Por Centro Fuente Buena
Taller “Conociendo a mi bebé”, a cargo de Karin Conforto
Sábado 25 a las 16:00
El Contacto Humano -Experiencias tempranas. ¿A que nos referimos cuando hablamos de contacto? ¿a un modo de estar?, ¿un modo de hacer? ¿un proceso a alcanzar? ¿es innato? ¿adquirido? ¿una condición del ser?
Muchos autores, desde sus distintas vertientes, lo han tomado en sus enunciados teóricos. Todos coinciden en la preeminencia que tiene para una vida saludable.
El contacto corporal responde a una necesidad básica del ser humano, indispensable para la supervivencia. El bebe, necesita “sentirse tocado” y estar al amparo de manos maternas que brinden cuidado, protección y sostén. Estas experiencias tempranas, son las primeras improntas sensoriales que se adhieren a la piel, a modo de mensajes pre verbales, estableciéndose así los primeros diálogos madre-hijo. En esa escena vincular, tanto la piel como el tono muscular, funcionan “como un telón de fondo emocional” (Wallon), creando así un sostén,(holding), que provee cuidado, confianza y seguridad.(Winnicott).
A partir de estos contactos primarios, el niño irá imprimiendo sensaciones, tanto físicas como emocionales, para ir forjando su ser. Su mundo sensorial y afectivo comenzará a poblarse, las necesidades se transformarán en deseos , los deseos en posibilidades o frustraciones .Estos serán los inicios para conquistar el mundo, así irá gestando su yo psíquico, que tomará como herencia ese bagaje sensorial de su “yo de sensaciones”.
Un buen reconocimiento materno, se sostiene en esa capacidad perceptiva que la pone en contacto con la necesidad de su bebé, desarrollando la habilidad para cubrir sus necesidades, incrementando la comunicación, la atención, la sintonía mutua, especialmente en el periodo en que el hijo depende especialmente de ella.
La piel, junto con la mirada, y el sentido auditivo, conformarán una trilogía básica para esos contactos iniciales, los olores y sabores también colaboran.
El sentido del tacto permitirá ir creando un limite de superficie donde la piel funciona como mediadora entre un “yo” y otro, contorneando y delimitando la territorialidad del cuerpo con el mundo externo.
También, una mirada en contacto, hace al reconocimiento, aceptándolo en su presencia. La palabra, y la melodía de la voz acariciarán a modo de “envoltura sonora”.
Estos contactos básicos resultan vitales, e integran un repertorio de estímulos que, de acuerdo a su cualidad e intensidad serán la plataforma para un crecimiento, desarrollo y maduración saludables.
Pensemos entonces en el desempeño que debe tener una mamá en esa búsqueda constante para estar “lo suficientemente en contacto sensible” para interpretar gestos, llantos, balbuceos.
Y en su capacidad “dadora” para proveer.
¿Qué ocurre cuando esta sintonía no fluye?, cuando mamás ansiosas no se detienen a comprender la demanda, comienzan las “fallas”, los procesos evolutivos psico-emocionales se ven afectados. Con el correr del tiempo nos encontramos con adultos inmaduros, inseguros, lábiles, con dificultades para sostenerse en sí mismos, que no han podido tener autonomía. Otros, quedan en el lamento estéril de lo que no han recibido, apresados en esas faltas, obstaculizan un posible contacto más vital con todo lo que los rodea en el aquí y ahora.
Las percepciones, tanto internas como externas, están siempre condicionadas por esas experiencias previas (tempranas) que almacenadas en la memoria y el inconsciente corporal y, enmarcadas bajo un manto emocional, van desplegando modos de funcionamiento que, trascendiendo la sensorialidad, se complejizan involucrando la subjetividad.
Taller conociendo a mi bebe.
“Sana, sana colita de rana “
El contacto que aliviana…
Para nuestros encuentros vamos a necesitar:
El bolso del bebe
Óleo vegetal para masajes.
Una toalla para apoyar al bebe
Una toallita para retirar el exceso de óleo.
