jueves, octubre 30, 2008

Opinión: “El hombre abandonado por el hombre. A Beto Apablaza”, por Emilio Bolado

Por Emilio Bolado *
Foto: Bernardita Bielsa

Entiendo que un acto de justicia solo puede ser cometido de un hombre hacia otro, por la necesidad de entendimiento que éste requiere, y que ser justo implica toda una serie de reservas entre morales y éticas que hoy están en franca extensión. Esperar es la condición del cobarde o del ignorante, no del temeroso, no del malo, ni del tirano, ellos no descansan.

Imaginemos que cada ser humano que se siente injustamente tratado se quedara esperando un acto de justicia (desde las leyes), que sopese la amargura que le produjo su injusticia...probablemente no existiría la violencia, nadie mataría ni por amor, ni por odio, ni por venganza, ni por necesidad, pues sí, matar cuando decimos necesidad sólo puede interpretarse como un acto inhumano, los animales no matan por necesidad...sino por supervivencia. Lo que luego ocurra con quienes perpetran un crimen sean, instigadores, cómplices, ejecutores, autores material o intelectuales, pónganle el nombre que más les guste, son culpables...de algo en el eslabón de la cadena que terminara por matar, por quitar una vida. Ahora por qué sorprendernos en este mismo instante, ¿Cuántos hombres han muerdo mientras escribo esta palabra, cuántos hombres han muerto desde que el hombre es hombre, por un acto de injusticia?, probablemente ese número no lo podamos deducir nunca.

Pero sí hay pequeñas señales de abandono, que pueden ser deducidas instantáneamente, que me han llevado a redactar esta incómoda carta, para mí, claro.

Confundir cuando un hombre mata por interés o por necesidad, es como pensar que estar comunicado y conectado es lo mismo, que tener una vida light es igual que una natural, etc. etc. son conveniencias de denominación de época, de momento.

Mi carta debería haber comenzado aquí, pero a veces pareciera ser necesario hacer memoria, que hoy día ya es mucho. La aparición sin vida de Beto Apablaza, (poblador comarcal cordillerano asesinado encontrado con el cráneo hundido a 200 mts. de su casa el 28 de octubre de 2008 luego de 1 mes de búsqueda, luchador por los derechos de pueblos originarios a la tierra), fue algo que no deja de estremecerme.

Cuando me refería a matar por necesidad me refería que lamentablemente el único recurso que les queda a aquellas “personas”, imposibilitadas de talento, o infradotadas de creatividad o habilidad para congeniar con el hombre y la naturaleza, destruyen tanto una como otra, sino las dos. Y quienes a fuerza de aguerrido trabajo, tesón inacabable y compromiso diario, sí diario, tienen toda la garantía de sobrevivir al mundo que se viene, al mundo del egoísmo absoluto, del revanchismo, del daño por temor. Esos hombres son los hombres del futuro, los que cuidan de la tierra, los que la conocen, los que la han visto crecer, vivir y morir cientos de veces, por que en él vive el hombre antiguo y el hombre nuevo, el hombre chacarero o montañés y el urbano, el hombre y la mujer en un solo ser, capaz de sentir, de percibir sin demasiado análisis cuando algo anda mal, cuando algo anda bien, por qué no tienen miedo, porque lo que son lo han construido ellos, lo que tienen lo han conseguido ellos, conocen el camino recorrido y no por que no tengan nada por perder, pero como dije, no tienen miedo, no se lo permiten a sí mismos. Por eso se los mata, por eso se los extermina, por que son garantía, son directos, son francos y, por sobre todo, viven con la tremenda y destructiva conjunción del compromiso con un sueño, el de no descansar, y lo irracional es que esto es destructivo porque este sentimiento no se paga, esa gente no se encuentra en ninguna oficina, la voluntad se puede comprar, hasta que alguien pague más, pero los sueños no y la sensación de compromiso menos, no puede ni contagiarse ni heredarse. Apablaza, es un Desaparecido de la modernidad, es un muerto de nuestra ignorancia y nuestra falta de compromiso, ¿de dónde creemos que vienen nuestros alimentos, nuestra ropa, nuestros medicamentos? ¿del maleducado y malacostumbrado hombre de ciudad?, NO, de aquellos sueños, de aquel compromiso. Apablaza es uno de tantos que han sido desaparecidos y muertos por causas desconocidas, gente que aparece flotando en ríos que conoce desde su infancia lejana, gente que muere en condiciones muy sospechosas, gente, que no le importa la gente, también va muriendo, como muere todo aquel que ha perdido su sueño, su compromiso como todo aquel que está tan seguro dentro de su casa bajo el resguardo del control remoto, arma poderosa si la hay con la cual sin disparar ni una bala, cambia la realidad en un instante, sin dejar ningún herido...solo muertos.
Pero sin saber cómo decirlo pero no por ello desconocerlo Apablaza sabe todo esto, por que él era un hombre antiguo, un hombre nuevo, un hombre de ciudad un hombre de campo un hombre completo de esos que sabían lo que está ocurriendo en la cordillera pero no llegó a decir, a hablar, quizás nadie lo escucho quizás nadie creyó que fuera importante alguien que no mira Tv, ni aparecía en Google. Pero quizás su verdad tenga tal valor, hoy y en el futuro que es de aquellas verdades que, valen ni más ni menos que una vida entera, la que le quitaron.
* DNI 28.870.331

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