Por Daniel F. Vergani *
Quiero adherir en nombre del Centro de Estudios Territoriales del Chubut a la conmemoración de los sesenta años del “Malón de la Paz” y agradecerle a Doris Cañumil el envío de la información, de la cual tenía una vaga idea pero no con el detalle que Doris me hizo llegar y que quería compartir con Uds:
“El 3 de agosto de 1946 la caravana de los kollas después de caminar 2000 kilómetros durante 81 días llegaba a la Capital Federal. Pedían por sus tierras de siempre usurpadas por los latifundistas republicanos que habían reemplazados a los antiguos encomenderos de la Colonia.
El pueblo los recibió con los brazos abiertos, a su paso les tiraron flores, dos kollas subieron al balcón de la Casa Rosada ante una Plaza de Mayo colmada. Fueron recibidos con honores aunque luego, la historia terminó mal, y todos los kollas acabaron secuestrados, envagonados en un tren de carga y arrojados a Abra Pampa. Pero ese final aciago no quita méritos a su épico reclamo que sigue en pie.
Sesenta y dos años después, el clamor del Malón sigue teniendo la misma vigencia. Los condenados al olvido de su pasado, los condenados a la sustracción de su cultura siguen cargando la pesada cruz de indignidad que le impuso la Conquista, también conocida con el tranquilizador eufemismo de "encuentro de culturas".
Los negados, los invisibles, los nadas de la Patria que declaró su independencia en castellano, aymará, quechua y guaraní, siguen con el mismo hambre, un hambre que no es metafórico, sino hambre y sed de lo mínimo, de comida diaria y agua potable.
Sesenta y dos años después de la llegada de los kollas a Buenos Aires, el Malón de la Paz nos recuerda que los invisibles tienen rostro, tienen nombre, tienen sueños, tienen dignidad y también hambre de luz. Por eso es importante recordar el camino del Malón, un camino para romper los pactos de silencio, un camino para salir de la invisibilidad y armar alianzas estratégicas legítimas con otros sectores, para que se cumpla de una buena vez aquella estrofa del Himno Nacional que sueña con "ver en el trono a la noble igualdad" “.
Marcelo Valko (2007)
"Los indios invisibles del Malón de la Paz
* Presidente
Centro de Estudios Territoriales (CET)del Chubut
Gral. Mosconi 83 Of. 203
9120 Puerto Madryn Chubut
Quiero adherir en nombre del Centro de Estudios Territoriales del Chubut a la conmemoración de los sesenta años del “Malón de la Paz” y agradecerle a Doris Cañumil el envío de la información, de la cual tenía una vaga idea pero no con el detalle que Doris me hizo llegar y que quería compartir con Uds:
“El 3 de agosto de 1946 la caravana de los kollas después de caminar 2000 kilómetros durante 81 días llegaba a la Capital Federal. Pedían por sus tierras de siempre usurpadas por los latifundistas republicanos que habían reemplazados a los antiguos encomenderos de la Colonia.
El pueblo los recibió con los brazos abiertos, a su paso les tiraron flores, dos kollas subieron al balcón de la Casa Rosada ante una Plaza de Mayo colmada. Fueron recibidos con honores aunque luego, la historia terminó mal, y todos los kollas acabaron secuestrados, envagonados en un tren de carga y arrojados a Abra Pampa. Pero ese final aciago no quita méritos a su épico reclamo que sigue en pie.
Sesenta y dos años después, el clamor del Malón sigue teniendo la misma vigencia. Los condenados al olvido de su pasado, los condenados a la sustracción de su cultura siguen cargando la pesada cruz de indignidad que le impuso la Conquista, también conocida con el tranquilizador eufemismo de "encuentro de culturas".
Los negados, los invisibles, los nadas de la Patria que declaró su independencia en castellano, aymará, quechua y guaraní, siguen con el mismo hambre, un hambre que no es metafórico, sino hambre y sed de lo mínimo, de comida diaria y agua potable.
Sesenta y dos años después de la llegada de los kollas a Buenos Aires, el Malón de la Paz nos recuerda que los invisibles tienen rostro, tienen nombre, tienen sueños, tienen dignidad y también hambre de luz. Por eso es importante recordar el camino del Malón, un camino para romper los pactos de silencio, un camino para salir de la invisibilidad y armar alianzas estratégicas legítimas con otros sectores, para que se cumpla de una buena vez aquella estrofa del Himno Nacional que sueña con "ver en el trono a la noble igualdad" “.
Marcelo Valko (2007)
"Los indios invisibles del Malón de la Paz
* Presidente
Centro de Estudios Territoriales (CET)del Chubut
Gral. Mosconi 83 Of. 203
9120 Puerto Madryn Chubut
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