Las provincias más rehenes: El Gobierno K tendrá más poder de presión con los títulos de las AFJP
Gobernadores opositores y oficialistas tendrán que recurrir a la ANSES si es que quieren financiamiento fresco o renegociar las deudas que mantenían con los fondos de pensión. Ocho distritos adeudan más de 400 millones. Damián Glanz.
La estatización de los fondos de pensión colocó a tres gobernadores enfrentados con la Casa Rosada contra las cuerdas. El porteño Mauricio Macri, el chubutense Mario Das Neves y el cordobés Juan Schiaretti dependerán desde ahora exclusivamente de la buena voluntad de Cristina Kirchner para resolver sus problemas de caja y cumplir con sus promesas electorales. Los tres tenían acordado con las AFJP la emisión de bonos por más de mil millones de dólares que financiarían obras públicas. La operación pasó a la historia. Además, el traspaso de la cartera de inversiones de las administradoras elevará la deuda de ocho provincias con la Nación en más de 400 millones de pesos. Se expande el poder de la Casa Rosada ante los gobernadores.
La jefa de Estado tiene en sus manos el destino de dos “precandidaturas” presidenciales. Uno más explícito que el otro, Das Neves y Macri ya anunciaron su voluntad de sucederla en 2011. La Presidenta encontró el camino para atar las expectativas: controla el grifo de sus cajas.
Hace casi un año, la Legislatura de la Ciudad autorizó al jefe de Gobierno porteño a emitir deuda para financiar un fondo de infraestructura social (FOISO) para la construcción de viviendas, escuelas y centros de salud. La Unión de AFJP había comprometido su apoyo para adquirir 250 millones de dólares de Bonos Tango a una tasa de entre 12,5 y 13 por ciento anual. El 14 de agosto, y de acuerdo con lo que exige la Ley de Responsabilidad Fiscal, Macri inició el trámite para que el Ministerio de Economía de la Nación autorizara el endeudamiento. La Casa Rosada planchó la operación hasta que eliminó las AFJP, los potenciales acreedores y las promesas del PRO.
El nuevo poder de la lapicera K ya tiene consecuencias políticas. Macri y su vicejefa, Gabriela Michetti, justificaron ayer la imposibilidad de aumentar los salarios docentes argumentando que el Gobierno nacional no aprobó el endeudamiento. La explicación supone una ilegalidad: la ley que habilitó el FOISO limita la utilización de esos fondos exclusivamente a las obras, y las normas de administración financiera de la Ciudad prohíben que se destine dinero para una finalidad distinta de la que fue la presupuestada.
Al margen de la explicación macrista, la jugada kirchnerista dejó en rojo las expectativas presupuestarias de Macri. El legislador Martín Hourest, del bloque de Igualdad Social, calcula que la Ciudad cerrará el año con más de 1.500 millones de pesos de déficit si no aparece el financiamiento y la ejecución de la inversión real directa llega al menos al 75 por ciento. El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, admite que la situación alteró los planes de gestión. “Vamos a tener que frenar algunas obras. Postergar otras. No afectaremos la infraestructura social, sino, seguramente, a los grandes contratos como el bacheo, las veredas, la iluminación o las obras del Maldonado”, confió ayer Grindetti a Crítica de la Argentina.
El problema de Macri no termina allí. El año que viene tiene que afrontar vencimientos de deuda por más de 700 millones de pesos. Hasta hoy sus principales acreedores son las AFJP, que tienen en su cartera de inversiones una cuarta parte de los títulos públicos que emitió la Ciudad. El jefe de Gobierno pretendía emitir otros 250 millones de dólares para refinanciar esa deuda. Ahora tendrá que negociar con la Presidenta.
Hace tan solo siete días, en la misma semana que el gobernador de Chubut Mario Das Neves lanzó su campaña presidencial, la Legislatura provincial lo autorizó a que emita deuda por 300 millones de dólares. Ya había acordado con las AFJP. En esa misma semana, el gobernador le dijo a este diario que el “kirchnerismo ya se agotó”. Pero al parecer tiene resto: el plan de Das Neves depende de la lapicera K.
En peores condiciones está Juan Schiaretti. El gobernador de Córdoba pretendía 500 millones de dólares de las AFJP. Sin ese dinero le será difícil eludir el default si no acuerda con el Gobierno la renegociación de los vencimientos de deudas que se acercan a los 700 millones.
Hay otras siete provincias que por la reforma del sistema previsional aumentarán su nivel de endeudamiento con el gobierno nacional. Entre Buenos Aires, Mendoza, Misiones, Chaco, Formosa, San Juan y Tucumán le deben a las AFJP 218 millones de pesos en bonos que pasarán a la ANSES. Es poder que cederán, compulsivamente, ante el Gobierno nacional.
Gobernadores opositores y oficialistas tendrán que recurrir a la ANSES si es que quieren financiamiento fresco o renegociar las deudas que mantenían con los fondos de pensión. Ocho distritos adeudan más de 400 millones. Damián Glanz.
