el inventario de lo que hay hoy. Y se va acrecentando día a día.
-¿Y qué posición tiene respecto a esto el sector científico y las autoridades?
La directora hoy fue la que avaló nuestro trabajo. Ella había presentado el proyecto para retirar los restos humanos y se lo habían desaprobado; nosotros apoyamos ese proyecto. La directora es una geóloga, es bastante sensible a este tema, y el resto de la comunidad científica está a la altura de las circunstancias, pidiendo que se retire. Pero siempre hay un núcleo pequeño pero muy fuerte que son los que estudian estos restos humanos, jóvenes entre 25 y 35 años que se niegan a perder el material para sus tesis doctorales; ahí encontramos el núcleo más fuerte de oposición, en jóvenes.
-Hablabas de que se han acrecentado los pedidos de restitución. ¿Cómo viene esto?
Eso viene para rato porque es más complejo y las instituciones se han tomado tiempos muy largos, que no son los reales de las comunidades ni de las necesidades de la gente. Como todas las instituciones estatales, la Universidad de La Plata pertenece al Estado Nacional y tiene la diferencia de clase con el pueblo. Nosotros lo hemos mostrado mas allá de este trabajo, en un trabajo previo con las comunidades guaraníes de Misiones que están luchando por sus tierras, no contra un terrateniente o una empresa privada sino contra la Universidad de La Plata, que tendría que ser ejemplo. La Universidad de La Plata tiene una postura elitista.
-Recientemente han publicado el libro "Identificación y Restitución: colecciones de Restos Humanos en el Museo de La Plata", ¿van a sacar más ediciones?
En realidad hicimos una edición de 100 [ejemplares] para constatar qué aceptación tenía, y ahora todas las críticas que hemos recibido la vamos a volcar a la nueva edición, y recién ahí vamos a salir a la comunidad, fuera del Museo.
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Escuchá "La Flecha" los jueves de 18 a 19 por Radio Estación Sur de La Plata (91.7 FM) o a través de internet: http://www.radioestacionsur.com.ar/
La institución académica sigue recibiendo restos humanos obtenidos en excavaciones arqueológicas actuales, aseguró Fernando Miguel Pepe, miembro del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS), que trabaja desde el 2006 en la identificación de los más de 10 mil restos humanos que se encuentran en los depósitos del Museo de La Plata. En diálogo con el programa radial La Flecha - Estación Sur 93.7 Mhz - también resaltó que el núcleo académico que se resiste a la restitución de éstos está integrado por jóvenes de entre 25 y 35 años “que se niegan a perder el material para sus tesis doctorales”. Además denunció que Alejandro Korn y Carlos Spegazzini, considerados ciudadanos ilustres por la historia oficial y homenajeados el 16 de abril por el Consejo Deliberante local, estuvieron comprometidos en el asesinatos de indígenas hace un siglo.
Por La Flecha (Radio Estación Sur 91.7 FM)
-¿Cómo nace el grupo GUIAS y cuál es el trabajo que realizan?
Nosotros nos empezamos a juntar a fines del año 2005 a raíz de un episodio que sucedió en el Museo, cuando la comunidad boliviana se acercó a hacer un ritual y pidió el retiro de unas momias en exhibición. El pedido fue documentado en video por un compañero de la facultad, un antropólogo, Cristian Jure; nosotros no vimos el episodio en sí sino el video, ese fue el disparador del grupo.
Fue una ceremonia muy emotiva donde muchas personas lloraban y no podían creer lo que se exhibía en el Museo. Eso fue muy fuerte para nosotros, ver a una comunidad expresarse de esa manera, y nos motivó a nuclearnos en este grupo de estudiantes autoconvocados para tratar de llevar acabo los reclamos de retirar los restos humanos del Museo. Ese fue el primer paso, nuclearnos en pos de este objetivo.
En el Museo se estaba intentando retirar los restos humanos, la directora Silvia Ametrano había presentado un proyecto, pero había rebotado en el Consejo Académico como muchos otros proyectos de intentos anteriores.
