Por Juan A. Zuoza *
Al Sr Juan Domingo Martínez.
He leído con desagrado la nota que Ud publicara el día 30/10 acerca de su postura en contra de la titularización de docentes de inglés que hace años nos desempeñamos como tales. Debo confesar que su actitud no me sorprende, conociendo las particularidades de su persona. Aún recuerdo cuando Ud. vino a observar mis clases en la escuela Nº 8, a lo que gentilmente accedí, para que pueda cursar su carrera. Paradójicamente, pareciera que ahora quiere hundir o desprestigiar a los que lo ayudamos.
En su nota se evidencia un rotundo desconocimiento de la situación actual de los docentes de inglés que ejercemos desde hace muchos años, tanto en el desempeño profesional como en la capacitación de cada uno.
Por mi parte, debo señalar que ejerzo en la docencia desde hace unos 15 años, 12 de los cuales los realicé para la educación pública. Trabajé en escuelas primarias, secundarias, cursos especiales, en EGB 2, EGB3, polimodal, educación para adultos, escuelas rurales, escuelas de alto riesgo, escuelas muy bien posicionadas, programas especiales de inclusión educativa, además de realizar trabajos en forma particular como intérprete para compañías de gran envergadura y agencias de turismo. Asimismo cuento con un diploma de capacidad otorgado nada menos que por la Asociación Argentina de Cultura Inglesa, una de las dos entidades más importantes de la República Argentina, Diploma que, dicho sea de paso, se encuentra inscripto en el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, y con el cual tuve la oportunidad de acceder a la TITULARIDAD DE MIS HORAS cuando ejercía en dicha provincia, hace más de una década.
Lejos de algún tipo de egocentrismo, y sin ser ni el mejor ni el peor, debo decir que me siento totalmente orgulloso del trabajo docente que he realizado hasta el momento, enseñando, aprendiendo y capacitándome en todo sentido. He conseguido grandes y significativos logros profesionales, como así también el cálido reconocimiento de padres, alumnos, directivos y supervisores de casi todo establecimiento donde me he desempeñado, como así también de colegas (Diplomados y no diplomados) y de los más altos funcionarios de la educación, fruto del amor y garra que le he puesto desde un principio a mi labor. Ojalá Ud. esté en condiciones de decir lo mismo, aunque por la índole de los problemas y malestares que se sucedieron en la institución que Ud. dirige, pareciera que no.
Me resultó muy cruel de su parte que mencionara que aquí se tuvo la posibilidad de acceder al profesorado de inglés. Lamentablemente obvió mencionar las particularidades de ese profesorado, las cuales paso brevemente a detallar:
Desde un primer momento me inscribí en el profesorado que se abriera años atrás en Esquel. En el examen de ingreso obtuve nada menos que un puntaje de 10/10. Al Comenzar las clases tuve la triste sensación de que era cuestión de sentarse a diario para esperar el título, ya que el nivel de enseñanza era a mi criterio DECADENTE. De hecho, con tal de contar con matrícula se incorporaba a personas que no tenían el más mínimo nivel de idioma y se les prometía (y así se los retenía) constantes cursos de nivelación que nunca llegaron. Mi propia mujer fue testigo de ello, que sin manejar el idioma en lo más mínimo la retenían con falsas expectativas, al igual que a otros. Con profunda indignación lo abandoné, además de que las particularidades de mi labor docente me impedían cursar con regularidad.
La cantidad de traspiés que tuvo ese profesorado fue muy lamentable. Aún conservo copias de las constantes quejas sobre su funcionamiento. Desde ya que me reservo la opinión sobre la calidad profesional de algunos pocos que allí cursaron. Otros pocos que no eran del "target" del lugar pudieron conseguir su título tras un esfuerzo sobrehumano por las trabas que habrían encontrado.
Pero el ambiente de profesores de inglés me parece algo más que complicado. Según mi parecer, hay un grupo minúsculo prejuicioso y arrogante que intenta tener una especie de monopolio educativo y dominante por sobre los demás. Lejos de la humildad de los verdaderos maestros, parecieran buscar un fin meramente clasista y lucrativo disfrazado de metodologías autodenominadas modernas e instantáneas e intentando imponer a los demás metodologías muy cuestionables. Mejor no mencionar a aquellos que no ejercen lo que predican y que cuyos sus alumnos no denotan progreso significativo, a pesar de las altas cuotas que abonan por años y las ilusiones que se les VENDE.