La estatización de los fondos de pensión colocó a tres gobernadores enfrentados con la Casa Rosada contra las cuerdas. El porteño Mauricio Macri, el chubutense Mario Das Neves y el cordobés Juan Schiaretti dependerán desde ahora exclusivamente de la buena voluntad de Cristina Kirchner para resolver sus problemas de caja y cumplir con sus promesas electorales. Los tres tenían acordado con las AFJP la emisión de bonos por más de mil millones de dólares que financiarían obras públicas. La operación pasó a la historia. Además, el traspaso de la cartera de inversiones de las administradoras elevará la deuda de ocho provincias con la Nación en más de 400 millones de pesos. Se expande el poder de la Casa Rosada ante los gobernadores.
La jefa de Estado tiene en sus manos el destino de dos “precandidaturas” presidenciales. Uno más explícito que el otro, Das Neves y Macri ya anunciaron su voluntad de sucederla en 2011. La Presidenta encontró el camino para atar las expectativas: controla el grifo de sus cajas.
Hace casi un año, la Legislatura de la Ciudad autorizó al jefe de Gobierno porteño a emitir deuda para financiar un fondo de infraestructura social (FOISO) para la construcción de viviendas, escuelas y centros de salud. La Unión de AFJP había comprometido su apoyo para adquirir 250 millones de dólares de Bonos Tango a una tasa de entre 12,5 y 13 por ciento anual. El 14 de agosto, y de acuerdo con lo que exige la Ley de Responsabilidad Fiscal, Macri inició el trámite para que el Ministerio de Economía de la Nación autorizara el endeudamiento. La Casa Rosada planchó la operación hasta que eliminó las AFJP, los potenciales acreedores y las promesas del PRO.
El nuevo poder de la lapicera K ya tiene consecuencias políticas. Macri y su vicejefa, Gabriela Michetti, justificaron ayer la imposibilidad de aumentar los salarios docentes argumentando que el Gobierno nacional no aprobó el endeudamiento. La explicación supone una ilegalidad: la ley que habilitó el FOISO limita la utilización de esos fondos exclusivamente a las obras, y las normas de administración financiera de la Ciudad prohíben que se destine dinero para una finalidad distinta de la que fue la presupuestada.
Al margen de la explicación macrista, la jugada kirchnerista dejó en rojo las expectativas presupuestarias de Macri. El legislador Martín Hourest, del bloque de Igualdad Social, calcula que la Ciudad cerrará el año con más de 1.500 millones de pesos de déficit si no aparece el financiamiento y la ejecución de la inversión real directa llega al menos al 75 por ciento. El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, admite que la situación alteró los planes de gestión. “Vamos a tener que frenar algunas obras. Postergar otras. No afectaremos la infraestructura social, sino, seguramente, a los grandes contratos como el bacheo, las veredas, la iluminación o las obras del Maldonado”, confió ayer Grindetti a Crítica de la Argentina.
El problema de Macri no termina allí. El año que viene tiene que afrontar vencimientos de deuda por más de 700 millones de pesos. Hasta hoy sus principales acreedores son las AFJP, que tienen en su cartera de inversiones una cuarta parte de los títulos públicos que emitió la Ciudad. El jefe de Gobierno pretendía emitir otros 250 millones de dólares para refinanciar esa deuda. Ahora tendrá que negociar con la Presidenta.
Hace tan solo siete días, en la misma semana que el gobernador de Chubut Mario Das Neves lanzó su campaña presidencial, la Legislatura provincial lo autorizó a que emita deuda por 300 millones de dólares. Ya había acordado con las AFJP. En esa misma semana, el gobernador le dijo a este diario que el “kirchnerismo ya se agotó”. Pero al parecer tiene resto: el plan de Das Neves depende de la lapicera K.
En peores condiciones está Juan Schiaretti. El gobernador de Córdoba pretendía 500 millones de dólares de las AFJP. Sin ese dinero le será difícil eludir el default si no acuerda con el Gobierno la renegociación de los vencimientos de deudas que se acercan a los 700 millones.
Hay otras siete provincias que por la reforma del sistema previsional aumentarán su nivel de endeudamiento con el gobierno nacional. Entre Buenos Aires, Mendoza, Misiones, Chaco, Formosa, San Juan y Tucumán le deben a las AFJP 218 millones de pesos en bonos que pasarán a la ANSES. Es poder que cederán, compulsivamente, ante el Gobierno nacional.
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¡Digamos BASTA entre todos!
Hoy a Plaza de Mayo a las 18:00 horas y cacerolazo a las 20:00 horas.
Amigos,
El Gobierno tomó una decisión súbita, no consultada, avasalladora y está apurando al Congreso para que apruebe la Ley lo más rápido posible.
Hoy se impone actuar rápido. Vinieron por el campo y no los dejamos.
Ahora vienen por nuestros ahorros. ¡No los dejemos!
Permitir que sigan actuando con esta impunidad es seguir renunciando a nuestros derechos.
¿Nos damos cuenta que al apropiarse de las acciones que tienen las AFJP’s, el Gobierno será parte del Directorio de las empresas privadas?
De seguir este rumbo, vamos a seguir perdiendo inversiones, seguridad jurídica e institucional. ¿Es éste el modelo de país que queremos para nosotros y nuestros hijos?
¿Hasta dónde los vamos a dejar seguir?
¿Cuántos más derechos vamos a dejar que nos pisoteen?
¡No nos rescaten más! ¡No nos defiendan más!
Mostremos que juntos podemos decir BASTA.
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