Al principio de 2006 empezamos con la investigación. Decidimos investigar quiénes eran y a quiénes pertenecían los restos que estaban en el Museo. Empezamos de manera bibliográfica, en la Biblioteca del Museo, que es muy amplia y tiene mucha información, sobre todo de la época de la fundación del Museo, que es cuando entran la mayoría de las colecciones con restos humanos. Cuando vimos la abundante bibliografía que había, empezamos a atacar el tema de investigación desde un núcleo más chico: los representantes de los pueblos originarios que habían muerto dentro del mismo Museo. Pensábamos que eso era lo más importante.
-Hay un fuerte desconocimiento con respecto a este tema. No hay mayor información sobre los integrantes de pueblos originarios que vivieron en el Museo y que cuando murieron pasaron a formar parte de una especie de muestra turística.
Hay dos cosas que son importantes, que sea como una muestra turística me parece que es una aberración y lo otro es lo oculto, el desconocimiento. Hay un desconocimiento que es intencional. Esto es un tema tabú, como se definen algunas cuestiones en la antropología. Y este es un tema tabú de la propia Antropología, por eso el grupo está integrado por estudiantes, no hay profesionales, porque es un tema tabú y lo tabú se castiga.
Por ejemplo el Consejo Deliberante de La Plata homenajeó a personajes de esta ciudad que estuvieron en la fundación del Museo, como Alejandro Korn - fundador del Hospital Melchor Romero [hoy llamado Instituto Neuropsiquiátrico Alejandro Korn] - y Carlos Spegazzini, que es un botánico. Y en nuestra investigación comprobamos que ambos estaban muy comprometidos en asesinatos de miembros de pueblos originarios en varias partes del país. Korn en el Melchor Romero era proveedor de restos humanos como lo era [la Colonia Neuro-psiquiátrica] Montes De Oca en la época de la última dictadura. A principios de siglo, el Melchor Romero proveía de restos humanos al Museo de La Plata y sabemos también al Museo de Berlín, en Europa; no sólo de los pueblos originarios sino de otras personas, presos que estaban ahí.
-¿Cuál fue el papel de Francisco Moreno, el fundador del Museo?
Moreno tenía un papel político, no era un científico, nunca estudió, nunca se dedicó a la ciencia. Sí era un coleccionista de chico, o por lo menos cuando llega a la adolescencia empieza a formar las primeras colecciones de restos humanos. El año pasado, cuando nosotros empezamos con todo este movimiento, salimos fuerte a los medios de comunicación para hacer un plafón dentro del mismo Museo y de la comunidad platense, para apoyar estos pedidos de restitución. Y salimos a contar que Moreno a los 20 años tenía una colección de 600 cráneos, a los 23 tenía 900, a los 27 tenía 1000. Con esa colección funda el museo de La Plata, pero como coleccionista, no como científico. El tiene un rol en la historia argentina que es de perito, es el que delimita los límites con Chile, ese es el trabajo más conocido, y también es fundador de los Boy Scout. Pero su papel era político y el Museo de La Plata es la piedra fundamental de una política que era decir: “La Patagonia es Argentina, no es chilena, no es de los araucanos, no es de los tehuelches, no es de los mapuches”.
-En el marco de la Campaña del Desierto.
Sí. El es un avanzado. Nosotros estamos leyendo sus cartas, sus escritos, y él decía que es más fácil descubrir el paso de Chile si va una persona sola en vez de todo un regimiento. Ese paso interesaba porque se podía cortar la salida de retaguardia hacia Chile y de Chile hacia Argentina de las comunidades indígenas, que habían evadido muchas campañas por ese paso de Bariloche. Era un paso todo el año, entonces era muy estratégico. El va mapeando los toldos; igualmente va vestido de soldado, va con una casaca de sargento, tiene mando sobre oficiales y soldados porque él va mandando chasquis con órdenes que se cumplían. O sea, tenía poder sobre tropas. El funda el Museo de La Plata con estas colecciones, y se hace traer a algunos caciques, son los últimos caciques con mando que están en la Patagonia, con el fin - que hemos demostrado - de exponerlos. Despu&eac ute;s es elegido diputado, y por todo el trabajo de los límites con Chile es considerado por muchos como un patriota.