De allí surge una actitud egoísta y poco sensata al descalificar a los que noblemente hemos desempeñado esta hermosa tarea de educar por muchos años, y de los cuales el sistema educativo NECESITÓ y NECESITA.
Por mi parte, recibí con mucho agrado la posibilidad de titularizar parcialmente mis horas, y lo entendí como un reconocimiento valioso que hace el Gobierno Provincial a los años de servicio que muchos hemos brindado como así también un reconocimiento inesperado por parte de la Atech.
Cabe señalar que tiempo atrás hubo profesionales médicos que recibieron títulos habilitantes por su desempeño, maestros de música y actualmente varios profesionales de varias áreas. Es decir, que ocasionalmente el Estado reconoce la experiencia de la labor profesional en muchas áreas. Es una cuestión sencillamente justa y equitativa.
Es por ello, Sr. Juan Domingo Martínez, que lo invito a reflexionar sobre su actitud y no hablar de "profesionalismo" sino a demostrarlo en la práctica, más allá de la tenencia de título o no. Muchos de mis grandes maestros fueron ingenieros, arquitectos, contadores médicos y abogados, docentes de alma, gente de oficio e incluso he aprendido grandes lecciones de vida de personas sin instrucción escolar alguna. Asimismo, si Ud. lo requiere, tengo a disposición mis excelentes calificaciones en materias didácticas y técnicas (dictadas en inglés) de mi inconcluso profesorado foráneo, el cuál además goza de una calidez y calidad de profesionales muy difíciles de encontrar. Voy a terminar aquí la nota, pero aún tengo muchas cosas para decir. Y si Ud. cree tener una superioridad profesional, por favor demuéstrelo en la práctica y enséñenos con su ejemplo. El desprestigio al prójimo no me parece una técnica ética para intentar valorizar un título. Atte.,
* Docente de inglés
DNI 23.968.540
Al Sr Juan Domingo Martínez.
He leído con desagrado la nota que Ud publicara el día 30/10 acerca de su postura en contra de la titularización de docentes de inglés que hace años nos desempeñamos como tales. Debo confesar que su actitud no me sorprende, conociendo las particularidades de su persona. Aún recuerdo cuando Ud. vino a observar mis clases en la escuela Nº 8, a lo que gentilmente accedí, para que pueda cursar su carrera. Paradójicamente, pareciera que ahora quiere hundir o desprestigiar a los que lo ayudamos.
En su nota se evidencia un rotundo desconocimiento de la situación actual de los docentes de inglés que ejercemos desde hace muchos años, tanto en el desempeño profesional como en la capacitación de cada uno.
Por mi parte, debo señalar que ejerzo en la docencia desde hace unos 15 años, 12 de los cuales los realicé para la educación pública. Trabajé en escuelas primarias, secundarias, cursos especiales, en EGB 2, EGB3, polimodal, educación para adultos, escuelas rurales, escuelas de alto riesgo, escuelas muy bien posicionadas, programas especiales de inclusión educativa, además de realizar trabajos en forma particular como intérprete para compañías de gran envergadura y agencias de turismo. Asimismo cuento con un diploma de capacidad otorgado nada menos que por la Asociación Argentina de Cultura Inglesa, una de las dos entidades más importantes de la República Argentina, Diploma que, dicho sea de paso, se encuentra inscripto en el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, y con el cual tuve la oportunidad de acceder a la TITULARIDAD DE MIS HORAS cuando ejercía en dicha provincia, hace más de una década.
Lejos de algún tipo de egocentrismo, y sin ser ni el mejor ni el peor, debo decir que me siento totalmente orgulloso del trabajo docente que he realizado hasta el momento, enseñando, aprendiendo y capacitándome en todo sentido. He conseguido grandes y significativos logros profesionales, como así también el cálido reconocimiento de padres, alumnos, directivos y supervisores de casi todo establecimiento donde me he desempeñado, como así también de colegas (Diplomados y no diplomados) y de los más altos funcionarios de la educación, fruto del amor y garra que le he puesto desde un principio a mi labor. Ojalá Ud. esté en condiciones de decir lo mismo, aunque por la índole de los problemas y malestares que se sucedieron en la institución que Ud. dirige, pareciera que no.