Taller “Conociendo a mi bebé”, a cargo de Karin Conforto
Sábado 25 a las 16:00
El Contacto Humano -Experiencias tempranas. ¿A que nos referimos cuando hablamos de contacto? ¿a un modo de estar?, ¿un modo de hacer? ¿un proceso a alcanzar? ¿es innato? ¿adquirido? ¿una condición del ser?
Muchos autores, desde sus distintas vertientes, lo han tomado en sus enunciados teóricos. Todos coinciden en la preeminencia que tiene para una vida saludable.
El contacto corporal responde a una necesidad básica del ser humano, indispensable para la supervivencia. El bebe, necesita “sentirse tocado” y estar al amparo de manos maternas que brinden cuidado, protección y sostén. Estas experiencias tempranas, son las primeras improntas sensoriales que se adhieren a la piel, a modo de mensajes pre verbales, estableciéndose así los primeros diálogos madre-hijo. En esa escena vincular, tanto la piel como el tono muscular, funcionan “como un telón de fondo emocional” (Wallon), creando así un sostén,(holding), que provee cuidado, confianza y seguridad.(Winnicott).
A partir de estos contactos primarios, el niño irá imprimiendo sensaciones, tanto físicas como emocionales, para ir forjando su ser. Su mundo sensorial y afectivo comenzará a poblarse, las necesidades se transformarán en deseos , los deseos en posibilidades o frustraciones .Estos serán los inicios para conquistar el mundo, así irá gestando su yo psíquico, que tomará como herencia ese bagaje sensorial de su “yo de sensaciones”.
Un buen reconocimiento materno, se sostiene en esa capacidad perceptiva que la pone en contacto con la necesidad de su bebé, desarrollando la habilidad para cubrir sus necesidades, incrementando la comunicación, la atención, la sintonía mutua, especialmente en el periodo en que el hijo depende especialmente de ella.
La piel, junto con la mirada, y el sentido auditivo, conformarán una trilogía básica para esos contactos iniciales, los olores y sabores también colaboran.
El sentido del tacto permitirá ir creando un limite de superficie donde la piel funciona como mediadora entre un “yo” y otro, contorneando y delimitando la territorialidad del cuerpo con el mundo externo.
También, una mirada en contacto, hace al reconocimiento, aceptándolo en su presencia. La palabra, y la melodía de la voz acariciarán a modo de “envoltura sonora”.
Estos contactos básicos resultan vitales, e integran un repertorio de estímulos que, de acuerdo a su cualidad e intensidad serán la plataforma para un crecimiento, desarrollo y maduración saludables.
Pensemos entonces en el desempeño que debe tener una mamá en esa búsqueda constante para estar “lo suficientemente en contacto sensible” para interpretar gestos, llantos, balbuceos.
Y en su capacidad “dadora” para proveer.
¿Qué ocurre cuando esta sintonía no fluye?, cuando mamás ansiosas no se detienen a comprender la demanda, comienzan las “fallas”, los procesos evolutivos psico-emocionales se ven afectados. Con el correr del tiempo nos encontramos con adultos inmaduros, inseguros, lábiles, con dificultades para sostenerse en sí mismos, que no han podido tener autonomía. Otros, quedan en el lamento estéril de lo que no han recibido, apresados en esas faltas, obstaculizan un posible contacto más vital con todo lo que los rodea en el aquí y ahora.
Las percepciones, tanto internas como externas, están siempre condicionadas por esas experiencias previas (tempranas) que almacenadas en la memoria y el inconsciente corporal y, enmarcadas bajo un manto emocional, van desplegando modos de funcionamiento que, trascendiendo la sensorialidad, se complejizan involucrando la subjetividad.
Taller conociendo a mi bebe.
“Sana, sana colita de rana “
El contacto que aliviana…
Para nuestros encuentros vamos a necesitar:
El bolso del bebe
Óleo vegetal para masajes.
Una toalla para apoyar al bebe
Una toallita para retirar el exceso de óleo.
Ser uno mismo" -Centro Fuente Buena - Terapia Psicoenergética Flores de Raff- Masajes Holísticos- Cursos y Talleres- Rivadavia 919 Esquel Chubut Patagonia Argentina - Tel 02945452527-centrofuentebuena@gmail.com www.floresderaff.org.ar
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