-Nos gustaría que cuentes el caso del cacique Inacayal, que pese a una ley nacional de 1994 parte de sus restos siguieron estando en el Museo y ustedes los encontraron.
Nosotros comenzamos en el 2006 la investigación con análisis bibliográficos enterándonos particularmente de los que estuvieron en el Museo de La Plata prisioneros. Cuando empezamos a analizar esta bibliografía encontramos en un catálogo qué restos humanos estaban de estas personas, que eran Inacayal, su mujer, una fueguina que venía con este grupo [Tafá, una alacaluf] y Margarita Foyel, hija del cacique Foyel. Procedimos a una segunda etapa de la investigación. Solicitamos permiso al jefe de la División de Antropología Biológica para ver en qué estado estaban estos restos; más que ver en qué estado nosotros pensábamos ver cuáles eran los restos para seguir el estudio.
Cuando comenzamos a analizar los restos humanos vimos que, por metodología de estudio, estaban distintos restos en distintos lugares, según el estudio. Los que estudiaban los cráneos tenían los cráneos, los que estudiaban la parte de la pelvis tenían esas partes en sus laboratorios. Solicitamos entonces reunirlo todo en un mismo contenedor por persona, entonces todos los restos de Margarita que estén en un mismo contenedor.
Así fuimos recolectando los restos y encontramos que también tenían restos blandos: estaban los cueros cabelludos de estas personas que habían muerto en el Museo, algunos órganos como los cerebros. Algunos cerebros tenían borrada la numeración, empezamos a estudiar y comprobamos que uno de ellos era el cerebro del cacique Inacayal y también encontramos el cuero cabelludo y su oreja izquierda, eso sí ya con el rótulo y el nombre, no tuvimos que hacer ningún análisis. Con el sólo hecho de encontrarlo comprobamos que la restitución, que fue la primera en el país - una restitución histórica porque se hicieron muy pocas, sólo dos en Argentina, y las dos en el Museo de La Plata -, había sido de manera incompleta, o sea ilegal, porque el Museo aún tiene bajo su custodia restos del cacique lonko Inacayal. Cada día que los restos pasan en e l Museo se está violando esta ley. Esto lo denunciamos a los medios gráficos, presionando siempre para que se retiren todos los restos de exhibición, que fue nuestro objetivo primordial durante el 2006. Bueno, el gobernador de Chubut llamó, se está reclamando hoy; Rosa Chiquichano, la primera diputada tehuelche mapuche también lo está reclamando.
En ese proceso, también comprobamos que en el Museo había otros restos - con nombre y apellido algunos, otros sólo con nombre - de personas que se suponían 'desaparecidas'. Nosotros creemos que hay una continuidad histórica de lo que pasó en Argentina en los 70, hay una continuidad del genocidio, de las prácticas sobre todo y de la política que viene atrás. Lo que ellos pensaban no era realmente que los indígenas eran inferiores; esa era una justificación para un móvil económico que fue quedarse con 40 millones de hectáreas del pueblo mapuche tehuelche, que se las roban a sangre y fuego. Después Moreno pasa a ser el héroe en la historia también por crear el Parque Nacional Nahuel Huapi, al donar 4 hectáreas de las 40 millones que se expropiaron. Es una ironía terrible.
-Además le quitó a estos lonkos la posibilidad de morir en sus tierras, mientras que los restos de él están "descansando" en una isla del Nahuel Huapi.
Es increíble: fue enterrado con ceremonias militares, se le hizo un ritual militar, y en el ataúd pusieron los ponchos de los caciques vencidos, estaban el poncho de Catriel, de Sayhueque, de Inacayal, como verdaderos trofeos. Nosotros hacemos una continuidad histórica de que estos son cráneos trofeo.