Me resultó muy cruel de su parte que mencionara que aquí se tuvo la posibilidad de acceder al profesorado de inglés. Lamentablemente obvió mencionar las particularidades de ese profesorado, las cuales paso brevemente a detallar:
Desde un primer momento me inscribí en el profesorado que se abriera años atrás en Esquel. En el examen de ingreso obtuve nada menos que un puntaje de 10/10. Al Comenzar las clases tuve la triste sensación de que era cuestión de sentarse a diario para esperar el título, ya que el nivel de enseñanza era a mi criterio DECADENTE. De hecho, con tal de contar con matrícula se incorporaba a personas que no tenían el más mínimo nivel de idioma y se les prometía (y así se los retenía) constantes cursos de nivelación que nunca llegaron. Mi propia mujer fue testigo de ello, que sin manejar el idioma en lo más mínimo la retenían con falsas expectativas, al igual que a otros. Con profunda indignación lo abandoné, además de que las particularidades de mi labor docente me impedían cursar con regularidad.
La cantidad de traspiés que tuvo ese profesorado fue muy lamentable. Aún conservo copias de las constantes quejas sobre su funcionamiento. Desde ya que me reservo la opinión sobre la calidad profesional de algunos pocos que allí cursaron. Otros pocos que no eran del "target" del lugar pudieron conseguir su título tras un esfuerzo sobrehumano por las trabas que habrían encontrado.
Pero el ambiente de profesores de inglés me parece algo más que complicado. Según mi parecer, hay un grupo minúsculo prejuicioso y arrogante que intenta tener una especie de monopolio educativo y dominante por sobre los demás. Lejos de la humildad de los verdaderos maestros, parecieran buscar un fin meramente clasista y lucrativo disfrazado de metodologías autodenominadas modernas e instantáneas e intentando imponer a los demás metodologías muy cuestionables. Mejor no mencionar a aquellos que no ejercen lo que predican y que cuyos sus alumnos no denotan progreso significativo, a pesar de las altas cuotas que abonan por años y las ilusiones que se les VENDE.
De allí surge una actitud egoísta y poco sensata al descalificar a los que noblemente hemos desempeñado esta hermosa tarea de educar por muchos años, y de los cuales el sistema educativo NECESITÓ y NECESITA.
Por mi parte, recibí con mucho agrado la posibilidad de titularizar parcialmente mis horas, y lo entendí como un reconocimiento valioso que hace el Gobierno Provincial a los años de servicio que muchos hemos brindado como así también un reconocimiento inesperado por parte de la Atech.
Cabe señalar que tiempo atrás hubo profesionales médicos que recibieron títulos habilitantes por su desempeño, maestros de música y actualmente varios profesionales de varias áreas. Es decir, que ocasionalmente el Estado reconoce la experiencia de la labor profesional en muchas áreas. Es una cuestión sencillamente justa y equitativa.
Es por ello, Sr. Juan Domingo Martínez, que lo invito a reflexionar sobre su actitud y no hablar de "profesionalismo" sino a demostrarlo en la práctica, más allá de la tenencia de título o no. Muchos de mis grandes maestros fueron ingenieros, arquitectos, contadores médicos y abogados, docentes de alma, gente de oficio e incluso he aprendido grandes lecciones de vida de personas sin instrucción escolar alguna. Asimismo, si Ud. lo requiere, tengo a disposición mis excelentes calificaciones en materias didácticas y técnicas (dictadas en inglés) de mi inconcluso profesorado foráneo, el cuál además goza de una calidez y calidad de profesionales muy difíciles de encontrar. Voy a terminar aquí la nota, pero aún tengo muchas cosas para decir. Y si Ud. cree tener una superioridad profesional, por favor demuéstrelo en la práctica y enséñenos con su ejemplo. El desprestigio al prójimo no me parece una técnica ética para intentar valorizar un título. Atte.,
* Docente de inglés
DNI 23.968.540
1 Comentá esta nota:
Comparto totalmente lo expresado en esta nota. el ambiente de profesores de ingles es asqueroso y hay un par que se creen reyes o reinas y son el monumento a la decadencia. Mandé a mi hijo tres años a un instituto de acá y me sentí estafada por el bajo nivel. la profesora que es dueña se la pasa viajando y llenandose la boca de su instituto pero los chicos no aprenden nada. eso si, las cuotas son muy altas y no hay reclamo. por suerte los cambié a una profesora que no tiene titulo pero si mucha experiencia y realmente sabe enseñar muy bien ademas de tener a los chicos muy entusiasmados. es por eso que lo del titulo es muy relativo, la experiencia es la mejor escuela.
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