miércoles, octubre 08, 2008

“La CTA regional se reunió para reflexionar y accionar en consecuencia”, por A. Carballo

Por Abla Carballo *

Una sociedad libre no puede estar en la sustitución de un nuevo orden del viejo orden”. La resistencia y liberación del día a día es de por si una evolución profunda de la vida humana.

Actualmente, en la coyuntura histórica y la practicidad en la teoría y la práctica, sería adecuado preguntarse. Ello no quiere decir hacerse preguntas sofisticadas, sabias o exóticas. Preguntarse sería encarnar pasiones o ideas apasionadas, hacerlas carne.
Ponerse a pensar juntos y a organizar acciones conjuntas es modo de encontrar nuevos caminos de participación.

La participación tiene su fundamento en sentirse parte de ideas que se sienten tan propias que no pueden esperar a mañana para realizarlas.

También hay que atrever a decirse que en la coordenada tiempo-historia 2008, de la realidad del conjunto de las relaciones e interacciones cotidianas de los trabajadores, los cambios sociales no los hacen sólo algunas personas por muy brillantes o heroicas que ellas sean.

Es por ello que una de las tareas más urgentes del momento es que los trabajadores eleven su nivel de conciencia. Que se capaciten para responder al proceso de fragmentación, divisionismo, estampida que vive nuestro país. Para comprender esta situación ´loca´, desarticulada y descompuesta es necesario ser riguroso y determinar cuáles son las características del cambio a construir. ¿Con quién? ¿Quiénes? Y comprobar con qué fuerzas sociales cuentan los trabajadores organizados.
¿Se profundiza un proceso liberador? ¿Se democratiza la democracia? ¿Se recupera la soberanía? ¿Es real la participación popular? ¿Bajó la desocupación? ¿Subió el empleo? (no la ocupación diferente al empleo que dignifica).

¿Y, por qué la desconfianza?

Porque la sociedad mira un escenario donde conviven honestos con delincuentes, auténticos argentinos con vendepatrias, neoliberales, terratenientes, corporativistas de medios de comunicación, subsidios a las privatizaciones. Entrega del petróleo y la minería, aval a la extranjerización de millones de hectáreas. Y mira, además, un modelo social por el que mueren niños por desnutrición o enfermedades curables.
Mientras se va polarizando la riqueza.

En tanto algunos tienen en exceso, de modo tal, que no importa a costa de qué, este a-costa-de-qué es la imposibilidad para el desarrollo de la dignidad de muchos millones de argentinos.

El nivel de conciencia y la capacitación son necesarios también, porque todos los medios, salvo muy pocos que por suerte dejan aberturas, forman parte de una estrategia de dominio económico, religioso y político. El objetivo al que apuntan es al dominio del hombre para adecuarlo a las necesidades ajenas. Los medios seducen, ordenan, inquietan y desorganizan. Fragmentan, mezclan y crean la “realidad verdadera”. Los medios de comunicación proponen los conflictos y las necesidades colectivas ante la mirada que se rinde sumisa. Esa mirada del compañero trabajador que no quiere, no puede o las dos cosas, organizarse y militar para poder ser, para no seguir sobreviviendo, para saber lo que tiene que saber y ser parte del cambio que le corresponde porque los logros nunca son individuales sino que la construcción y el cambio siempre es con otros.

Por eso participar es sentirse parte de esta realidad de estructura de injusticia y decir: no puede ser que no tenga lugar, que sea un “sin lugar”, al reconocimiento de mi trabajo, a la Patria no solamente al país como concepto cívico-institucional. Hay derecho a tener una Patria propia y sentarse felizmente en ella. Y esto no significa que todo está bien, que no pasen cosas. La cuestión es que los conflictos tengan sentido. Porque mientras siga el tironeo se escurre la posibilidad de unión (no la unidad como existencia sin conflicto) que es la antesala de la derrota o la justificación falaz de: “la traición es inherente a la acción política”.

De lo que se trata entonces es de asumir un cambio. Dejar la pasividad y ocupar el lugar que a cada uno le corresponde con el compañero que espera, ayuda y comparte. Y todo esto no es una cuestión para intelectuales sesudos, ni para gente que ha tenido el privilegio de acceder a... no se qué. De lo que se trata es de hablar, dialogar y recuperar una categoría fundamental de la condición humana que es la sensibilidad.

* DNI 4.159.560

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