viernes, julio 11, 2008

Un tiro para el lado de la Justicia: fallo a favor de una pobladora que iba a ser desalojada


Enviado por Elvira Córdoba
Fuente: Crónica de Comodoro Rivadavia

(Puerta E). La Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia acaba de fallar a favor de Raimunda Acosta, pobladora mapuche de la zona de Sierra Cuadrada.

La pobladora ya tenía orden de desalojo cuando la dra. Sonia Ivanoff especialista en el tema de Derecho Indígena presentó, en febrero de 2003, un pedido de No Innovar.

Según explicó la abogada “hasta ahora no se había considerado que se trataba de un territorio ancestral de ocupación indígena, donde no se aplica el Código Civil, con un voto en contra y dos a favor, la corte falló a favor de Raimunda declarando la nulidad del desalojo”. Pide además que se informe al Instituto de Tierra, en este caso al IAC a fin de regularizar la situación de la ocupación del territorio indígena.

Para la dra. Ivanoff este fallo es importante “a la luz de la legislación y en otros casos, ya que estamos ante una situación que se parece al andar del cangrejo, que se va para atrás como es el caso de Vuelta del Río donde un juez que ordena el desalojo es destituido por un Juri y los policías que llevaron adelante ese desalojo son absueltos de culpa y cargo a pesar de vejaciones, traslado de animales y destrucción de la casa de los pobladores”.

Un precedente importante que deja sentado este fallo es que considera a su analfabetismo como tal, (ella no podía leer el papel que le hicieron sellar con su dedo sobre la venta de su tierra) y no requiere de pericias psicológicas o de otro tipo.

Otros casos

Sobran ejemplos sobre las distintas estrategias a las que recurrieron y recurren personas que pretenden apropiarse de la tierra de familias indígenas, en algunos casos avanzan con los alambrados, les hacen firmar documentos con la huella digital por no saben leer, les cierran caminos, les alambran las aguadas y ejercen presiones de distinto tipo.

La dra. Ivanoff puede dar cuenta de estas situaciones en cada uno de los casos en los que se ocupó y se ocupa.

Uno de ellos es el caso de la familia Pilquiman que lleva adelante el Dr. Eduardo Hualpa y con quien colabora Ivanoff, donde se ha llegado al punto de afirmar que los mapuches no son un pueblo originario de Argentina. Argumento que no tiene sustento desde la Historia, lamentablemente argumentado por el dr. Casamiquela quien asesora al abogado que lleva la causa contra los Pilquiman.

En este caso hay varias situaciones perversas: el mismo Estado, el encargado de velar por el derecho de los pobladores, le otorga beneficios a Adolfo Rechene, terrateniente vecino de Pilquiman. No atiende el pedido de más de 70 años por el título de propiedad que pide la comunidad indígena.

Los fallos, dice la dra. Ivanoff, “son complicados, controvertidos, se apuesta a una teoría –muy discutida- de Rodolfo Casamiquela, totalmente rebatible desde la historia pero lamentablemente está asentado en el común de la gente que cree que ‘vinieron los mapuches a dominar a los pacíficos tehuelches’, pero no es ni tan simple ni tan cierto”.

Esto, dice, “es triste y perverso, pero más perversión se observa cuando la cámara pone en la balanza cuestiones sustentadas en las creencias sin tener en cuenta la situación de dominación cultural en la que se encuentra el indígena”.

Los Pilquimán de Cerro Bayo reclaman, desde hace un tercio de siglo, la propiedad de las tierras que ocupan desde principios del S. XX en la zona de Lagunita Salada, Gorro Frigio y Cerro Bayo.

Nulidad del desalojo. Raimunda Acosta, pobladora mapuche de la zona de Sierra Cuadrada, resultó favorecida por un dictamen de la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia. Un precedente importante que deja sentado este fallo es que considera a su analfabetismo como tal y no requiere de pericias psicológicas o de otro tipo.

Viejos métodos: Aprovecharse del que no sabe leer

Durante muchos años Raimunda tuvo como gestor a don Belcastro, quien tenía un poder para tramitar cualquier tema de venta de lana, de corderos, retirar guías y otros trámites vinculados al campo. El hombre le dijo que se retiraba, que se jubilaba. Así le presentaron a Tomás David, le dijeron que era doctor, ella confió y puso su dedo en una escribanía, “ella entendió que era para el mismo poder que tenía don Belcastro pero ya estaba todo armado, tenían preparadas las escrituras de venta del terreno, incluso con la firma de dos testigos”. La mentira fue completa.

En tanto, a Raimunda le preocupó que nadie buscaba la lana para vender y el alambrado que cruzó por su patio. Según parece los avisos de desalojo llegaban a su tranquera, pero sin saber leer fue difícil, en ese momento, comprender a lo que se enfrentaba.

La orden de desalojo le llegó luego de perder el juicio en primera y segunda instancia –estaba en manos de un profesional que desconocía el Derecho Indígena-. Así, a punto de perder todo, desesperada porque veía avanzar el alambre sobre su tierra, Raimunda bajó a la ciudad a pedirle ayuda a Oscar Payaguala, quien le presenta el caso a la dra. Ivanoff.

Para entonces David le había vendido la tierra a Avelino Panquilto, que ocupó el terreno de la mujer, de su esposo y de sus hijos desde 1999, instalando incluso un establecimiento ganadero.

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