Trabajando con la directora y muchas personas de la comunidad, logramos el retiro de exhibición de todo lo que sea restos humanos de los pueblos originarios. El de Inacayal se hizo automático el pedido de restitución, pero nosotros generamos un nuevo ciclo de pedidos de restitución al Museo de La Plata.
El quid de la cuestión es que si los restos de Inacayal hay que restituirlos a Tecka [su lugar de origen], quiere decir que Tecka es de Inacayal, que ese es su pueblo. Por eso lo importante de la restitución, mas allá de que descanse ahí, estamos hablando de que es su territorio. Y la lucha de los pueblos hoy es por que les devuelvan el territorio.
-¿Cuántos restos se calcula que hay en el Museo de La Plata?
Descubrimos que nadie sabía cuantos restos humanos hay, por eso pudimos encontrar restos de personas que estaban desaparecidas hace 100 años y al menos en los registros oficiales no se sabían dónde estaban sus cuerpos (también de pueblos originarios, en este caso una chiquita de Paraguay). Nosotros de la lectura bibliográfica que vimos calculamos 10 mil restos humanos como mínimo. Vos pensá que cada día que pasa hay excavaciones de arqueólogos, por ejemplo en Salta en este momento están excavando 30, 40, 50 cuerpos y los van trayendo al Museo, continuamente, día a día, el Museo acrecienta su patrimonio. Pensábamos presentar algún proyecto para que hasta que no se sepa cuáles, cuántos y de quiénes son los restos humanos que hay en el Museo, no ingresen más. Pero es muy complicado.
En la hemeroteca encontramos que se tenía catalogado cinco muertes dentro del Museo - ningún autor tenía todas, nosotros uniendo la bibliografía juntamos cinco -. En la hemeroteca de la ciudad encontramos la sexta, la muerte de una chiquita de Paraguay, también indígena. Ahora que se está construyendo en el laboratorio del Museo se encontró el cuerpo de un mapuche tehuelche que para mi - porque tiene una hendidura de cráneo - es un asesinato más dentro del Museo. Tiraron una pared y detrás de una pared había una persona muerta. Detrás de una pared sin salida…. Y entonces puede ser que haya más historias ocultas en el Museo de La Plata. Y si no hay más historias ocultas, igualmente nadie sabe bien el inventario de lo que hay hoy. Y se va acrecentando día a día.
-¿Y qué posición tiene respecto a esto el sector científico y las autoridades?
La directora hoy fue la que avaló nuestro trabajo. Ella había presentado el proyecto para retirar los restos humanos y se lo habían desaprobado; nosotros apoyamos ese proyecto. La directora es una geóloga, es bastante sensible a este tema, y el resto de la comunidad científica está a la altura de las circunstancias, pidiendo que se retire. Pero siempre hay un núcleo pequeño pero muy fuerte que son los que estudian estos restos humanos, jóvenes entre 25 y 35 años que se niegan a perder el material para sus tesis doctorales; ahí encontramos el núcleo más fuerte de oposición, en jóvenes.
-Hablabas de que se han acrecentado los pedidos de restitución. ¿Cómo viene esto?
Eso viene para rato porque es más complejo y las instituciones se han tomado tiempos muy largos, que no son los reales de las comunidades ni de las necesidades de la gente. Como todas las instituciones estatales, la Universidad de La Plata pertenece al Estado Nacional y tiene la diferencia de clase con el pueblo. Nosotros lo hemos mostrado mas allá de este trabajo, en un trabajo previo con las comunidades guaraníes de Misiones que están luchando por sus tierras, no contra un terrateniente o una empresa privada sino contra la Universidad de La Plata, que tendría que ser ejemplo. La Universidad de La Plata tiene una postura elitista.
-Recientemente han publicado el libro "Identificación y Restitución: colecciones de Restos Humanos en el Museo de La Plata", ¿van a sacar más ediciones?
En realidad hicimos una edición de 100 [ejemplares] para constatar qué aceptación tenía, y ahora todas las críticas que hemos recibido la vamos a volcar a la nueva edición, y recién ahí vamos a salir a la comunidad, fuera del Museo.
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